Detención

Draghi dice que no se habló con España acerca del arresto de Puigdemont

Afirma que la detención fue resultado de una operación policial y judicial

El ex presidente de la Generalitat catalana, al día siguiente de su detención
El ex presidente de la Generalitat catalana, al día siguiente de su detenciónJUNTSJUNTS

El primer ministro de Italia, Mario Draghi, ha confirmado que el Gobierno italiano no estuvo involucrado en la detención del expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, detenido por la policía el jueves en Cerdeña, y puesto en libertad sin medidas cautelares un día más tarde.

El expresidente del Banco Central Europeo aseguró ayer que no ha existido «ninguna comunicación» con el Gobierno de Pedro Sánchez. «Al menos, que yo sepa», puntualizó.

«No ha habido ninguna participación del Gobierno italiano, ninguna comunicación con el Gobierno español», dijo Draghi durante una rueda de prensa, celebrada ayer tras el Consejo de Ministros. El mandatario italiano defendió que la detención fue el resultado de una operación policial y judicial en la que no intervinieron ni Madrid ni Roma. «Ha sido una operación de la policía y de la magistratura, no de los gobiernos, no de la política», añadió.

Draghi explicó que Puigdemont fue arrestado tras aterrizar en el aeropuerto de Alguer porque había «un mandato de captura» emitido «por la justicia española». «La primera fase fue una operación policial, la policía recibe esta advertencia y procede al arresto. Después, hubo una respuesta de la justicia italiana».

El primer ministro italiano recordó que más tarde se produjo una «pronunciación de la magistratura italiana que evidenció cómo sobre la cuestión se había pronunciado ya el Parlamento Europeo, por lo que el arresto fue inmediatamente suspendido».

Es la primera vez que Draghi, que encabeza desde febrero un Gobierno de unidad apoyado por todos los partidos, excepto Hermanos de Italia, se pronuncia sobre la detención del líder de Junts. Hasta ahora, Roma había evitado valorar políticamente el arresto, pero había rechazado que la detención en suelo italiano del líder independentista pudiera provocar un conflicto diplomático. «No es un tema bilateral ni político. Esperamos respetuosamente las valoraciones de la magistratura», dijo el subsecretario de Italia para Asuntos Europeos, Vincenzo Amendola, zanjando cualquier polémica.

Poco después fue el Ministerio de Justicia de Italia quien intervino para precisar que no tenía ningún poder de decisión, tanto en el arresto como en la posible entrega a España del expresident, ya que se trata de una euroorden, un procedimiento diferente al de una extradición, cuya decisión final está «enteramente en manos de la autoridad judicial».

Puigdemont volvió a Bruselas el lunes, pero ha asegurado que regresará a Cerdeña para comparecer el 4 de octubre ante el Tribunal de Apelación de Sassari, que deberá decidir si tramita la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), emitida por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.