Cataluña

ERC se planta y exige un pacto a JxCat antes de mayo

«Las excusas se tienen que acabar», avisan los republicanos en un nuevo pulso mientras mantienen abiertas las negociaciones

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, atiende a los medios tras reunirse con el equipo que negocia el pacto por la investidura, este sábado en la sede del partido en Barcelona.
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, atiende a los medios tras reunirse con el equipo que negocia el pacto por la investidura, este sábado en la sede del partido en Barcelona.Toni AlbirEFE

ERC ha dado un golpe sobre la mesa justo cuando se cumplen dos meses tras las elecciones del 14-F, sin Govern por la incapacidad del independentismo de ponerse de acuerdo y con un Ejecutivo en funciones en plena pandemia. Pese a que ambos partidos apelan y defienden constantemente un gobierno de coalición, los republicanos cambiaron ayer el tono, redoblaron la presión y no sólo exigieron a JxCat un acuerdo «cuanto antes» sino que pusieron fecha para la investidura de Pere Aragonès: reclaman que sea entre Sant Jordi (este viernes 23 de abril) y el 1 de mayo, el siguiente sábado.

Es decir, entre esta semana y la que viene. «Las excusas se tienen que acabar», «No puede ser que los problemas dentro de Junts se acaben convirtiendo siempre en los problemas del país», fueron sólo dos de los reproches que lanzaron los republicanos a los postconvergentes en público.

Sin embargo y pese a las maltrechas relaciones entre JxCat y ERC, ambos partidos apelan a la «mayoría independentista» de las urnas y pretenden intensificar los encuentros esta semana. Ayer mismo por la tarde se volvieron a reunir para profundizar en el programa de gobierno y en un nuevo intercambio de documentos que JxCat resaltó.

Todo en medio de una escalada de tensión evidente por la gestión de los tiempos: el mensaje de ayer a mediodía de ERC sonó a «ultimátum» –pese a que su portavoz rechazó explícitamente la palabra– incluso en su puesta en escena: el equipo negociador en bloque de los republicanos compareció en rueda de prensa para dar cuenta de las conversaciones con JxCat y la CUP para el Govern. Cifraron en una veintena las reuniones bilaterales con el partido de Carles Puigdemont y en una decena los documentos intercambiados. En este contexto, aseguraron que no hay «escollos» insalvables, sino «excusas» por parte de los postconvergentes: «Cataluña no puede esperar más, este bloqueo no puede continuar. Si hoy no hay acuerdo ni tampoco hay Govern no es por ERC, las excusas se tienen que acabar», advirtió contundente Sergi Sabrià, quien incluso se refirió a una posible repetición electoral. «La gente no quiere nuevas elecciones, si alguien quiere elecciones lo deberá explicar muy bien», avisó.

Hecho su diagnóstico y tras remarcar que los ciudadanos «están al límite», los republicanos destacaron su acuerdo con la CUP y señalaron la división dentro de Junts como una de las causas del bloqueo político. Una crítica de calado de ERC hacia el partido de Puigdemont sobre sus diferentes corrientes –«a grosso modo», los independientes más cercanos a postulados radicales y los dirigentes herederos de la postconvergencia– que molestó en el seno de JxCat. De hecho, la vicepresidenta del partido, Elsa Artadi, contestó prácticamente al instante y con tono agrio: reclamó a ERC «ser más prudente, en lugar de apuntar a la casa de los demás, hacer más trabajo y muchas menos declaraciones».

Tras advertir que JxCat no se va a dejar presionar «si no es solo por un buen acuerdo», la postconvergente dejó claro que aún quedan «flecos» por resolver. Los «flecos no menores» a los que hizo referencia afectan al ámbito de la coordinación independentista –especialmente a la posición de los tres partidos en Madrid–, a temas «programáticos» y a aspectos relativos al diseño del futuro Govern y al reparto de poderes en el seno del Ejecutivo. Sobre este último punto, JxCat reclama a ERC una propuesta para estudiar.

Sobre el «procés», los republicanos están dispuestos a ceder cierto reconocimiento a Puigdemont y al Consell per la República, aunque piden que el mando dependa de una dirección colegiada con partidos y entidades. Y JxCat menciona la unidad de acción en el Congreso de los Diputados, uno de los grandes escollos: los postconvergentes quieren pactar una postura común y los republicanos lo rechazan de plano. Este lunes, Artadi especuló con no votar lo mismo en todas las cuestiones, aunque sí en temas que afecten al «autogobierno» y sus «competencias», además de en cuestiones políticas vinculadas al «procés».