Cogobernanza
Sánchez lleva seis meses sin reunir a los presidentes autonómicos
Los socialistas creen que «no es razonable» que siga sin citarles
«Unidad, coordinación y responsabilidad individual». Esta es, para Pedro Sánchez, la fórmula del éxito para gestionar la pandemia una vez que finalice el periodo de vigencia del estado de alarma el próximo 9 de mayo.
El presidente del Gobierno volvió ayer a reivindicar su «intención» de no prorrogar la excepcionalidad más allá de este horizonte temporal, aunque levantó la salvaguarda de que atenderán al criterio de los «expertos», como han hecho hasta ahora, si llegado el momento, la situación epidemiológica obligara a dirigirse de otro modo.
La «intención» de Sánchez sigue inmutable, a pesar de que la buena evolución de los contagios se fíe a la vacunación, que depende de que las farmacéuticas cumplan «los encargos y compromisos» –como él mismo ha reconocido–. Tampoco han tenido efecto las quejas de sus socios de investidura y de algunas comunidades autónomas que afean al Gobierno la falta de previsión, ante un escenario inminente en el que no existe una alternativa al estado de alarma, si este no se prorroga.
Un espacio de inseguridad jurídica y asimetrías entre territorios, que quedarían de nuevo al albur del criterio de sus tribunales superiores de justicia a partir del 10 de mayo.
«Unidad», sí, pero en la crítica al Gobierno por su prematuro levantamiento de la excepcionalidad, antes de llegar a la inmunidad de rebaño –ese 70% que se espera para finales de agosto, según las previsiones del Ejecutivo–. «Coordinación», ninguna.
Si acaso la de la pretendida cogobernanza que hace seis meses que se delegó en el Consejo Interterritorial de Salud. El pasado mes de octubre se celebró la última Conferencia de Presidentes entre Sánchez y los líderes territoriales.
Durante la pandemia, el jefe del Ejecutivo les convocó semanalmente para tratar el avance de la crisis sanitaria, pero, una vez superada la excepcionalidad, solo se produjo una única cita, con carácter presencial y a la que acudió como invitada estelar la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para abordar el debate sobre la metodología para captar, gestionar y ejecutar los fondos europeos.
Prórrogas de el estado de alarma
Desde entonces, desde ese 26 de octubre de 2020, los presidentes y presidentas no han vuelto a ser convocados. La fecha era especialmente simbólica, pues el cónclave se produjo solo 24 horas después de que el Gobierno hubiera decretado por segunda vez, y por periodo de seis meses, el estado de alarma tras el avance del virus en verano.
El presidente se comprometió a seguir celebrando este foro para tratar la evolución de la pandemia. Pero, desde entonces, no se ha vuelto a convocar y ha quedado relegado por la Interterritorial de Salud donde son los consejeros de sanidad quienes llevan la batuta de la gestión.
La reclamación de que este cónclave vuelva a reunirse, tras la anunciada intención de levantar el estado de alarma, es transversal. Si bien fue el PP –desde Pablo Casado hasta algunos líderes autonómicos de este partido como Alberto Núñez Feijóo– quienes comenzaron a exigir públicamente una nueva convocatoria para abordar una coordinación autonómica tras el 9 de mayo, la demanda trasciende al líder de la oposición.
También los socios del Gobierno y los barones socialistas comparten esta petición. Desde el entorno de presidentes como el valenciano Ximo Puig o Emiliano García-Page se lamenta en privado que se haya abandonado este foro de diálogo directo entre el Gobierno central y las autonomías. Se reconoce que se está haciendo presión interna para que se celebre porque «no es razonable que en toda la tercera ola y al comienzo de una cuarta se siga sin convocar este foro». Se aprecian intereses partidistas, y entienden que, la inminencia de las elecciones del 4 de mayo, hacen que no sea el momento idóneo, pero no ocultan su deseo de que se recupere antes del 9-M para alumbrar una estrategia conjunta.
Comunidades, a favor del estado de alarma
Tampoco los socios de la coalición se muestran conformes con el proceder unilateral del Ejecutivo sin contar con territorios y aliados en el Congreso. Fue el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, quien urgió a la celebración de una Conferencia de Presidentes para escuchar a las comunidades autónomas que desaconsejan levantar unilateralmente el estado de alarma.
De hecho, País Vasco, Murcia o Andalucía, están pidiendo precisamente prorrogarlo ante el aumento de la incidencia del virus. En este punto, consideró que «lo más razonable del mundo» sería que el Gobierno convocase este cónclave para estudiar la evolución y los efectos que ha tenido el coronavirus durante la Semana Santa y ver cuáles serían las medidas a adoptar, máxime cuando son las regiones la que están gestionando la pandemia. «Es lo mínimo», zanjó. Una opinión que también comparte el PNV.
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