Base naval

Destructores en la guerra, salvadores en Rota

Los roteños ven la gran oportunidad de generar riqueza y empleo en torno a las nuevas necesidades y refuerzos de la base militar tras el anuncio de Biden

Base Naval de Rota
Base Naval de RotaEFERomán Ríos.

Quedan casi seis meses para que se celebre uno de los sorteos más esperados del año, el de Navidad, y en las calles de Rota la sensación mayoritaria es que el «gordo» o, cuando menos, parte de este ya les ha tocado a sus vecinos.

La noticia de que Estados Unidos reforzará su presencia en la Base Naval con dos nuevos destructores, dada a conocer por el presidente Joe Biden y Pedro Sánchez en el transcurso de la cumbre de la OTAN de Madrid, ha sido celebrada por una localidad cuya prosperidad, en gran parte, está ligada a dicha base desde hace décadas.

Y es que, si todo transcurre conforme a lo previsto –dicho acuerdo deberá ser respaldado por el Consejo de Ministros y ratificado por el Congreso de los Diputados al tratarse de una modificación del convenio de cooperación en materia de defensa de 1988– en el plazo aproximado de un año la Base Naval de Rota aumentará su censo con 600 soldados más (300 por destructor). Militares a los que se unirán sus familiares. Este incremento situará el número de efectivos en torno a los 2.000 y el de familiares en 3.000 o más, elevando de forma significativa el consumo directo e indirecto de esta «mini» ciudad con vistas privilegiadas al Atlántico y 2.400 hectáreas de extensión. Algo que, como ya saben los roteños, repercutirá de forma positiva en la hostelería, el alquiler, el comercio, los servicios, etc. y que, no menos importante, se traducirá en generación de empleo.

«Aunque nunca es bueno que estas noticias se produzcan por la existencia de una guerra y por la necesidad de reforzarnos de cara a un posible ataque de Rusia, no cabe la menor duda de que la llegada de dos nuevos destructores estadounidenses a la base es una noticia muy positiva para nuestro pueblo», apunta Juan Rodríguez.Conocedor de la Base Naval de Rota (trabajó en ella algunos años) y de esas miles de páginas de protestas contra la OTAN y la guerra que se escribieron en las históricas marchas a la instalación, Juan, como sus vecinos, señala que «por suerte o por desgracia, cada uno lo ve como le parece, Rota es también su base y la única realidad es que muchos jornales y empleos están ligados a la instalación. De ahí que todo lo que sea un aumento de soldados y familiares les vendrá de lujo a los comerciantes, restauradores, etc. de nuestro pueblo».

«Como muchos pueblos de Cádiz –recuerda– lo estamos pasando mal y todo lo que suponga empleo nos viene de perlas para nosotros y para nuestros hijos».

De buen comer

Un sentir que, en estos inicios del mes de julio, cuando las espectaculares playas de la localidad se convierten en el mayor de los atractivos, comparte uno de los sectores más demandados y bien valorados por los estadounidenses, la hostelería. «Hace justo unos días preparamos una nueva carta para nuestro público estadounidense y celebramos una cata que resultó todo un éxito», apunta Fran Prieto, responsable de uno de los chiringuitos más solicitados y afamados del litoral roteño, Las Dunas. «Es evidente que estamos ante una noticia fenomenal para toda Rota y, muy en especial, para quienes nos dedicamos a la hostelería, ya que supondrá un importante incremento de clientes». «De clientes a los que, además –subraya– les gusta nuestra gastronomía y no escatiman a la hora de comer o cenar, ya venga solos o con sus familias».

«A diferencia de nosotros, que pedimos entremeses o platos para compartir –explica–, ellos se piden su entremés, su plato y su postre para cada uno, por lo que hablamos de un buen cliente para el negocio. No es que vayan tirando el dinero, pero sí tienen un poder adquisitivo que les permite disfrutar con regularidad de una buena comida, en especial entre semana». Además, según Fran Prieto, «son personas muy educadas, que se integran muy bien con nosotros». «Ya no existen esos problemas de convivencia o incidentes que se dieron al principio, cuando comenzaron a llegar a Rota y su estilo de vida chocaba un poco con el nuestro», añade.

Alquileres elevados

Y para vivir y disfrutar de Rota por largas temporadas (los soldados destinados a la base suelen permanecer un mínimo de un año), nada mejor que una buena casa con jardín, un ático con espectaculares vistas o una amplia unifamiliar en la que poder celebrar con amigos las tan afamadas y «salseadas» barbacoas americanas. Perfiles de viviendas que, según señala Jesús Cantos, agente de la Inmobiliaria Rotacasa, buscan los estadounidenses cuando son destinados a la localidad.

«Los militares que vienen a Rota cuentan con asignaciones para alquilar viviendas. Cantidades de dinero que suelen estar por encima de las que por aquí consideramos normales, de ahí que no duden en buscar casas amplias, con todo tipo de comodidades y en buenas zonas de la ciudad», explica. Esto es considerado «algo muy positivo» para esas personas o familias que, tras la correspondiente inversión, disponen de segundas residencias en la localidad, ya que «les da la oportunidad de alquilarlas a buenos precios y por largas temporadas de tiempo, convirtiéndose en muchos casos en un importante ingreso para la economía familiar». Asimismo, Jesús señala que se trata de «un cliente en el que se confía bastante; una garantía para quienes les alquilan sus viviendas».

Por el contrario, «el volumen de ventas no es muy alto, aunque también hay militares que, aunque vayan a estar por un tiempo reducido en Rota, se animan a comprar viviendas para luego alquilárselas a compatriotas y, pasado el tiempo, disfrutar de una placentera jubilación en uno de los rincones más bonitos que existen» de Cádiz.

Sea como fuere, la llegada de nuevos soldados estadounidenses a la Base Naval de Rota es motivo de celebración para todos, tanto para las grandes empresas, cadenas de alimentación, etc., como para los establecimientos más pequeños, como el de Mari Carmen, situado en el centro de la ciudad. «Aunque es cierto que la batalla con los grandes hipermercados la tenemos perdida –ellos son mucho de visitar, comprar y echar el día en grandes superficies–, no lo es menos que el estadounidense es un buen cliente para nosotros. Ingresos que, en no pocos casos, son esenciales para poder mantener nuestros negocios a flote», afirma.

De lo que no cabe la menor duda es que esta ciudad, con un 20,82 por ciento de paro y más de 29.000 habitantes, ha sido una de las más beneficiadas de la reciente cumbre de la OTAN, de sus consecuencias. Tal y como ha reseñado el propio alcalde de Rota, Javier Ruiz, «estamos ante una excelente oportunidad para nuestro municipio» y «debemos ser proactivos y trabajar juntos» para conseguir los mayores beneficios para una población que, además, aporta un gran número de trabajadores a la base. Operarios que, en buena lógica, se incrementarán de la mano de las necesidades extras que generará la llegada de los dos nuevos destructores.

Navantia y la empresa auxiliar, pendientes

La llegada de los nuevos destructores a la base naval no solo debería beneficiar a la población de Rota. Navantia tiene suscrito un contrato para el mantenimiento de los destructores (cuatro) y otros barcos de la Marina estadounidense con base en Rota de 822,4 millones de euros, cantidad que se podría incrementar con la llegada de las nuevas unidades, garantizando más carga de trabajo tanto para Navantia como para el conjunto del sector auxiliar de la provincia ligado a la industria naval. Carga de trabajo que implicaría un incremento de las plantillas de ambas empresas.
Cabe destacar que, de la mano de los acuerdos de mantenimiento de los destructores estadounidenses (el primero se rubricó en 2011), Navantia impulsó la creación de un centro de trabajo en Rota.Instalación que genera en la actualidad medio millar de empleos junto a la industria auxilia