Ofensiva mediática

Sánchez: "No tienen nada contra mí. No soy perfecto, pero soy limpio"

El presidente del Gobierno plantea la disyuntiva entre un "gobierno progresista o un gobierno ultraderechista" tras el 23J

El presidente del Gobierno sigue inmerso en su ofensiva mediática para intentar "pinchar la burbuja del sanchismo". Una burbuja que se ha inflado, en su opinión, durante cinco años de omisión comunicativa por parte de la Moncloa y de "manipulaciones, mentiras y maldades" por parte de la "opinión publicada". Pedro Sánchez ha acudido esta mañana a "El Programa de AR" uno de esos formatos "hostiles" para los intereses del Gobierno en los que el candidato socialista está dispuesto a dar la batalla de la opinión pública de cara a las elecciones del 23J para remontar en las encuestas y desmontar los "bulos e insidias" que se han vertido contra él sin oposición.

"No tienen nada contra mí. No soy perfecto, pero soy limpio", ha asegurado el jefe del Ejecutivo, cuestionado sobre las razones de fondo del giro en la posición de España sobre el Sáhara. Sánchez se quejó de la "argumentación sibilina de la derecha" que va desde el cuestionamiento de Feijóo, que "deslizó" que "no sabemos exactamente qué hay en el móvil de Sánchez", hasta las informaciones que "he tenido que leer" sobre que "mi mujer está relacionada con una red de narcotráfico en Marruecos". "El problema es que venimos de una administración anterior, de un presidente del Gobierno que tuvo verdaderos problemas con el móvil y sus mensaje de apoyo a un corrupto como fue Bárcenas. El problema es que hoy no tienen nada contra mí, porque yo soy un político limpio. No soy perfecto, pero soy una persona limpia". Para Sánchez, "lo que no es aceptable es que para tratar de hacer daño y seguir hinchando la burbuja del sanchismo", se utilicen "insidias y mentiras" de las que hasta ahora no se ha podido defender.

El jefe del Ejecutivo ha mantenido el hilo argumental de entrevistas anteriores, planteando la disyuntiva entre un "gobierno progresista o un gobierno ultraderechista", recuperando las declaraciones de la entrevista precedente de Alberto Núñez Feijóo en la que aseguró que si necesita el apoyo positivo de Vox para la investidura tendrían acomodo en su Consejo de Ministros. Sánchez cree que la derrota del 28 de mayo se produjo por una desmovilización de la izquierda, mientras que el espectro de la derecha está "hipermovilizado" y asegura que gracias a los pactos entre PP y Vox el espacio progresista está saliendo de su letargo.

El presidente esquivó sus contradicciones recuperando el argumento recurrente de que no es mentir si no se hace con el ánimo de ocultar su verdadera intención y defendió su cambio de criterio sobre los indultos como una herramienta para "garantizar la convivencia en Cataluña". El largo intercambio de pareceres, "esa es su opinión", le ha espetado Sánchez a la presentadora en varias ocasiones sobre sus apreciaciones, fue bastante más extenso de lo habitual, con incluso llamamientos de la propia Quintana a que "dejasen en paz" al presidente, que tenía que interrumpir la entrevista para iniciar el Consejo de Ministros, porque "estaba muy a gusto".