En funciones
Gobierno y PP retomarán las negociaciones con el objetivo de renovar el CGPJ antes del verano
Los populares, que mantienen el veto al juez De Prada, ven decisiva la presión de Europa para poder desbloquear el acuerdo
Casi dos años y medio después de que expirase su mandato y tras le reforma impulsada por PSOE y Unidas Podemos para forzar el desbloqueo de las negociaciones, PP y PSOE se volverán a sentar para intentar culminar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Una vez celebradas las elecciones en Madrid, la intención es retomar ese tira y afloja con el objetivo de renovar el órgano de gobierno de los jueces antes de verano, según apuntan a LA RAZÓN fuentes próximas a esa negociación que ha estado en punto muerto desde el pasado febrero, cuando el PP dejó claro que no estaba dispuesto a cruzar la línea roja que supone para la formación de Pablo Casado avalar la presencia en el Consejo del magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, muñidor del párrafo de la sentencia del «caso Gürtel» que provocó la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Según esas mismas fuentes, las negociaciones se retomarán previsiblemente esta misma semana y se muestran optimistas sobre el resultado del enésimo intento para poner fin a la prolongada interinidad del CGPJ: «Antes de verano se habrá resuelto».
Y eso que, reconocen, todavía persisten importantes escollos entre ambos partidos, principalmente porque el PP mantiene su veto a De Prada, una vez el Ejecutivo de Pedro Sánchez parece haber dado ya un paso atrás en su empeño por sentar en el Consejo del Poder Judicial a la ex diputada de Podemos Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno para la Violencia de Género y que era la candidata de la formación morada parar tener representación en la institución.
“Con buena voluntad”
Los populares se volverán a sentar en la mesa de negociación reforzados por su resultado electoral en Madrid y confiados en que la presión de las instituciones europeas –que apremian al Gobierno a que la renovación del CGPJ se haga efectiva de una vez y que, además, han censurado la reforma que limita las funciones de la institución mientras se encuentre en funciones»– pese más que la firma intención del PSOE de que el juez De Prada se convierta en nuevo vocal del Consejo.
En todo caso, desde el PP apuntan que acometerán este nuevo impulso para cerrar la renovación «con buena voluntad», y aunque subrayan que uno de sus postulados es que –como reclaman la mayoría de asociaciones judiciales– sean los propios jueces los que elijan a los doce vocales de extracción judicial, no creen que esta exigencia pueda ser finalmente un obstáculo insalvable.
Y es que al margen de De Prada, los populares no ven «ningún problema» en dar su visto bueno al resto de candidatos del Gobierno. Pero el Ejecutivo ya ha dejado claro que la propuesta de De Prada no tiene nada que ver con la de Rosell (quien fue candidata de Podemos por Las Palmas), por lo que no parece muy dispuesto a renunciar a un candidato que, según entiende, no compromete la pretendida despolitización del Consejo (evitando las puertas giratorias que permitan a políticos encontrar acomodo en el CGPJ), al tratarse de un magistrado sin pasado político.
Desde el PP, no obstante, siguen defendiendo que al no haber sido elegido por sus compañeros de carrera por el turno judicial (a través de las asociaciones o como independiente con los avales necesarios) dar el visto bueno a su candidatura sería avalar lo que consideran un fraude de ley que llevaría a De Prada al Consejo por la puerta de atrás a través del turno de juristas de reconocido prestigio.
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