El estreno de la Princesa de Asturias
Así se gestó el debut en solitario de Leonor
Zarzuela contuvo la respiración durante la celebración de un acto que los Reyes y la heredera prepararon al milímetro
Tras la aparente calma y los rostros impasibles del equipo de Zarzuela, los nervios y la ansiedad se podían mascar durante la puesta de largo en solitario de la Princesa de Asturias el pasado miércoles en Madrid. Todo debía transcurrir a la perfección ya que la tiranía mediática que se cierne sobre la Familia Real convertiría el mínimo fallo, la anécdota más banal, en el centro de todas las informaciones de un evento diseñado para relanzar la imagen de una Institución en perpetuo estado de inmisericorde observación. La preparación, la experiencia de años y, a falta de una expresión mejor, el empaque de los Reyes tras años de actividad institucional provocan que se cree en torno a ellos una sensación de seguridad debido a que sus colaboradores en Zarzuela conocen de sobra la capacidad de reacción y el saber hacer en todo tipo de ocasiones de Estado tanto de Don Felipe como de Doña Letizia. Sin embargo, aunque todo el mundo le reconoce talento natural y «desparpajo» a la Princesa de Asturias, su inexperiencia es la lógica en su edad y, por lo tanto, el estrés ambiental subió de temperatura en la hora que duró el acto en el Instituto Cervantes. Y desde casa, sus padres, siguiendo en directo el acto a través de TVE, no eran los más tranquilos. Zarzuela contenía el aliento: todo tenía que salir perfecto.
Y toda salió perfecto. Según la presidenta Calvo, y como pudieron comprobar los trabajadores del Cervantes que se cruzaron con ella durante el acto, Doña Leonor estuvo «cómoda» e «interesada» durante la visita. Un momento especialmente delicado fue cuando, causando sorpresa porque no estaba previsto, la heredera al Trono tomó la palabra en el turno de preguntas tras la explicación que le hicieron de los proyectos en los que está involucrado actualmente el Instituto. El tono periodístico en el que la Princesa formuló la pregunta, propio de una rueda de prensa, hizo pensar a muchos en la mano de Doña Letizia en la preparación del acto durante los día anteriores a su debut y es cierto que ambos progenitores estuvieron volcados los días anteriores en que todo se desarrollara sobre ruedas. No es aventurado afirmar que se produjeron contactos en este sentido con las personas adultas que iban a rodear a Doña Leonor aquella mañana, concretamente con Luis García Montero, director del Cervantes, y con la Vicepresidenta Carmen Calvo. Así sucedió hace casi cuarenta años cuando Don Felipe presidió su primer acto publico en solitario. En ese momento fue su padre, Don Juan Carlos, el que se aseguró que todo marchara sin problemas contactando con Felipe González, que acompañó al Príncipe de Asturias a Colombia junto a su esposa Carmen Romero, así como a Belisario Betancourt el presidente colombiano que arropó al príncipe junto a su familia aquellos días. Sabino Fernando Campo no se separó del entonces heredero durante todo el viaje allá por 1983.
El equipo del Rey
Zarzuela puso a disposición de la Princesa el equipo de colaboradores que normalmente acompaña al Rey, personas que, en la mayoría de los casos, llevan años trabajando en la Casa de Su Majestad el Rey y que, por tanto, han visto crecer a Doña Leonor desde que nació. Esto es así porque –a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en la Familia Real británica– el heredero al Trono no tiene una «Casa» propia sino que su figura está inserta en la estructura de Zarzuela. El príncipe de Gales, al contrario, opera desde Clarence House, que tiene un equipo de colaboradores diferenciado del de la reina Isabel. Su agenda es diseñada de manera autónoma, aunque en lógica subordinación a la de la reina, y cuenta con un patrimonio y unas fuentes de financiación propias, concretamente las del ducado de Cornualles, dueño de más de cien mil acres de tierras en Reino Unido y de una cartera de inversiones lo bastante abultada por para reportar a Carlos de Inglaterra 19 millones de libras de beneficios solo en el ejercicio 2012-2013, por ejemplo. Por seguir con las comparaciones con España, donde algunos consideran abusivo que la Corona cobre apenas 8 millones euros del Estado, el gobierno británico considera el ducado de Cornualles un cuerpo de la Corona por lo que está exenta de pagar impuestos sobre las cantidades anuales antes mencionadas.
Nada de esto ocurre en España, como es de todos conocido, y por ello doña Leonor fue acompañada de una de las ayudantes de campo de su padre, concretamente de una de las recientes incorporaciones, a primera mujer en entrar en este grupo de colaboradores, una comandante de la Guardia Civil que se estrenó en septiembre del año pasado como consecuencia lógica de la sucesiva incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas. Este grupo de nueve efectivos acompaña 24 horas al día al Jefe de Estado (y en este caso también a la Princesa de Asturias) y dependen del Cuarto Militar del Rey al frente del cual está el almirante Juan Ruiz Casas. Tienen que tener los empleos militares de coronel o capitán de navío, teniente coronel o capitán de fragata, comandante o capitán de corbeta.
Pero no solo tenía que salir todo según lo planeado al milímetro en el interior de la sede del Instituto Cervantes. También hacía falta el toque indispensable de calor y color en las calles de Madrid. De este importante frente se ocupó Concordia Española y otras organizaciones partidarias de la Monarquía en España. Y en efecto cuando Doña Leonor se bajo del coche varios cientos de personas se encontraban esperando frente a la entrada del Instituto con una voluminosa pancarta en la que se podía leer: «Leonor es el futuro», un lema que en sí mismo resume con bastante fidelidad la línea estratégica que Zarzuela está siguiendo a la hora de presentar a la heredera al Trono a la sociedad española.
Próximos actos
En cuanto a los próximos actos en los que seguirá desarrollándose la paulatina incorporación de la Princesa de Asturias a la vida institucional de la nación Zarzuela no suelta prenda. Lo que sí se recuerda es que el hecho de que a finales de agosto y primeros de septiembre se incorpore al Atlantic College en Gales para continuar con su educación no significará un menoscabo de su papel en la Familia Real sino todo lo contrario: su presencia irá creciendo incluso antes de que marche a Reino Unido
En este sentido se puede dar por descontado que estará presente durante lo que queda de 2021 en los actos relacionados con las dos Fundaciones con las que está relacionada su figura, la Princesa de Asturias y la Princesa de Gerona. También el 12 de octubre podremos volver a verla junto a su padre en el lugar que le marca el protocolo durante el desfile militar del día de las Fuerzas Armadas. Pero sin duda habrá más oportunidades. En el caso del Instituto Cervantes la temática del acto fue de naturaleza cultural ya que esta institución se dedica a la promoción de la cultura española y la enseñanza de la lengua española en el extranjero.
Más adelante se espera que la Princesa de Asturias participe en eventos de un perfil más social y asistencial. Y tampoco hay que olvidar que una vez termine el ciclo de Doña Leonor también su hermana, la Infanta Doña Sofía, irá participando en diversos actos a través de los cuales también se producirá un «ciclo» por el que se incorpore a la actividad de Zarzuela.
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