En Onda Cero

Aragonés: «Le vamos a pedir a Sánchez amnistía y autodeterminación»

El presidente de la Generalitat reconoce que la confianza con Moncloa «está mermada»

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, irá con un mensaje claro a la reunión que mantendrá el próximo viernes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sus reclamaciones siguen siendo las de siempre: el derecho ala autodeterminación, la amnistía y la desjudicialización.

Así lo dejó claro ayer durante una entrevista en el programa «Más de Uno» de Onda Cero en la que señaló que «no sé qué Pedro Sánchez voy a encontrarme este viernes», dijo en referencia a los vaivenes del Ejecutivo respecto a Cataluña y la falta de confianza, sin embargo, lo que él dejó claro es que «yo defenderé el derecho a la autodeterminación, la amnistía y la necesidad de abordar estas cuestiones en el proceso de negociación», así como también avanzar en la «desjudicialización» y la llamada agenda «antirrepresiva». Unas ideas que, según el presidente catalán, son las exigencias de la «mayoría» de la sociedad catalana. Sin embargo, los datos del último barómetro del CIS catalán le desmienten. El «procés» sigue en vía muerta prácticamente cinco años después del 1-O. Una desmovilización de la calle que plasma la propia encuesta de la Generalitat: el 48% de los catalanes rechaza que Cataluña se convierta en un estado independiente, mientras que el 44% sí que lo quiere, según el sondeo del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el «CIS catalán». Pese a ello, Aragónes volverá a llevar el asunto a su reunión bilateral con Sánchez.

Una reunión que se produce tras las tensiones a raíz de la declaración en el Congreso de la que fuera la directora del Centro Nacional de Investigaciones (CNI),Paz Esteban,quien compareció ante el Congreso de los Diputados –antes de ser cesada y sustituida por Esperanza Casteleiro– y reveló que se espió a una veintena de dirigentes independentistas, entre ellos a Pere Aragonès, con autorización judicial. Sobre la polémica en torno al caso de espionaje con «Pegasus» Aragonés dijo que no se han asumido responsabilidades políticas y criticó la falta de transparencia al respecto. En este sentido, pidió la desclasificación de la autorización judicial para poder contrastar si los argumentos que se dan son veraces o no. «Como ciudadano y como president de la Generalitat, tengo mis posibilidades de defenderme judicialmente y lo voy a hacer», aseveró. Más de dos meses después de que saliera a la luz la intervención de su teléfono, el líder de la Generalitat apuntó que la del próximo viernes se trata de una reunión «importante» que debería marcar «un punto de inflexión» para «poder avanzar decididamente en el proceso de negociación» y «reconstruir la confianza mermada». El último encuentro a dos fue el 15 de septiembre de 2021, el mismo día en que se produjo también la última reunión de la mesa de diálogo, cuya finalidad es buscar una salida política al conflicto independentista.

En este sentido, la desconfianza entre ambos es palmaria, a tenor de las palabras de Aragonés. La «confianza está absolutamente mermada» respecto a la Moncloa y «se tendrá que reconstruir en base a acuerdos concretos y avances reales». No obstante, aseguró «de quien me fio es de nuestra fuerza y de las convicciones y de la integridad de las posiciones del independentismo, del Govern y de ERC», dejando claro que no va a renunciar a la independencia. En su camino, dijo, estaría encontrar «soluciones políticas y democráticas». En este punto, para el presidente catalán la senda siempre ha sido «un referéndum acordado» con el Gobierno de España: «No estamos por derribar nada, estamos por construir un estado independiente de Cataluña». Insistió, de hecho, en la importancia de que «los estados democráticos habiliten caminos para que la mayoría se exprese», una clara referencia a las consultas independentistas que se han celebrado en otros países.

En varias ocasiones, el periodista Carlos Alsina se detuvo ayer durante la larga entrevista en el significado de «desjudicialización del conflicto», un concepto acuñado la semana pasada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera de Presidencia, Laura Vilagrá. Al hilo de esto, Aragonés criticó que no se haya querido «abordar un problema político desde la política» y pide «acabar con la represión para poder tener una negociación en igualdad de condiciones». Una de las vías que se plantea es cambiar las normas para que aquellas personas que todavía tienen causas judiciales abiertas no tengan que cumplirlas o se les aplique un código penal más leve. Finalmente, Aragonés admitió que se encuentra «ante una negociación muy compleja» porque el independentismo reclama «acabar con esta represión para tener una negociación en igualdad de condiciones», concluyó el líder de la Generalitat.