Pactos

Vox se enfrenta al reto de gobernar

Los expertos encuentran similitudes con la llegada de Podemos al Gobierno y pronostican un baño de realidad

Humo verde y banderas de Vox, durante la valoración de los resultados obtenidos de Vox en los comicios para Castilla y León durante la noche electoral del 13F
Humo verde y banderas de Vox, durante la valoración de los resultados obtenidos de Vox en los comicios para Castilla y León durante la noche electoral del 13FPhotogenic/Claudia AlbaEuropa Press

Ya lo dijo el líder de Vox, Santiago Abascal, tras conocerse los resultados de las elecciones en Castilla y León. ¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo!, vaticinó. El buen resultado de Vox en los comicios, que pasó de un único escaño a contar con 13 diputados en el Parlamento autonómico, es decir, de 75.000 votos a 212.000 en solo tres años, dio alas a la formación para exigir su entrada en el gobierno. Desde el primer momento, con la casi desaparición de Ciudadanos y las diferencias insalvables entre el popular, Alfonso Fernández Mañueco y el que fue su vicepresidente, Francisco Igea, Vox se convirtió en el único posible partido con el que los populares podían contar para continuar al frente de la Junta. Esta semana se anunció el acuerdo entre ambas fuerzas de centro derecha, una acuerdo que quiebra la estrategia mantenida hasta ahorapor los populares y un movimiento arriesgado que puede comprometer su estrategia nacional de cara al futuro. LA RAZÓN analiza con varios expertos esta nueva alianza en la política.

Las similitudes de este pacto con la entrada de Podemos en el Gobierno es una idea que repiten los perfiles consultados que coinciden en subrayar que los de Abascal tendrán que demostrar su capacidad de gestión, como ya tuvieron que hacer los morados y se toparán con la realidad que supone cuadrar presupuestos y llegar a acuerdos. En este punto, pronostican que los de Abascal podrían moderar su relato.

El sociólogo experto en análisis demoscópicos, y director de Asuntos Públicos de Atrevia, Manuel Mostaza, insiste en circunscribir este pacto al ámbito regional. «Es un acuerdo programático que se suscribe en el ámbito de Castilla y León, por lo que no se puede trascender a toda España». Hasta ahora, el PP se había limitado a contar con Vox como eventual aliado externo en Andalucía o en Madrid pero nunca como miembros del ejecutivo. El acuerdo firmado esta semana les garantiza, además de la presidencia del Parlamento, una vicepresidencia y tres de las nueve consejerías. «La entrada en el gobierno es algo lógico, ya que si en el espectro ideológico de la izquierda, el PSOE ha acabado gobernado con Podemos es natural que en centro derecha las fuerzas que hay se alíen también», asegura Mostaza. En este punto, el experto diferencia entre la política de Twitter y la política real. «Una cosa es hablar en tertulias y en el parlamento y otra cosa es gestionar ámbitos competenciales determinados, gestionar presupuestos o trabajar con funcionarios. Esta realidad es más áspera que la de un plató de televisión», describe. A día de hoy se desconocen cuáles serán las tres consejerías que ocupen los de Vox. La idea de Alfonso Fernández Mañueco era que Vox asumiera la mismas consejerías que Ciudadanos en la última legislatura si bien ambas partes han acordado la supresión de la consejería de Transparencia, ordenación del Territorio y Acción Exterior. Según su planteamiento, Vox se quedaría con Sanidad, Industria y Empleo y una tercera a determinar. Sin embargo, podría haber cambios en el planteamiento inicial del presidente en funciones.

Allende Martín, CEO CompoLider, comunicación política y Liderazgo, considera que «entrar en el Gobierno no es lo mismo que estar en la oposición que te permite tener un discurso más populista». En su opinión, por lo tanto, podríamos asistir a un edulcoramiento su discurso, una decisión que no es baladí ya que le puede acarrear pérdida de apoyos electorales. Sirva como ejemplo el paralelismo con Podemos. Los de Ione Belarra no levantan vuelo y pierden apoyo electoral en cada elección a la que se presentan por lo que no están amortizando su presencia en el Ejecutivo central.

La decisión del PP de formar gobierno con Vox es la nueva arma arrojadiza de la izquierda. Desde que se conoció la noticia atacan al que será el próximo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por esta decisión. En opinión de Eduardo González Vega, experto en Comunicación Política en la UCJC, el laboratorio que será Castilla y León para comprobar su comportamiento en un gobierno autonómico no perjudicará el liderazgo de Feijóo. «Feijóo ha sido hábil porque al todavía no estar dentro de la presidencia del partido no se le puede achacar la decisión», explica. Señala que si resulta que no pasa nada por contar con los de Abascal, la reedición de otro pacto no será costosa y si por el contrario, es un desastre, puede poner fin a la alianza. «Viendo el escenario electoral no es una decisión tan desafortunada y estratégicamente no parece mal», concluye el experto.