Incidente ferroviario
Pocas y tardías soluciones tras los incidentes del AVE Valencia-Madrid: “Mucha gente no ha podido ir a votar”
Más de 8.500 pasajeros se han visto afectados por el cese del tráfico de trenes. “Había gente tirada por el suelo, personas mayores sin poder sentarse, temperaturas superiores a 35 grados... Ha sido un caos”
Un incidente ha provocado la avería en las instalaciones en el túnel de San Isidro, Valencia, obligando a suspender el servicio de los trenes con entrada y salida a la ciudad del Turia. Más de 8.500 personas han resultado afectadas con estos parones. Muchos de ellos se disponían a ejercer su derecho al voto y, a pesar de planificar el viaje con suficiente antelación, se han quedado sin poder acudir a las urnas.
A pesar de que la avería fue detectada alrededor de las 4:00 de la mañana, Adif no ha podido resolver la incidencia a tiempo para reanudar el tráfico de trenes. “Sobre las 3:46 horas de la madrugada se han ocupado los principios de vía del túnel de acceso de alta velocidad porque había unos 80 centímetros de agua sobre el carril, que impedían la circulación de los trenes”, explicó Ángel Contreras, el director general de Conservación de la empresa pública de transportes. Parece ser que la Policía Local y los Bomberos pusieron en marcha un dispositivo que detectó humo y comprobó que el sistema de bombeo había fallado por causas desconocidas. “Se está trabajando en poner una bomba auxiliar para poder trabajar de forma autónoma y evacuar el agua lo antes posible”, añadió Contreras.
Sin embargo, al cierre de las mesas electorales, a las 20:00 horas, el servicio de trenes todavía no había sido reanudado y muchos pasajeros se habían tenido que “quedar en tierra”, sin poder acudir al colegio electoral a pesar de haberlo programado.
Renfe ha ofrecido alternativas a más de 5.000 pasajeros. Además de reembolsar el dinero del billete y ofrecer la posibilidad de cambiarlo por otro, se han habilitado autobuses para que muchos pasajeros pudieran llegar a su destino. No obstante, la sensación de la mayoría de los afectados es que la respuesta ha sido lenta e insuficiente. Tal es así que, como explica el abogado Daniel Espinosa, uno de los afectados: “Mucha gente viajaba expresamente para votar y ha tenido que desistir, especialmente la gente más mayor".
Daniel llegó junto a su familia a la estación de Joaquín Sorolla después de las 9:30 horas. Había adquirido sus billetes con tiempo para poder llegar a tiempo al colegio electoral. Al llegar, se encontró con un panorama desolador: “Había trenes cancelados desde las 7 de la mañana. La gente estaba tirada por el suelo, echa polvo, personas mayores de pie, con 35 grados... La estación es muy pequeña, con un par de cafeterías que estaban repletas y la gente mayor no podía sentarse. Yo estaba horrorizado”.
En torno a las 11:00 horas la cancelación de todos los trenes era un hecho. Todos los pasajeros comenzaron a llamar a las compañías con las que viajaban en busca de soluciones, pero no hallaban respuesta. “Nadie cogía el teléfono, debían estar saturados o no estaban preparados para lo que ha pasado, precisamente en una jornada como esta”, explica.
Tras más de media hora, Ouigo, la compañía con la que viajaba Daniel, escribía confirmando la cancelación del billete y ofreciendo tres alternativas: el reembolso del billete, el cambio por otro o la posibilidad de canjearlo en los próximos 30 días. “El problema es que, al acceder a la aplicación, los únicos trenes que había no llegaban a Madrid a tiempo para llegar al colegio electoral y el precio de los billetes no bajaba de 200 euros por persona”, apunta indignado.
A las 13 horas, en vista de que nadie le daba una solución, Daniel contactó con la Junta Electoral y con Adif, pero todo eran trabas: “La Junta Electoral decía que estaba hablando con Adif y no tenía respuesta; Adif te remitía a tu compañía... y allí estábamos todos en busca de una solución que no llegaba”.
Las soluciones tardaban en llegar, así que muchos pasajeros han tratado de encontrarla por sí mismos, no sin complicaciones: la aplicación blablacar estaba saturada, no quedaban coches de alquiler y, los que había, tenían un precio desorbitado. Finalmente, Daniel ha conseguido que un familiar le dejara un coche para viajar a Madrid y llegar a tiempo para su cita con las urnas, pero no da crédito a la gestión: “Pasadas las 17 horas, nosotros hemos conseguido solucionar nuestra situación. Cuando nos hemos marchado, allí nadie había habilitado un autobús todavía ni ofrecido soluciones a quienes queríamos llegar a tiempo para votar. Estamos hablando de Renfe, Adif... empresas importantes. Yo estoy indignadísimo. Las cosas se han hecho muy mal. Si sabían que había una avería desde antes de las cinco de la mañana... ¿por qué nadie ha actuado? No hemos visto una solución desde la Junta Electoral y los organismos públicos han actuado muy tarde. Mi crítica es que la respuesta ha sido muy tardía, especialmente en un día como hoy”, concluye.
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