17-A

Una nueva masacre es posible

Imagen del día del atentado de Las Ramblas de Barcelona, el 17 de agosto de 2017
Imagen del día del atentado de Las Ramblas de Barcelona, el 17 de agosto de 2017larazon

¿Se pueden repetir atentados en España como los del 11-M o el 17-A? Sin duda, aunque los expertos piensan que el peligro más cercano y que, por lo tanto, hay que combatir, proviene de las acciones criminales que puedan cometer los actores, «lobos», solitarios. Existen sistemas para detectarlos, pero no siempre hay éxito y, de vez en cuando, uno de estos terroristas se sale con la suya. A los gobiernos no les gusta reconocer que ha habido un atentado yihadista; se ha encontrado la fórmula de, salvo algunas excepciones, calificar a los causantes como individuos trastornados. Es sabido que el peligro, aunque se oculte, sigue existiendo y la amenaza yihadista está ahí, como un fenómeno creciente, aunque la pérdida de las bases operativas de que dispusieron (Al Qaeda acaba de recuperar las de Afganistán, como se demostró con la presencia de su máximo cabecilla en Kabul) les complique preparar atentados de envergadura. No significa que no los tengan en la cabeza, sino que no disponen de las facilidades que suponía tener campos de entrenamiento como los de Irak y Siria. El Estado Islámico eligió en marzo como «califa» a Abu al-Hasan al-Qurashi, y de portavoz a Abu Omar Al-Muhajir. Ambos, sedientos de venganza contra Occidente. Al Qaeda, que tiene como objetivo prioritario vengar la muerte de su jefe, Ayman Al Zawahiri, en una operación de la CIA en Afganistán, intentará alguna acción criminal que les visualice ante la opinión pública internacional. El panorama no es tranquilizador. Es difícil evaluar la influencia que la invasión rusa de Ucrania tenga sobre este terrorismo que, en cualquier caso, se alegra de que sus enemigos combatan entre ellos.