Terrorismo
Un estudio sobre los documentos que tenía Bin Laden dice que Al Qaeda no estuvo detras del 11-M
La investigadora Nelly Lahoud ha examinado los papeles que se incautaron los Navy Seal y llega a esta conclusión, que contradice otras evidencias que reafirman esa autoría
Un libro de la investigadora Nelly Lahoud, “Los documentos de Bin Laden: Cómo el ataque de Abbottabad reveló la verdad sobre Al-Qaeda, su líder y su familia”, promete traer polémica sobre la autoría de la masacre del 11-M en Madrid, cuyo origen yihadista, reivindicada por los autores de la matanza, está clara (después de meses de ser atribuida a ETA por diversos medios y sectores sociales).
Curiosamente, Lahoud, que ha revisado los documentos personales que se le encontraron a Osama Bin Laden, dice que Al Qaeda no pudo estar detrás del ataque de Madrid en 2004 y los del 7/7 de Londres, en 2005 porque no hay mención de ellos y el grupo no tenía suficiente dinero, según la reseña del libro que ha publicado de The Thimes.
“¡Por Dios y la Patria, Gerónimo!”, fue el mensaje codificado de los Navy Seal USA a su comandante en las primeras horas del 2 de mayo de 2011, después de que lanzaron su ataque contra el complejo donde se escondía junto a su familia el cabecilla terrorista.
Luego vino otro mensaje: “Señor, dicen que encontraron un montón de computadoras y equipos electrónicos en el segundo piso”. Tenían instrucciones de concluir la operación en 30 minutos, pero esto era oro en potencia. Les dieron 18 minutos más para aspirar los discos duros y los papeles de Bin Laden.
Seis años después, gran parte de estos documentos fueron desclasificados, lo que permitió a Nelly Lahoud, una destacada experta sobre Al Qaeda, revisar 96.000 archivos, incluidas 6.000 páginas en árabe de comunicaciones privadas y un cuaderno escrito a mano con conversaciones familiares en los últimos dos meses de vida de Bin Laden.
Llama la atención la afirmación de la investigadora, cuando cuatro días después de los atentados, el 15 de marzo de 2004, la cadena de televisión árabe Al Arabiya, con sede en Dubai, retransmitió una grabación sonora de Osama Bin Laden en la que el terrorista justificó el ataque y aseguró que «el 11-M es el castigo a España por sus acciones en Irak, Afganistán y Palestina». «Lo que ocurrió el 11 de septiembre y el 11 de marzo es la manera de devolveros vuestra mercancía. Tenéis que saber que la seguridad es necesaria para todos». El mensaje del cabecilla yihadista, abatido por una unidad de élite USA en Pakistán, era similar al vídeo que los autores materiales del 11-M grabaron vestidos de blanco y cargados de explosivos. Y ya se sabe que en terrorismo no hay casualidades.
Cuando los Navy Seal abatieron a Bin Laden en Abottabbad (Pakistán), encontraron la carta de un terrorista en la que subrayaba que la «caída del Gobierno de Aznar» fue «una gran victoria para las víctimas de todo el mundo y para los que murieron en Madrid».
«En el pasado, la gran revolución francesa había noqueado a la dictadura de reyes y curas, hoy la Revolución española se ha convertido en un gran evento histórico y ha causado un potente terremoto al dirigir los primeros golpes más dolorosos y peligrosos a los peligrosos grupos de la muerte en Estados Unidos causando la caída del Gobierno de Aznar, que es una de sus eficaces herramientas. Esta es una gran victoria para todas las víctimas en todo el mundo y para aquellos que murieron en Madrid en particular», dice la carta, que permaneció secreta durante algún tiempo y que fue desclasificada por las autoridades norteamericanas.
«Por la gracias de Alá, los honorables muyahidines globales golpearon los trenes españoles con múltiples y mortales explosiones en hora punta, lo que condujo, por la gracia de Alá, a que los españoles comprendieran el mensaje», se lee en inglés en el documento que estaba en poder de Bin Laden, titulado «Franquicia del Terror» y firmado por el «comandante de operaciones de Khorasan», filial de Al Qaeda en Afganistán, Abu Salih Al Somali.
En el libro de Nelly Lahoud, se describe a un Bin Laden, al que su hija adolescente sermoneaba con la virtualidad de la yihad para poder cambiar el mundo, aislado de la realidad, asustado por la eficacia de la información de los servicios secretos USA que, uno a uno, iban acabando con la vida de sus colaboradores mediante bombas lanzadas desde drones, envaajecido, desconfiado...
El mundo había cambiado el 11 de septiembre, pero “resultó ser una victoria pírrica para Al Qaeda”, escribe Lahoud. “El hombre cuyas declaraciones públicas estaban llenas de amenazas estaba en realidad impotente y confinado en su recinto”.
Citando un par de párrafos garabateados, Lahoud afirma que la idea de volar aviones contra edificios fue de Bin Laden. Parece ignorar –subraya The Thimes-- el papel de los autores intelectuales Khalid Sheikh Mohammed (KSM) y su sobrino Ramzi Yousef, quienes, en la década de 1990, habían ideado lo que se conoció como el “complot Bojinka” para hacer estallar 11 aviones estadounidenses simultáneamente sobre el Océano Pacífico.
Sea de quién fuera la idea, el primer error de cálculo de Bin Laden sobre el 11 de septiembre fue suponer que los ataques a las Torres Gemelas harían que los estadounidenses se retiraran del Medio Oriente. Estaba sorprendido por la respuesta estadounidense en Afganistán, describiéndola como “más allá de las expectativas de cualquiera”.
Bin Laden llegó a crear una comisión de seguridad para averiguar cómo dejar de perder tantos miembros en Pakistán a causa de las bombas lanzadas desde los aviones teledirigidos estadounidenses, pero sólo les entregó 480 dólares para su financiación. Para el cabecilla terrorista era una “calamidad” y llegó a escribir al ISI, el servicio de inteligencia de Pakistán, diciendo “nuestra guerra es contra los estadounidenses en Afganistán” y rogándoles que los dejen en paz. Sobre la eterna pregunta de si realmente podría haber vivido todos esos años en Abbottabad sin que ISI se diera cuenta, el libro les deja libres de culpa.
Por lo que respecta a su vida familiar dentro de su escondite, su hijo mayor se quejaba de no poder salir para casarse, los niños estaban encerrados, no se les permitía hacer ruido y los dos hermanos que le brindaban seguridad estaban completamente hartos.
Nelly Lahoud es miembro principal del programa de Seguridad Internacional de New America. Se centra en Al Qaeda y el Estado Islámico.Tiene un doctorado. de la Escuela de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Australia. Fue becaria postdoctoral en St. John’s College, Universidad de Cambridge, Reino Unido; Becaria Rockefeller en estudios islámicos en la Biblioteca del Congreso; e investigador asociado del Centro Belfer para la Ciencia y los Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard. Asociada sénior en el Centro de Lucha contra el Terrorismo en la Academia Militar de EE. UU. en West Point y profesora asistente de teoría política, incluido el pensamiento político islámico, en Goucher College. Lahoud habla árabe y francés con fluidez.
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