Toni Bolaño

El artículo de Toni Bolaño: Un soplo de aire fresco

A pesar de los augurios, Pedro Sánchez está saliendo vivo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezMARISCALAgencia EFE

María Guardiola, la candidata extremeña, ha hecho un claro «donde digo digo, digo Diego», cambiando el tercio sobre sus conversaciones con Vox, partido otrora vilipendiado por ella y ahora situado cerca del pedestal. ¿Forzada? Seguramente sí, porque en las filas extremeñas se les caía el pelo del sombrajo, refrán que cita en más de una ocasión el presidente José Antonio Monago. La señora Guardiola en su afán crítico nunca cita esta anécdota. Extremadura fue gobernada por el PP entre 2011 y 2015. Se limita ella ha recordar los 36 años de gobiernos socialistas y eso que doña María Guardiola fue alto cargo del Gobierno Monago. Llegó a ser secretaria general de Economía y Hacienda y posteriormente de Ciencia y Tecnología. De recién llegada nada de nada.

La polémica sobre los pactos con Vox no cesa y se cierne sobre la estrategia del PP que solo se ha salido del carril con su «Verano Azul» que no es para echar cohetes. Juzguen ustedes si el bueno de Borja Sémper descalzo y en la «playa» madrileña es un revulsivo o un fracaso. Lo que está claro es que no tapa el monumental lío de los pactos con la extrema derecha. En Valencia una ultra como presidenta del Parlament y de vicepresidente un señor que hizo una encuesta para dilucidar el nombre de su caballo. Opciones: caudillo o duce. En Baleares y Aragón se han situado dos personajes anti todo, lo racional, claro. Dicen que el votante del PP está cómodo con estos pactos con un partido que marca a la España en blanco y negro. ¿De verdad esto es así? Permítanme que lo dude. El votante popular es conservador, está horrorizado con Sánchez, y con la izquierda en general ya se la patria o no, pero no son ultras. No son antiabortistas, negacionistas del cambio climático, anti derechos individuales ni consideran la eutanasia una ley de muerte. Ni siquiera los empresarios niegan el cambio climático. La gran mayoría de grandes empresas se están adaptando al nuevo papel que les corresponde en este cambio estratégico de crear riqueza, pero al tiempo proteger el medio ambiente favoreciendo la reindustrialización descarbonizada y digital del país. Aquí, en España, y en toda Europa, donde la derecha ha levantado el banderín de enganche.

En Génova 13 están trabajando en enderezar la brújula, de momento sin demasiado acierto. La semana pasada fue una semana horribilis que no ha puesto en duda su victoria demoscópica pero le ha achicado espacios. En semanas, el presidente Sánchez no había tenido unos días tan plácidos trufados de entrevistas donde se explica. A pesar de los augurios, Pedro Sánchez está saliendo vivo. Está por ver si más vale tarde que nunca. O simplemente es demasiado tarde para recomponer el desaguisado comunicativo de los últimos dos años. De momento, ha recuperado pulso y el PSOE abandona esas cifras que hacían temblar los cimientos de Ferraz y Moncloa. Pero está lejos de ganar. Veremos si más cerca de gobernar aunque su «supuesto» socio no está en su mejor momento. Yolanda Díaz ha cometido demasiados errores y no recupera impulso. No digamos de ERC que vive un momento réquiem que los sitúa por detrás de Junts. Bueno, detrás del PSC, Junts y PP. En 2019 ganaron. En 2023 no estarán ni en el podio.

En este panorama complejo de tiras y aflojas, es un soplo de aire fresco que un ministro hable de política. De la política de su ministerio. Hablo de Héctor Gómez, ministro de Industria, que en sus entrevistas repasa sus sectores. Desde el turismo a la energía pasando por la industria y plazos para concretar fondos europeos. Tiene una agenda «imposible», pero se ve con todos los sectores y es bien recibida su voluntad de escuchar. Algunos dicen sin tapujos que ahora hay alguien al frente del ministerio. Y eso que llegó hace apenas tres meses. Lo más reseñable: marca posición huyendo del señalamiento cainita del adversario. Lo dicho, un soplo de aire fresco.