Repatriación
Los menores atrapados en Ceuta vuelven a Marruecos
Interior comenzó ayer a repatriar a los más de 700 niños que entraron en la avalancha que sufrió la ciudad hace tres meses
El Ministerio español del Interior comenzó ayer a devolver a Marruecos a una parte de los más de 700 menores que permanecían malviviendo en Ceuta tras la entrada de cerca de 10.000 personas por la frontera del Tarajal durante los días 17 y 18 de mayo, en una avalancha sin precedentes. Casi tres meses después de una crisis migratoria que ponía de relieve el desencuentro con las autoridades marroquíes, a raíz de la presencia del líder del Polisario Brahim Ghali en España durante 44 días, el acuerdo para el retorno de los menores confirma que ambos países han retomado los contactos de alto nivel.
La operación comenzó a primera hora de la mañana en el polideportivo Santa Amelia de la ciudad autónoma, que acogía un total de 234 menores, según recogía Efe. Las salidas se estaban llevando a cabo en grupos de unos 15, excepto en el caso de los considerados como «vulnerables». Según las primeras informaciones, a lo largo de la jornada de ayer se produjeron 15 entregas de menores, que abandonaron suelo español por El Tarajal a bordo de minibuses. Según El Faro de Ceuta, se teme que haya fugas masivas de niños que se encuentran en el albergue de Piniers.
La orden había sido cursada por el Ministerio del Interior hacía tres días a la Delegación del Gobierno en Ceuta. El pasado lunes, la delegada del Ejecutivo central en la ciudad autónoma, Salvadora Mateos, aseveraba que las relaciones con Marruecos volvían a ser «muy buenas» y que ello se notaría «en los próximos días». Con todo, la decisión de este viernes no resuelve el futuro de las más de 5.000 personas que siguen vagando por el territorio de la ciudad autónoma española.
El regreso de los menores supone el cumplimiento, por primera vez desde que Madrid y Rabat lo suscribieron en el año 2007, del Acuerdo entre el Reino de España y Marruecos sobre la cooperación en relación a la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado. El citado artículo contempla que «las autoridades competentes españolas, de oficio o a propuesta de la entidad pública que ejerza la tutela sobre el menor, resolverán acerca del retorno a su país de origen, con observancia estricta de la legislación española, las normas y principios del derecho internacional y de lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño».
Pero la decisión de retorno de estos menores se empezó a fraguar hace tiempo. El pasado 1 de junio, el rey Mohamed VI ya había dado instrucciones a las autoridades de su país para que facilitaran el regreso de los menores marroquíes no acompañados repartidos en toda la Unión Europea, tal y como publicó LA RAZÓN. Tres días después, la ministra marroquí de Solidaridad, Desarrollo Social, Igualdad y Familia, Jamila El Moussali, confirmaba la puesta en marcha del dispositivo.
El Moussali avanzaba entonces que para aquellos casos en que los menores no tuvieran familias a las que regresar, serían atendidos por centros especiales pertenecientes al Estado. En la misiva remitida por Interior a la Delegación del Gobierno ceutí, se asegura que Marruecos «se compromete a velar por los intereses de los menores», que en un principio serán trasladados al centro de menores de Martil, un municipio cercano a Tetuán.
Hasta que se ha tomado la decisión de que vuelvan a Marruecos, los cientos de menores atrapados en la ciudad autónoma durante estos tres meses se encontraban alojados en diversas naves que fueron acondicionadas cerca de la frontera con el reino alauí.
A la espera de algún tipo de reacción oficial por parte de Marruecos sobre el regreso de los más de 700 menores, el digital oficialista Le360 confirmaba que «Marruecos había dado su consentimiento a la repatriación masiva de menores no acompañados desde Ceuta».
Visita del nuevo ministro
Entretanto, Marruecos sigue sin poner fecha y hora a la primera visita del ministro de Exteriores español José Manuel Albares –en el cargo desde el pasado 12 de julio– al país magrebí. Las próximas semanas –se espera de manera inminente la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el acuerdo pesquero entre Rabat y Bruselas– dirán si el retorno de los primeros menores desde Ceuta es el primer paso hacia la progresiva normalización de relaciones entre los dos países vecinos, muy tensadas en los últimos meses, con constantes desplantes.
En relación a las devoluciones, en la tarde del viernes, el Defensor del Pueblo pidió el cese de las mismas por considerar que no incumplen los requisitos de la ley de extranjería.
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