Recursos Humanos
Empleo en tiempos de ChatGPT: así cambiará
Pese a que pueda eliminar algunos puestos, diversas voces apuestan por una visión más positiva de la IA, centrada en las personas y capaz de potenciar habilidades humanas
De que el cliente fuera lo primero a que el empleado ocupe ese lugar preferente. La pandemia de la Covid 19 puso muchas cosas boca arriba y la preocupación por el empleado y cómo hacer una mejor gestión de los Recursos Humanos (RRHH) fue, por distintas razones, una de ellas.
«Cuando llegó la pandemia las compañías se dieron cuenta de que le faltaba mucha información», reconoce Adolfo Pellicer, director general de Workday en Iberia, una empresa que desarrolla una plataforma de gestión de finanzas y RRHH en la nube. «Los líderes de las compañías se dieron cuenta de que se había invertido mucho en tecnología alrededor del cliente y muy poco alrededor del empleo».
Impacto de la tecnología
Pellicer explica que la tecnología puede tener un impacto importante en las empresas a diferentes niveles. «Vamos a tener más eficiencias dentro de todos los departamentos, las personas van a tener más tiempo para tareas más analíticas y estratégicas versus tareas operativas y repetitivas, y la experiencia del empleado será mejor, lo que provocará un impacto positivo en aumentar el compromiso, mayor fidelización de empleo y un impacto positivo en la cuenta de resultados».
Sin embargo, en el evento Rising EMEA que la compañía ha celebrado en Barcelona, ese impacto de la tecnología en el trabajo ha girado, sobre todo, en relación a la Inteligencia Artificial (IA). La visión de esta empresa que ha querido transmitir en Barcelona es positiva en cuanto a todos los beneficios que va a conllevar, todas las posibilidades que va a brindar a los empleados y el respeto, tanto a los derechos y los datos de las personas, como por abogar por una IA centrada en las personas.
Tomás Chamorro-Premuzic, director de innovación de ManpowerGroup, profesor de psicología empresarial en el University College de Londres y en la Universidad de Columbia, y colaborador del Entrepreneurial Finance Lab de Harvard, fue el encargado de inauguar el evento. En su charla, aseguraba que las críticas más comunes que se le hacen a la IA son la pérdida de empleos, la introducción de sesgos en la sociedad y la percepción de que la IA está haciendo que las personas sean más antisociales. «Aunque es cierto que algunos trabajos pueden ser eliminados, la mayoría de las veces, lo que la IA elimina son tareas dentro de los trabajos, cambiando las habilidades requeridas» por lo que, según su visión, lo que conlleva es la necesidad de que los humanos se reinventen y aprovechen la oportunidad para realizar actividades más intelectuales y creativas.
En lo que a los sesgos en la IA se refiere, dado que los algoritmos están desarrollados por humanos, tiene estos prejuicios pero la solución «no es eliminar la IA, sino abordar los sesgos subyacentes en la sociedad y reentrenar los algoritmos para considerar el futuro en lugar del pasado», explicaba.
En cuanto a la última crítica, y con un toque de humor, este experto explicaba que la IA no está haciendo a las personas más antisociales sino que está «normalizando el narcisismo digital y la auto divulgación inapropiada» por lo que, de nuevo, enfatiza la necesidad de que las personas cultiven habilidades que la IA es menos probable que desarrolle, como la inteligencia emocional y la profundización en la experiencia. «En general, la IA, a pesar de sus imperfecciones, ofrece oportunidades para el cambio y la mejora», subrayaba.
Humanos y regulación
Angelique De Vries-Schipperijn, presidenta de Workday en EMEA, subrayaba además que la visión con la que trabaja esta compañía es que la IA debe estar centrada en el ser humano. «Estamos tratando de averiguar cómo la IA realmente amplifica el impacto humano de lo que hacemos». Algo para lo que, asegura, se están reuniendo con clientes, empleados y terceras partes.
En esas reuniones también están implicados los reguladores europeos, del Reino Unidos, Estados Unidos, grupos de trabajo o think tanks, quienes trabajan en una propuesta para legislar la IA. «Siempre hemos adoptado una postura responsable en términos de regulación y privacidad de datos, destacando su compromiso con «ser un socio confiable para nuestros clientes», reforzaba esta directiva.
No obstante, Carl Eschenbach, Co CEO de Workday, recuerda que se necesita un equilibrio de la “implementación de reglas con la promoción de la innovación”, aunque se insiste en que esta empresa ha tenido una participación activa en el desarrollo de regulaciones en la Unión Europea y en los Estados Unidos. «Nos guiamos por nuestro principio fundamental de apoyar a las personas, lo que nos diferencia de otras empresas de software empresarial. Pero debemos equilibrar la regulación y la innovación para aprovechar la tecnología de manera positiva y productiva», enfatiza.
Aplicaciones prácticas
Pero, ¿cómo puede la IA ayudar a los humanos en su trabajo? Workday mostraba algunas de las primeras aplicaciones prácticas en su producto (asegura tener más de 40 casos de uso) como, por ejemplo, la generación de los textos cuando se abre una posición de empleo. Algo que, según sus responsables, podría tardar días y que ahora se resuelve en segundos. Por cierto, según algunos pronósticos, en 2026 el 95% del contenido en Internet estará generado por la IA.
La compañía también mostraba en Barcelona cómo, gracias a la IA, los responsables de las empresas van a poder conocer cuáles son los candidatos más idóneos para asumir determinadas posiciones y, por tanto, poder crear grupos de trabajo más eficientes de forma más rápida. Otros casos de uso serían que la IA valorase si algunos empleados merecen una revisión de su salario o recalcular esta nómina si hay un cambio de ubicación.
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