Agrupamiento
Iñaki Bilbao, la última bala contra la dispersión
La AVT destaca que todos los etarras ya han sido trasladados al menos una vez y teme que el siguiente paso sea el indulto
El Gobierno ha dado por «finiquitada» la política de dispersión de presos de ETA, cierra así 34 años de una medida que empezó a aplicarse buscando facilitar la reinserción de los etarras, ya que se había comprobado que la política de agrupamiento de este tipo de presos en algunas prisiones facilitaba que la organización terrorista ETA mantuviera un control férreo sobre sus presos. Interior ya ha acercado al menos una vez a todos los etarras en prisión y culmina la dispersión con el acercamiento de hasta siete miembros de la banda. Ha dejado para el final a dos de ellos de los que, desde la AVT, recuerdan, «nunca han mostrado un atisbo de arrepentimiento». Ahora, las víctimas temen que esto suponga «la antesala de las progresiones de grado, los permisos penitenciarios, la libertad condicional o incluso indultos». No solo no colaboran con la justicia, sino que ayer, directamente, acercaron a un preso que «ha manifestado su voluntad de volver a asesinar».
Se refieren a Ignacio Javier Bilbao Goicoetxea, célebre por sus amenazas a jueces de la Audiencia Nacional. Bilbao protagonizó uno de los incidentes más sonados que se recuerdan en el tribunal. El 7 de septiembre de 2005, durante el juicio por amenazar precisamente al juez Baltasar Garzón en 2003, el etarra se prodigó en insultos contra el presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, y el propio Garzón, que acudió a la vista a declarar como testigo.
«El día que te eche mano te voy a meter siete tiros», amedrentó a gritos completamente fuera de sí a Guevara desde la «pecera» (el habitáculo blindado). «Seguiré en la lucha armada hasta que me muera o me maten», advirtió.
«Sois todos unos cobardes, unos parásitos fascistas –reiteró Bilbao, que incluso llegó a propinar patadas al cristal blindado obligando a los agentes a reducirle–. Pienso cumplir. En el momento que pueda, cumpliré».
Lejos de serenarse, el acusado se enervó aún más si cabe al ver entrar en la sala a Garzón. «¡Ven aquí si eres hombre! –le gritó–. ¡Estoy en el kilómetro 105 de tus cuernos! Ahora me abres otro sumario, cabrón». «¡Estás seguro de que te voy a dar en la cabeza! Acuérdate de lo que te digo», insistió en sus amenazas.
Bilbao –que en 1997 fue condenado por pegar a un recluso que se había puesto un lazo negro en señal de duelo por el asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco (PP)– aprovechó incluso su turno de última palabra en ese juicio para reiterar sus postulados terroristas. «Creo en la lucha armada hasta la consecución de una Euskal Herria independiente, reunificada, socialista y euskaldun», dejó claro al tribunal. «Y seguiré en la lucha armada hasta que me muera o me maten. ¿Queda claro?», se despidió.
También, Bilbao inició una huelga de hambre tras resistirse con violencia y profiriendo insultos para evitar que recogieran una muestra de ADN, por orden de la Audiencia Nacional que trataba de esclarecer un crimen sin resolver.
Bilbao pasa ahora del Centro Penitenciario Puerto III al Centro Penitenciario de Topas, en Salamanca. En 2004 la Audiencia Nacional le condenó a 52 años de prisión como autor del asesinato de Juan Priede Pérez. También ha sido condenado en varias ocasiones por amenazar de muerte a Baltasar Garzón, Teresa Palacios o Fernando Andreu. Se le consideraba del Movimiento pro Amnistía y contra la Represión (ATA), el grupo duro de ETA, pero se desvinculó en febrero debido a su desacuerdo con la «deriva política e ideológica» de este movimiento, crítico con la línea oficial de la izquierda abertzale.
Otros traslados
Entre los traslados también se encuentra el que era «aliado» de Iñaki Bilbao y uno de los que aún lidera la rama de ATA en prisión, y que apuesta por seguir con la lucha armada: Daniel Pastor Alonso. Pasa de la prisión gaditana de Puerto III al Centro Penitenciario de Zuera, en Zaragoza. En 2013 la Audiencia Nacional le condenó a 485 años por el asesinato de Luis Conde de la Cruz. Ese mismo año fue condenado a 45 años de prisión por el atentado que acabó con la vida de Eduardo Antonio Puelles García. Además, en 2013 fue condenado a 3.860 años de prisión por colocar la furgoneta bomba que estalló frente a la casa cuartel de Burgos.
Jon Zibuaurre Aguirre pasa de Burgos a Álava. Fue condenado en 2003 por la Audiencia Nacional a 97 años de prisión como responsable del asesinato de Iñaki Totorika el 9 de marzo de 2001. Cumplirá las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2023.
Otro de los acercamientos ha sido el de Andoni Murga Zenarruzabeitia de Zaragoza a Martutene (San Sebastián). Ingresó en prisión el 18 de agosto de 1996 y cumple una condena de 25 años por atentado, banda armada, colaboración con banda armada, tenencia de explosivos y depósito y tráfico de armas. Liher Aretxabaleta pasa de Burgos a Álava.
Echevarría Garaicoechea, autor del asesinato de Antonio Molina Martín, ha sido trasladado de Cádiz a León. Barreras Díaz también pasa de Cádiz a Logroño.
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