Resaca

El Gobierno asume la derrota en el «cara a cara», pero no cambiará de estrategia

Reconocen que fue un error elevar las expectativas y se centran ahora en ganar el postdebate

Pedro Sánchez
Vilnius (Lithuania), 11/07/2023.- Spain's Prime Minister Pedro Sanchez attends the meeting of the North Atlantic Council with Sweden at the NATO summit in Vilnius, Lithuania, 11 July 2023. The North Atlantic Treaty Organization (NATO) Summit will take place in Vilnius on 11 and 12 July 2023 with the alliance's leaders expected to adopt new defense plans. (Lituania, España, Suecia) EFE/EPA/FILIP SINGERFILIP SINGEREFE/EPA

El PSOE trata a duras penas de reponerse del golpe anímico que ha supuesto el «cara a cara» con Alberto Núñez Feijóo. En el partido daban máxima trascendencia al debate de Atresmedia, lo consideraban un punto de inflexión en la campaña y una herramienta decisiva para apuntalar la épica de la «remontada» que llevaban días alimentando, auspiciados por la recuperación de Pedro Sánchez en las encuestas. Esta influencia indisimulada, el presidente del Gobierno incluso llegó a cancelar el mitin previsto en Plasencia (Extremadura) el pasado sábado para centrarse en la preparación del mismo, ha jugado en su contra. Fuentes socialistas reconocen que las elevadas expectativas les han traicionado y que «Pedro no tuvo un buen día». A esto se limita el mínimo ejercicio de autocrítica que se hace internamente sobre la actuación del presidente del Gobierno, pese a que se percibiera que quedó superado por el líder de la oposición.

Otras fuentes apuntan abiertamente que se «subestimó a Feijóo», que es un «gran adversario» al que «no se han tomado en serio» y que el tono que desplegó en prime time no tuvo nada que ver con el que solía utilizar en el Senado, donde ambos ya se han enfrentado en varias ocasiones durante la legislatura. Enfrentamientos de los que Sánchez salió airoso –«con una posición ganadora»– e incluso criticando la «falta de solvencia» del líder del PP. Asumida la derrota, en Moncloa se centran ahora en intentar ganar el postdebate, acusando a Feijóo de «embarrar» y ahogar el debate en mentiras. «El formato era complicado para rebatir las mentiras que lanzó», se excusan en el entorno del presidente, asegurando que no había margen para «desenmascarar» las falsedades e intentar imponer tus propuestas y «tu verdad». «Es difícil desmontar y montar a la vez, eso te lleva el doble de tiempo y esto no es una entrevista en El Hormiguero», se escudan.

En el partido recuperan la teoría del «galope de Gish», una estrategia basada en la «metralleta de mentiras» imposible de desmentir en tan poco tiempo y que acabó por dejar fuera de juego a Sánchez en el primer bloque del debate, el económico, en el que más podía brillar exhibiendo la gestión del Ejecutivo en un contexto tan convulso, marcado por sucesivas crisis como las derivadas de la pandemia y la guerra de Ucrania. Sánchez fue incapaz de rebatirlas en directo y ahora el PSOE se afana en hacerlo en diferido y ya circula un vídeo por las redes sociales en las que desmonta los datos falsos que se trasladaron.

Con un saldo negativo para sus intereses, en Moncloa cambian de tercio y sostienen ahora que el debate no es determinante para el devenir de la campaña, porque todavía queda margen –11 días–para seguir apuntalando la tendencia positiva. «Queda campaña, el PSOE va ganando posiciones y las derechas ni mucho menos van sobradas», señalan. Se aferran además a que, aunque el presidente no estuvo acertado, tampoco cometió ningún error que enfangara la campaña o que le sacara del carril y que, por el contrario, Feijóo ha demostrado su verdadera cara.

«El moderado pasó a la historia. No esperábamos que saliera el Feijóo de verdad, el que machacó a Touriño con mentiras y fakes», señalan fuentes socialistas. Entienden que con el tono agresivo que exhibió el líder del PP lo que buscaba era ganar votos por su derecha, el voto útil de Vox, y deja expedito el espacio de la moderación a Sánchez. Uno de los objetivos de los socialistas con el debate era , precisamente, pujar por ese elector centrado e indeciso y por cercenar el flujo de sus propios electores que se están traspasando al PP. En torno a un 9%.

En todo caso, en la sala de máquinas socialista no está previsto un volantazo en la estrategia. «No se va a cambiar nada», aseguran tajantes en el entorno del presidente, donde apuntan que mantendrá su estrategia de sobreexposición en medios, aderezada con algún mitin quirúrgico –como el que mañana se celebra en Santander– en aquellos territorios donde hay escaños en liza. Este, en concreto, por el diputado que deja huérfano el PRC al no presentarse a las elecciones. «Insistiremos en esto. Es bueno que el presidente del Gobierno tenga la mayor aparición pública», destacan, con la previsión de una traca final de entrevistas en medios de comunicación para la última semana de campaña.

El PSOE tampoco variará sus líneas discursivas. Pese a que Sánchez tuvo poco éxito en el retrato del PP con Vox durante el debate, los socialistas insistirán en esta vía, porque creen que es un argumento imbatible para movilizar a sus electores. «Se han quitado la careta, 20 días han dado para mucho y el PP ha intentado evitar que no se perciba esto», aseguran fuentes socialistas, que no creen que esto pueda tener un efecto rebote para reforzar la mayoría de Feijóo como pasó en Andalucía con Moreno.