Infodefensa
Defensa refuerza las medidas para evitar contagios en las misiones en el exterior
Crea un protocolo para garantizar la protección y mantiene, de momento, los relevos previstos. Ultima el repliegue parcial de efectivos en Irak y Afganistán
España mantiene, en plena crisis mundial por la pandemia del coronavirus, a cerca de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas desplegados fuera de sus fronteras en misiones de la Unión Europea, OTAN y Naciones Unidas en países como Letonia, Mali, Irak, Líbano o Afganistán. Ante la rápida propagación del bautizado como Covid-19 en las últimas semanas, el Ministerio de Defensa ha puesto en marcha en cuestión de días medidas para garantizar la seguridad de los militares y permitir así que continúen cumpliendo con su misión a miles de kilómetros de casa.
El foco está puesto en dos puntos. Por un lado, el Departamento que dirige Margarita Robles ha intensificado ya los controles al personal que forma parte de los relevos que salen desde España a las diferentes operaciones y, por otro, se trabaja para que dichos relevos puedan efectuarse en las fechas previstas, antes del inicio de la crisis.
El Estado Mayor de la Defensa (EMAF), órgano del ministerio responsable del planear y conducir las misiones nacionales e internacionales de las Fuerzas Armadas, a través del Mando de Operaciones (MOPS), explica en una frase las medidas adoptadas. “Se ha implementado un protocolo para llevar a cabo los relevos de los contingentes con la finalidad de asegurar la protección de fuerza, evitando la entrada de personal infectado por el virus Covid 19 en los países en los que estamos desplegados y manteniendo en la medida de los posible las fechas de relevo previstas de los contingentes”, informan desde el gabinete de comunicación del EAD.
La prioridad, por tanto, es que ningún militar llegue a zona de operaciones con el coronavirus y que, aquellos que están en perfectas condiciones, puedan hacer el viaje sin problema, cogiendo el testigo de los que regresan. El relevo, o en otras palabras, la llegada periódica -en muchos casos cada seis meses- de un nuevo personal de refresco a la misión es una pieza clave para garantizar el éxito, pero también componen el puzzle otras piezas como el sostenimiento, que consiste básicamente en el envío periódico de suministros (equipos de repuesto, material nuevo o víveres) por vía aérea y marítima.
Todo este trabajo de apoyo a las misiones se está topando con decisiones como el cierre del espacio aéreo decretado por muchos países a los vuelos procedentes de España, segundo país como más contagios por el virus de Europa, solo por detrás de Italia. Antes este panorama, Defensa busca la forma de sortear estas restricciones y continuar cumpliendo con los compromisos internacionales.
El Jefe de Estado Mayor de la Defensa, (Jemad), general del Aire Miguel Ángel Villarroya, aseguró la semana pasada que los relevos programados en las operaciones se estudiarán caso por caso cuando toque. El general, que está al frente de la “Operación Balmis” del Ministerio de Defensa contra el coronavirus en España, afirmó durante una de las rueda de prensa diarias del comité de gestión de la crisis que hasta el próximo mes de mayo no estaban previstos nuevos relevos. Por tanto, todavía hay margen de maniobra.
En torno a esas fechas, deberán regresar a España los dos contingentes más numerosos de las Fuerzas Armadas en el extranjero, destacados en Líbano, bajo paraguas de Naciones Unidas, y en Irak, dentro de una coalición de países creada en su momento para combatir el Estado Islámico y adiestrar a las fuerzas iraquíes. Cada uno de estos despliegues cuenta con unos 600 militares españoles sobre el terreno, casi 1.200 en total.
Repliegue en Irak y Afganistán
Precisamente, la misión de Irak es una de las tres operaciones en el exterior afectadas, de momento, por la crisis del coronavirus. El Ministerio de Defensa ha decidido el repliegue temporal de unos 150-200 militares del contingente, después de la suspensión de las tareas de instrucción al Ejército de este país en el centro de entrenamiento de Besmayah, al sur de Bagdad, donde se concentra la mayor parte de las tropas españolas. La previsión es que los militares regresen, una vez la situación vuelva a la normalidad. Esta decisión no afecta al resto de capacidades militares del contingente. Es decir, continuará, por ejemplo, la unidad de helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet), compuesta actualmente por tres Chinook y tres Cougar, que opera desde la base de Camp Taji, junto a helicópteros estadounidenses. Tampoco tiene efectos sobre los drones españoles que operan en la localidad de Al Taqqadum.
En Afganistán, el Ministerio también retirará una parte de los 65 militares en el país, dedicados a la formación de las tropas afganas. Al igual que en Irak estas actividades están paralizadas por la pandemia. El EMAD comunicó este viernes que en “el próximo vuelo programado” de sostenimiento a la operación “Resolute Support” en el país asiático se trasladará a personal español. En este vuelo también viajarán militares de Portugal y personal civil de estados de la UE y Suiza, tras recibir solicitudes de apoyo en los relevos y repatriación de su personal en Afganistán por diversos países aliados.
El coronavirus también ha saltado a la “Operación Atalanta” que lucha contra la piratería frente a las costas de Somalia, en el océano Índico. Defensa detectó aquí la semana pasada el primer infectado por coronavirus en misiones en el exterior. Se trata de un oficial de la Armada que formaba parte del relevo del Estado Mayor de la misión, destacado en Yibuti, en el cuerno de África.El oficial y el resto del relevo, 22 militares más, regresaron a España a bordo de un avión de transporte A400M del Ala 31 del Ejército del Aire. La aeronave, medicalizada para esta misión, voló desde su base en Zaragoza hasta Yibuti, para regresar después a la base aeronaval de Rota (Cádiz). Las capacidades que aporta este avión, del que el Ejército del Aire ya tiene ocho unidades, han sido puestas a disposición de las autoridades competentes en esta crisis.
Pero, estos días, el despliegue más importante, el que lucha contra el Covid-19, sigue estando en casa. La “Operación Balmis” continúa creciendo cada día que pasa. La Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Armada, y hasta la Guardia Real, contaban este viernes 28 con casi 3.500 militares repartidos por todo el territorio nacional y en casi dos semanas ya han prestado apoyo, a través de tareas de desinfección, montaje de hospitales y centros de acogida o patrullas de vigilancia e información, a medio millar de localidades.
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