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El PP persigue los 34 escaños para frenar a la izquierda

La participación será crucial para decidir el resultado de mañana

Los sondeos con los que se cierra la campaña de las elecciones del próximo domingo en Madrid coinciden en dejar en el alambre el resultado de las urnas, y hasta siembran dudas sobre la posibilidad de que la izquierda pueda sumar más que el centro derecha si consigue el apoyo de alguna de las candidaturas de la España vaciada.

Estas elecciones son las primeras de un nuevo ciclo electoral que tendrá continuidad hasta las elecciones generales. No determinan el futuro de estos comicios, pero sí marcan una primera tendencia que influirá en los ánimos de los partidos y también en el calendario electoral inmediato.

Si el PP se ve en apuros en la negociación con Vox para conseguir mantener el Gobierno de la Junta de Castilla y León, el presidente de Andalucía,Juan Manuel Moreno, tendrá que pensarse mucho la decisión de adelantar también elecciones.Pero incluso aunque quiera resistir, posiblemente el bloqueo de Vox fuerce también la disolución del Parlamento andaluz en un mal momento, antes del verano, si es que se cumplen las previsiones de las encuestas. De no ser así, el PP correrá impulso a nivel autonómico y nacional.

La demoscopia se la juega en unas elecciones que a primera vista se presumían un trampolín para Pablo Casado en dirección hacia La Moncloa. Si el resultado es bueno, habrá dado un paso adelante forzando el anticipo electoral en esta comunidad autónoma. La línea roja para la mayoría del centro derecha está en los 34 escaños. Ayer, con las últimas encuestas encima de la mesa, el mensaje oficial del PP decía que su distancia con el PSOE era de más de cinco puntos, «y esto hace inviable un vuelco». «El PP gana las elecciones con posibilidades de sobra para gobernar y el PP suma más que PSOE y Podemos juntos».

Sin embargo, otras estimaciones demoscópicas dejaban más en el alambre la posibilidad de que el PP sume más que PSOE y Podemos.

En resumen, las urnas se abrirán mañana bajo la incertidumbre de cuál será el alcance del crecimiento de Vox, el peso de las candidaturas provinciales y la diferencia entre el PP y la suma de PSOE y Podemos. La participación será determinante en el resultado, y a esta movilización apelaron ayer los líderes nacionales y regionales en las últimas arengas a sus votantes.

En estas elecciones del domingo se miden también las fuerzas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición. La única alternativa al PSOE es el PP, por lo que la debilidad de este último fortalecería al primero. Además, la fuerza de Vox es un factor movilizador de la izquierda, y desestabiliza al centro derecha si no es capaz de armar un discurso sin contradicciones y alejado de las etiquetas que les cuelgan desde la izquierda.

En política también entra en juego el factor humano, y la traumática ruptura entre Pablo Casado y Santiago Abascal, que hicieron juntos carrera dentro del PP, pesará en las decisiones que a futuro tomen los «verdes» en su reposicionamiento en el tablero electoral en función de la fuerza con la que consigan entrar en el Parlamento de Castilla y León.

Vox sabe que tiene ante sí la oportunidad de devolverle a Casado la dureza con la que trató a Santiago Abascal en la moción de censura que éste defendió en solitario contra el Gobierno de coalición en el Congreso. La dirección de Vox quiere que el apoyo que el PP necesite de ellos para formar gobiernos obligue también a Casado a estar dando explicaciones sobre la censura a Abascal durante el resto de la Legislatura.

Vox inició la campaña centrado en sacar el mayor rédito de los votantes desencantados con el PP, y ha pasado en una segunda fase a lanzarse a por el voto de la España rural. En este partido están convencidos de que suceda lo que suceda el domingo, serán uno de los ganadores indiscutibles de las elecciones.

En todo caso, el PP tiene ya preparada la respuesta para lo que salga el domingo de las urnas. Si mejoran los pronósticos de las encuestas con una mayoría más amplia, y que limite el poder de Vox en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco, desde Génova destacarán la victoria de Casado. Pero si los sondeos se cumplen, y hay mayoría de PP y Vox, pero mucho más ajustada de lo que se esperaba, la dirección popular pasará página de estas elecciones con una agenda política en la que en primera línea entrarán los congresos regionales que todavía les quedan por celebrar. Les pondrá fecha, salvo, previsiblemente, al de Madrid ya que Génova cree que Casado está obligado a mantener una imagen de firmeza y sigue viendo en la figura de Isabel Díaz Ayuso y en su entorno una «amenaza». Tras las elecciones se visualizará el fin de la tregua de estas últimas semanas.