Cataluña

Eduardo López Doriga: «La escuela catalana es una fábrica de separatistas»

Hace tres años que el Presidente de la Asociación por la Tolerancia se trasladó con su familia Pamplona. Querían que sus hijos recibieran una educación en castellano y no adoctrinada.

Eduardo López Doriga: «La escuela catalana es una fábrica de separatistas»
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– ¿Qué opina del proceso separatista impulsado por Artur Mas?

–Lleva cociéndose décadas. Ya los gobiernos de Pujol empezaron a sembrarlo y es la consecuencia del control que tienen sobre la educación y los medios de comunicación. Es un movimiento muy bien organizado con el que estoy absolutamente en contra porque aparte de decir falsedades nos quieren separar del resto de España.

– Sociedad Civil Catalana denunciaba el pasado jueves una «demonización del discrepante». ¿Ha sentido esto alguna vez?

–Yo he tenido menos derechos que el resto de catalanes. No he podido matricular a mis hijos, ya no en castellano, sino en un sistema bilingüe. Pedí lo que se llama la atención individualizada, un trato vejatorio y discriminizado, para que mis hijos pudieran tener alguna explicación en castellano. Me he sentido discriminado cuando he ido a cualquier administración pública y he mendigado un documento en castellano y alguna vez se me ha negado.

–En «Crónica Global» escribía que su familia se trasladó hace tres años a Pamplona y uno de los motivos que les llevaron a hacerlo fue que sus hijos pudieran estudiar en castellano. ¿Ha visto reflejado en ellos el adoctrinamiento del que se habla?

–Afortunadamente, en casa han recibido una información más veraz y no han sido sometidos a ese adoctrinamiento. Pero los niños asisten a una escuela en la que se les insiste a través de los contenidos en su identidad nacional catalana. Esto es lo que maman desde Infantil, que España es un país diferente. Lo he vivido con mi hija la mayor, que a través de un ejercicio muy ingenuo con dibujitos de niños que decían «yo soy sueco, yo soy senegalés, yo soy finlandés...» tuvo que poner «yo soy catalana». Esto es sólo un ejemplo.

–¿Cree que el Gobierno de Artur Mas está defendiendo otros problemas en favor de la independencia de Cataluña?

–Por supuesto. Es la única prioridad que tienen y todos sus esfuerzos se centran en su monotema: conseguir la secesión.

–Entre tanta campaña propagandística, ¿cree que los ciudadanos catalanes están lo suficientemente informados sobre lo que la secesión significaría como para tomar la decisión correcta?

–Falta mucha información y desde la Generalitat se están diciendo cosas que no son ciertas como la permanencia de Cataluña en la Comunidad Europea. No sé si es que no quieren escuchar a Cameron o Barroso, pero parece que les va bien engañando a sus fieles adeptos, que siguen creyendo que Cataluña es el ombligo del mundo y que Europa no podría vivir sin ellos. Líderes europeos de primera línea ya han dicho que Cataluña se tendría que poner a la cola de los países que quieren entrar en la Unión Europea.

–¿Estaría a favor de que se realizase un referéndum vinculante y dentro de la legalidad sobre el futuro de Cataluña?

–No. El referéndum debería ser a nivel de toda España, ya que nuestra Constitución dice que es todo el pueblo español quien tiene la soberanía. No se puede separar una parte del todo si no es el todo el que decide. Si fuera legal, adelante.

– ¿Cree que el resto de España está concienciada de lo que significaría la secesión de Cataluña?

– Yo creo que no. No sería positivo para el resto de España porque Cataluña es una parte importante y, además de algo muy triste, no sería positivo económicamente. Yo creo que hasta ahora no ha habido conciencia de lo que se vivía en Cataluña, de lo que se estaba sembrando desde hace años con un fin determinado. Desde los gobiernos centrales se les ha permitido actuar de una forma totalmente absoluta con asuntos como el control de la educación, consiguiendo que la escuela sea una fábrica de independentistas. Existe también un hartazgo que puede despertar un «que se vayan ya y acabemos con este tostón». Espero que esa opinión cambie porque en Cataluña vivimos muchas personas que nos sentimos españoles y que somos mayoría, aunque no lo parezca por el ruido que hacen otros. No nos pueden dejar a merced de estos separatistas, necesitamos sentirnos arropados por España.

–En un mundo tan globalizado, ¿cree que tendría cabida una Cataluña independiente?

–No tiene mucho sentido, es ir en contra de los fundamentos que nos rigen hoy en día. La unión hace la fuerza y Europa no está por la labor de disgregar. Además, sería un mal precedente para otros países que tienen conflictos regionales. Ha costado mucho esfuerzo unirnos como para que ahora algunos intenten separarnos de España y Europa.

–¿Cuál es su sentir respecto a Cataluña ahora mismo?

–Me despierta tristeza que haya tanta gente engañada y a la que han sembrado el odio hacia España. Son personas a las que les han inculcado un complejo de superioridad, como si en España fueran unos vagos y chupópteros que viven de los impuestos de Cataluña, lo que es falso.

–¿Qué cree que va a pasar el próximo 27-S?

–Desde Asociación por la Tolerancia estamos poniendo nuestro granito de arena para que la participación sea lo más alta posible. Creemos que así el separatismo no tiene cabida, al menos en esta generación. Soy moderadamente optimista, pero también pesimista de cara al futuro si no conseguimos controlar determinados mecanismos que son los que generan nuevos separatistas. Mientras las escuelas estén en manos de los separatistas, el futuro está en sus manos.