Entrevista

«Se puede ganar dinero haciendo el bien» Jesús Hernández-Galán, Director de AccesibleEU

A Jesús Hernández-Galán un accidente mientras cursaba ingeniería de montes le cambió la vida, a nivel personal y profesional. No solo realizó su tesis sobre accesibilidad en espacios naturales sino que desde 2003 dirige el área de accesibilidad en Fundación ONCE, formándose en múltiples disciplinas relacionadas con la accesibilidad. También es el director de AccessibleEU y Premio Nacional de Innovación 2024 por su trayectoria profesional.

Jesús Hernández-Galán, CEO de AccesibleEU
Jesús Hernández-Galán, CEO de AccesibleEULR

¿Qué novedades aporta la nueva Ley Europea de Accesibilidad frente a la legislación española existente?

La nueva ley europea establece un marco común de accesibilidad para los 27 países de la Unión Europea, algo que antes no existía. Aunque la legislación española ya era bastante avanzada, se espera que la directiva europea mejore el cumplimiento porque la Comisión Europea exigirá a los países que supervisen y controlen la accesibilidad de productos y servicios. Sin embargo, la ley no incluye un régimen sancionador, lo que podría limitar su efectividad, aunque confío en la presión europea para que no fracase. La ley obliga a que cualquier producto o servicio regulado que se venda en Europa, independientemente de dónde se fabrique, sea accesible, lo que tendrá un impacto global. Afecta especialmente a servicios de transporte, elementos digitales (compra de billetes, información, reservas), servicios de emergencia, comercio electrónico, audiolibros, libros electrónicos y servicios financieros. Sin embargo, se queda corta porque no regula ámbitos como sanidad, educación o servicios sociales, y solo menciona el entorno construido de forma indirecta.

¿La tecnología está olvidando la accesibilidad en sus productos?

No del todo. Los grandes fabricantes, especialmente estadounidenses, ya cumplen normativas como la Sección 508 de la American Disability Act, que exige accesibilidad. Poco a poco se incorporan más elementos accesibles, aunque preocupa la inteligencia artificial, que puede generar sesgos si no se entrena con suficiente diversidad humana. Por ejemplo, los algoritmos pueden no reconocer a personas en silla de ruedas o con diferente color de piel. También hay problemas con sistemas de identificación por imagen en la banca digital, que excluyen a personas ciegas o con movilidad reducida. Aunque se avanza, es necesario vigilar para que la tecnología no excluya a nadie.

¿Qué ocurre con el auge de la tecnología basada en la voz?

El uso de asistentes de voz puede ser problemático para personas sordas, con dificultades en el habla o tartamudez, ya que la tecnología no siempre reconoce bien su forma de comunicarse, generando barreras adicionales.

¿Cómo se combinan los roles en Fundación ONCE y el Centro Europeo de Accesibilidad?

Ambos roles son complementarios. Lo que se desarrolla en Fundación ONCE se extiende a nivel europeo y viceversa. Fundación ONCE cuenta con un equipo multidisciplinar de unas 50 personas, incluyendo ingenieros, arquitectos, expertos en turismo, comunicación y un gran número de personas con discapacidad, lo que aporta calidad y garantías al trabajo del Centro Europeo de Accesibilidad.

¿Qué relación mantiene Fundación ONCE con las grandes tecnológicas?

La relación es muy estrecha, con convenios de colaboración con empresas como Google y Microsoft. También trabajan con asociaciones tecnológicas y startups que desarrollan soluciones para personas mayores o con discapacidad. Hay interacción constante, tanto con multinacionales como con pequeñas empresas innovadoras.

¿Por qué es importante el “Accessibility by Design” en el desarrollo tecnológico?

Por razones de mercado: un producto accesible es más usable y confortable, y permite llegar a más clientes, incluidos los que tienen limitaciones. Además, se puede ganar dinero haciendo el bien y atendiendo a colectivos vulnerables. La accesibilidad beneficia a toda la población en algún momento de la vida, ya sea por edad, una lesión temporal, embarazo o cualquier otra circunstancia. La tecnología debe ser comprensible y fácil de usar, especialmente para personas mayores, donde la falta de competencias digitales es una barrera importante, aunque esta irá disminuyendo con el tiempo.

¿Qué papel tienen las administraciones públicas en la accesibilidad de las Smart Cities?

En el origen de las Smart Cities se priorizó la tecnología y ganaron las grandes empresas, pero se olvidó al ciudadano. Ahora es fundamental tener en cuenta las necesidades de toda la ciudadanía. Por ejemplo, sistemas de alumbrado que se encienden por detección pueden generar inseguridad. También es necesario adaptar cruces peatonales y semáforos inteligentes a las nuevas formas de movilidad y a las personas con discapacidad. Las ciudades deben pensar tanto en el diseño urbano como en los dispositivos tecnológicos y la movilidad.

¿Se están olvidando las administraciones de la accesibilidad en los servicios digitales?

Sí, por ejemplo en el voto accesible. Aunque existe la opción en braille, no todos lo leen y muchas personas deben confiar en terceros, perdiendo el secreto del voto. Se reclama la implantación de soluciones como el voto mediante QR.

¿Qué aspecto de la accesibilidad suele olvidarse y es fundamental?

Más allá de la tecnología, la responsabilidad ciudadana es clave. Por ejemplo, no ocupar plazas reservadas o dejar patinetes en mitad de la calle. Todos somos responsables de la accesibilidad, no solo las administraciones y empresas.

¿Cuál sería el gran objetivo a conseguir en accesibilidad?

Que los equipos de accesibilidad no sean necesarios porque la accesibilidad esté interiorizada en la formación de todos los profesionales, en las empresas y en la administración pública.

¿Qué es el Centro Europeo de Accesibilidad y cuáles son sus logros?

Creado en 2022, liderado por Fundación ONCE, es un consorcio multidisciplinar que forma profesionales, recopila documentación y buenas prácticas, y elabora indicadores para monitorizar la accesibilidad en Europa. En dos años y medio han formado a más de 35.000 profesionales y recopilado más de 600 documentos. El objetivo es convertirse en el referente europeo, aunque aún están en sus inicios.

¿Cómo está España en comparación con otros países europeos en accesibilidad?

España está a la cabeza de Europa, con más ciudades premiadas en los Access City Awards que ningún otro país, demostrando que la creatividad y la innovación permiten avanzar incluso en ciudades patrimoniales.

¿Cómo ha cambiado la percepción de la accesibilidad en el entorno urbano?

Elementos como los pasos rebajados o los autobuses de piso bajo, antes impensables, ahora se consideran imprescindibles y han mejorado el confort y la eficiencia para toda la ciudadanía, no solo para personas con discapacidad.