El 60% de los españoles ha comprado tecnología que le ha resultado poco útil

Los españoles no siempre acertamos a la hora de comprar tecnología . Al menos, así lo afirma un estudio de Grover, que revela que el 60% de los españoles ha comprado en alguna ocasión gadgets que le han terminado resultado poco útiles, o bien, que no cumplían con sus expectativas.

Según el estudio “Uso y consumo de la tecnología en 2024”, este fenómeno se refleja en la creciente diversidad de dispositivos que acumulamos, con el 45% de los españoles poseyendo más de seis gadgets, siendo smartphones, televisores y ordenadores los más utilizados.

Sin embargo, el interés por dispositivos como drones, cascos de realidad virtual, patinetes eléctricos y cámaras de fotos, que inicialmente parecen atractivos, tiende a disminuir después de la compra, dejando estos dispositivos en desuso. De hecho, el citado estudio destaca que cerca del 39% de los consumidores ha adquirido tecnología para un uso puntual, evidenciando una desconexión entre la expectativa de utilidad y la realidad de uso frecuente.

Sostenibilidad tecnológica

Esta situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las prácticas de consumo tecnológico de los españoles . La impulsividad y la falta de reflexión previa a la compra son factores comunes detrás de este fenómeno.

En este sentido, muchos usuarios están adquiriendo gadgets sin tener una necesidad clara o solo para usos muy específicos y esporádicos. Esto no solo conlleva una acumulación de dispositivos en desuso, sino también un impacto ambiental significativo asociado a la producción y desecho de electrónicos.

Alquiler sostenible

Ante este panorama, el alquiler emerge como una alternativa viable y sostenible. La plataforma de Grover, que ya cuenta con más de 230.000 usuarios registrados en España, pretende ofrecer un modelo que permita a los consumidores disfrutar de la tecnología de forma flexible.

Su propuesta es la del alquiler de productos tecnológicos. Una iniciativa que permite a los usuarios acceder a los dispositivos más recientes sin la necesidad de comprometerse a largo plazo. Un enfoque que responde a la demanda de consumo responsable, abordando de paso la problemática de la obsolescencia programada y la generación de residuos electrónicos.

Hábitos más conscientes

El estudio también destaca la importancia de adoptar modelos de consumo más conscientes y sostenibles, particularmente en un contexto donde la innovación tecnológica avanza a un ritmo desenfrenado.

De esta forma, el alquiler de tecnología se postula como una solución práctica para evitar la acumulación de gadgets poco utilizados, promoviendo un uso más racional y sostenible de los recursos. Una alternativa que también afecta a las empresas. Y es que, mientras que la tecnología continúa evolucionando y ofreciendo nuevas posibilidades para mejorar nuestra vida cotidiana, es esencial que los consumidores y las empresas adopten prácticas más responsables.

La adopción de modelos de consumo alternativos, como el que propone Grover, puede suponer un paso crucial hacia un futuro más sostenible en el que la tecnología sirva verdaderamente a nuestras necesidades sin comprometer el bienestar del planeta.