País Vasco

Más autogobierno en el acuerdo entre PNV y PSE

Con la incógnita de si Mendia será consejera de Urkullu. Acuerdan desarrollar todo el Estatuto de Gernika y asumir la gestión de las cárceles

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, (2d) el lehendakari en funciones y candidato a repetir en el cargo por la formación nacionalista, Iñigo Urkullu, (d) el burukide Joseba Aurrekoetxea (3d) junto a la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, (i) y el secretario de organización de los socialistas vascos, Miguel Ángel Morales, este lunes en la reunión este para dar inicio a las negociaciones para conformar un gobierno de coalición en País Vasco
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, (2d) el lehendakari en funciones y candidato a repetir en el cargo por la formación nacionalista, Iñigo Urkullu, (d) el burukide Joseba Aurrekoetxea (3d) junto a la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, (i) y el secretario de organización de los socialistas vascos, Miguel Ángel Morales, este lunes en la reunión este para dar inicio a las negociaciones para conformar un gobierno de coalición en País VascoLuis TejidoAgencia EFE

Principio de acuerdo entre el PNV y el PSE para reeditar el gobierno de coalición de la pasada legislatura. Un sello con el que los socialistas vascos harán lendakari a Íñigo Urkullu, que encarará su tercer mandato consecutivo, pero esta vez con mayoría absoluta.

No existe sorpresa alguna en la llegada a la firma que se saldará con la investidura del líder del PNV el próximo 3 de septiembre. La operación, sin embargo, albergaba todas las miradas por la redacción del principio de acuerdo en el punto del autogobierno, uno de los últimos escollos en cerrar que provocó ayer varios cruces de reuniones telemáticas entre portavoces y reenvío de documentos. En 2016 fue éste asunto una de las discrepancias que no lograron acordar entre los socios y desde el PSE han tratado esta vez de desviar el foco en la negociación, con vistas a no posicionarse sobre el derecho a decidir. Sin embargo, el preacuerdo firmado ayer por ambos partidos no deja lugar a dudas, a pesar de la redacción genérica pactada para referirse al autogobierno. En un documento de cinco páginas, dedican solo un párrafo a esta cuestión, en la que PNV y PSE se comprometen a «defender el autogobierno y el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y lograr un nuevo pacto estatutario para una nueva generación».

Precisamente dentro del cumplimiento «íntegro» del Estatuto de Gernika, es donde el PNV ata al PSE –y por ende al Gobierno central– para dar cumplimiento a las 33 transferencias pendientes al País Vasco. Moncloa aprobó con los nacionalistas activar una comisión bilateral para pactar el calendario de las mismas y éste será uno de los nuevos frentes a sortear por parte del Gobierno en estos meses, por el marcaje de los grupos nacionalistas y el partido abertzale. Ambos registraron en febrero una proposición no de ley para exigir al Gobierno las transferencias de la gestión penitenciaria y de la Seguridad Social, o la legislación sobre productos farmaceúticos, seguros, transferencias relacionadas con los aeropuertos –como el modelo catalán–, o con el mercado de valores y el régimen municipal electoral, entre otras.

A pesar de lo escueto de la base sobre como construir «más autogobierno», PNV y PSE dejan claras sus intenciones al remarcar en el apartado «convivencia, autogobierno y derechos humanos», la «necesidad de seguir trabajando en la tarea pendiente de consolidar la convivencia, la justicia y la seguridad de las personas; defender los Derechos Humanos y su materialización efectiva en todas las situaciones y en todos los países». Toda una declaración de intenciones sobre la promesa de basar su pacto de reconstrucción económica bajo la base de «más y mejor autogobierno». A pesar de estos mimbres, en el documento no se explicita como los dos partidos tratarán de salvar una cuestión clave; la inclusión del derecho a decidir en el nuevo estatuto.

En el apartado de prioridades sociales y económicas, PNV y PSE-EE arman el documento bajo la premisa de dar prioridad tras la crisis sanitaria a «la reactivación económica y la generación de empleo desde la defensa de los servicios públicos y las políticas sociales», siempre sobre la base «de más y mejor autogobierno». Ambos partidos coinciden en la necesidad de continuar afrontando esta crisis «como una oportunidad» para lograr «una sociedad más cohesionada, con un Estado de Bienestar fortalecido y que reduzca las desigualdades». En el apartado de reactivación del empleo y la economía se apremian a tomar medidas adaptadas «a los nuevos retos y necesidades», subrayan como objetivos compartidos «el sostenimiento de los empleos, la lucha contra la precariedad y temporalidad, junto a la reactivación económica, para recuperar la senda de crecimiento».

Dudas en los sillones

Lo que no refleja el preacuerdo es el nuevo organigrama bajo el que se regirá el gobierno de coalición, el reparto de concejalías. La incógnita gira hacia la figura de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, sobre si accede al Gobierno para reforzar el peso socialista en el gabinete. Y si entra en la lendakaritza, el modo; de consejera o de vicelendakari. Urkullu no ha tenido ningún «número dos» en sus ocho años de mandato, y por ello, si los equipos negociadores pactan una vicepresidencia para Mendia deberían idear otra para los jertzales, fórmula similar a la del Gobierno de coalición de Sánchez e Iglesias, que no convence a los peneuvistas. En la pasada legislatura, los socialistas contaban con tres carteras frente a las nueve áreas que pilotaba el PNV. Sin embargo, el lendakari evita pronunciarse sobre ese extremo. «No voy a hacer ningún tipo de cábala ni conjetura», afirmó este martes tras una comparecencia, la primera después del descanso estival.