Empleo
Vacaciones, el sueño imposible de más de cinco millones de españoles con trabajo
La "pobreza vacacional" afecta ya a más de 41 millones de europeos. En España supera en tres puntos la media europea (15%) y se ha disparado casi un 3% en un año
Las vacaciones de verano es uno de los momentos más esperados del año por los trabajadores, un momento asociado al descanso, a la diversión, a la familia, la playa, la vuelta al pueblo, en definitiva, a dejar el trabajo por unos días para romper con la rutina y cargar las pilas hasta el final del año. Pero esto no es así para todo el mundo. Hay millones de personas en España que no pueden disfrutar del asueto aunque se disponga de un trabajo y se reciba un sueldo mensual. Es decir, tener trabajo y un salario a final de mes no te asegura poder disfrutar de unas vacaciones, que se convierten en un sueño imposible.
Eso es lo que sufren más de cinco millones de trabajadores españoles, que no tienen capacidad para afrontar los gastos derivados de unas vacaciones y están obligados a quedarse en casa. Son dos de cada diez trabajadores los que no pueden permitirse ni una semana de vacaciones a pesar de estar empleados. Un fenómeno que va en aumento no solo en nuestro país, sino también en el resto de la Unión Europea, que ha incrementado sustancialmente el número de personas empleadas que sufren lo que se conoce como «pobreza vacacional». Lo ha hecho en un millón, lo que significa que 41,5 millones de trabajadores europeos no pueden permitirse ni una semana de vacaciones.
Con estas cifras, los europeos «castigados» sin vacaciones suponen ya el 15% de la población activa, lo que significa que España supera en tres puntos la media europea. Así lo constata un informe del Instituto Europeo de Sindicatos (ETUI), basado en microdatos de Eurostat, la oficina europea de estadística, que determina que la «pobreza vacacional», ha aumentado en España casi un 3% en apenas un año –el estudio utiliza los últimos datos oficiales disponibles, entre 2022 y 2023–.
Pese a ello, España no tiene los peores porcentajes. El dudoso honor se lo quedan tres países de la antigua órbita del Este: Rumanía, Hungría y Bulgaria, en los que un 32%, 26% y 24% respectivamente de personas empleadas tuvo que renunciar a unas vacaciones por ser incapaces de pagarlas. Pero también en los países de nuestro entorno azuza este fenómeno. Francia ha experimentado un gran aumento en esta «pobreza vacacional» en los últimos años y supera de largo el millón de trabajadores que no pueden salir de vacaciones, lo mismo que Irlanda, que ha registrado un gran incremento porcentual, cercano al 2,5%; o Italia, que tiene a seis millones de trabajadores sin posibilidad de disfrutar del verano.
Esta penosa situación es aún peor entre el colectivo de los trabajadores autónomos. Y es que uno de cada tres asegura que no podrá cogerse ni unos días en verano. Solo un 43,7% tiene claro que se irán de vacaciones en verano, un 11,4% tiene previsto darse un merecido descanso, pero no en verano, y un 13,1% asegura que se va a tomar unos días, pero aún no sabe en qué fechas. Son datos de una encuesta realizada por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), que confirma que uno de cada cuatro trabajadores por cuenta propia (25%) está seguro de que no se tomará ni un solo día de descanso en 2025 y el 6,2% aún no sabe si cerrará este verano para descansar. Ante este panorama, ATA ha sondeado si el colectivo de autónomos descansa unos días en cualquier época del año: el 62,7% asegura que sí, pero un 11,6% reconoce que nunca descansa.
En el ETUI recuerdan que desde año 2000, en torno a tres millones de trabajadores han perdido los beneficios de la negociación colectiva, en gran parte debido a las políticas de austeridad provocadas por las sucesivas crisis de 2008 y 2011, con las mayores caídas en los países con los niveles más altos de pobreza vacacional. Por ello, han vuelto a reclamar la necesidad de que la UE garantice unos salarios más justos, que permitan al menos dos semanas de vacaciones al año para los trabajadores cubiertos.
Según la Confederación Europea de Sindicatos (CES), estos datos demuestran que la UE se encuentra en «una situación de emergencia por la calidad del empleo y necesita reconstruir su contrato social mediante la negociación colectiva». Además, señalan que esta pérdida de calidad de vida es resultado de «una economía cada vez más desigual» dado que el aumento de costes de alojamiento, transporte y alimentación, así como la pérdida de poder adquisitivo «impiden a millones de empleados tener vacaciones».