Educación
“La tecnología nos ayuda a democratizar la educación”, Ainhoa Marcos, Odilo
Fue la responsable de firmar, para Microsoft, los acuerdos con las Consejerías de Educación durante la pandemia para permitir que los alumnos siguieran recibiendo clases. Ahora, Ainhoa Marcos es la VP Education Spain y Global K12 de Odilo, una plataforma tecnológica educativa que, asegura, emplea incluso cuando imparte clases en la Universidad
Con el objetivo de “hacer llegar a las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, de España la propuesta de valor de Odilo”, Ainhoa Marcos asumía recientemente su papel como VP Education Spain y Global K12 de la startup de educación en España, cargo que compatibiliza con el de directora del área Y12 (educación hasta los 12 años).
En su primera entrevista como VP Education Spain y Global K12 Marcos, defiende que Odilo es una “solución totalmente nueva y transformadora en el ámbito educativo” pero reconoce que lo principal es “generar confianza en el mercado”. Para ello, ha conformado un equipo de seis personas de las que 5 se acaban de incorporar a la compañía. Todas ellas, asegura Marcos, son expertos en educación y con experiencia trabajando con la administración pública. “Mi objetivo fundamental es que los clientes nos vean como expertos en educación, como una empresa que les vamos a ayudar a conseguir sus objetivos de aprendizaje en todas las áreas en las que ellos trabajen”, asegura. A partir de esa labor de consultoría, debería llegar la implantación del producto para “conseguir ese impacto a través de proyectos que nos permita transformar la educación” en España.
Pero, ¿cómo cree Odilo que debe ser esa transformación? Ainhoa Marcos defiende que la educación no puede ser igual para todos sino que debe adaptarse a las características de cada alumno. “No todas las personas aprenden de la misma manera. Ni aprenden al mismo ritmo ni con los mismos tipos de contenidos”, expone, por lo que, justifica, “la educación ya no puede ser lineal, basada en un único libro de texto”.
Para lograr esa personalización “basada en las habilidades, en las competencias y en las características de cada alumno”, Marcos entiende que la tecnología es el gran aliado. “La tecnología nos ayuda a democratizar la educación”, sentencia.
Para eso, docentes, equipos directorios, consejerías de educación y familias deberán tener las herramientas adecuadas para poder gestionar esa personalización del aprendizaje, mientras que el alumno podrá “consumir unos contenidos más acordes a su personalidad” de forma que el aprender se vuelva algo más motivador. “Lo que ya estamos desarrollando son los hábitos de aprendizaje, el gusto por el aprendizaje”, subraya, independientemente del sistema por el que cada uno se rija.
Todo tipo de educación
Odilo es una plataforma educativa para todo tipo de formación, desde la básica y elemental hasta la universitaria y de posgrados.
Su directora general explica que Odilo se basa en tres elementos: contenidos, tecnología y personas. A partir de ahí, se configura un catálogo de contenido (de hasta 4 millones) que van desde vídeos multi formato y multi idioma hasta podcast, audios, etc.. “El ser el mayor agregador de contenidos educativos del mundo nos permite acometer proyectos en todas las áreas de aprendizaje y en todos los niveles de aprendizaje”, defiende Marcos.
Además, asegura que su empresa es “capaz de entender cuáles son las necesidades de aprendizaje de cada institución o cada departamento dentro de una institución” y, a partir de ahí, elaborar o crear una propuesta a medida. Según sus datos, a día de hoy tiene 170 millones de usuarios en todo el mundo y cerca de 8.000 instituciones que trabajan con ellos.
Marcos también defiende que el profesorado va a seguir siendo la clave en estos nuevos modelos educativos. “Ninguna tecnología va a poder reemplazar esa capacidad humana que tiene el docente”, subraya, añadiendo que la tecnología, lejos de reemplazar al docente, le dará superpoderes.
En su caso, Odilo pone a disposición de los docentes una herramienta de inteligencia artificial con la que los profesores puedan crear sus propios materiales para sus alumnos, asistidos por inteligencia artificial. “De esta manera estamos eliminando la burocracia y temas procedimentales para los docentes, para que cuando estén en el aula con el alumno puedan dedicar más tiempo realmente a lo que es esta personalización de la enseñanza”, enfatiza.
Marcos asegura también que siempre habrá unos sistemas y pruebas curriculares que midan competencias y conocimientos. “Lo que nosotros hacemos es personalizar esa acercamiento del alumno a ese aprendizaje, ofreciendo distintas maneras de aprender esas matemáticas o esa historia”, explica, a través de algoritmos de recomendación, ofreciendo una “experiencia de descubrimiento en la que el alumno no busca el contenido, sino que el contenido encuentra al alumno”.
Marcos también defiende la calidad de los contenidos en su plataforma, que muchas veces proviene de las editoriales de libros de texto “clásicos”.
Aunque algunos de ellos tienen derechos de autor también lo hacen con recursos educativos abiertos, es decir, contenidos que los docentes crean y se convierten en recursos educativos abiertos que se comparten en la comunidad educativa.
Una historiadora experta en Educación
Ainhoa Marcos es Licenciada en Historia porque, reconoce, siempre quiso ser profesora de esta materia. Pero la vida le dio la oportunidad de trabajar para empresas tecnológicas como Microsoft precisamente en el área educativa.
En aquel puesto, fue la responsable de firmar los acuerdos con las diferentes consejerías de Educación durante la pandemia, de manera que los alumnos de la formación obligatoria pudieran seguir recibiendo clases a distancia.
Marcos asegura que Odilo no es competencia de las plataformas educativas ni de Google ni de Microsoft, sino que se integran con ello porque son propuestas diferentes.
Lo que sí le plantea más problema es la resistencia al cambio y el no querer utilizar la tecnología en las aulas. Tanto que uno de los servicios que Odilo ofrece cuando implementan un proyecto es, precisamente, la gestión del cambio que supone trabajar de una forma diferente. Eso sí, cree que se debe apostar por el equilibrio, sin que sea todo formarse con nuevas tecnologías o renunciando a ellas. “La tecnología es una herramienta más, como las tijeras para recortar. Y hay que enseñar al alumno cómo usarla más adecuadamente".
“El problema es que hasta ahora no se lo hemos enseñado. Les hemos dado una herramienta poderosísima. Sin límites. Pero lo que no podemos es eliminarlo de sus vidas porque forma parte de ellas y de su futuro”, sentencia.
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