La vendimia más corta

Quién diría hace algunos años que un 4 de septiembre como hoy la vendimia ya estaría generalizada casi por todas partes. Es lo que ha sucedido de un tiempo a esta parte con la implantación de las nuevas variedades de uva y en parte debido también al intenso calor o temperaturas extremas de este año.

“Los veranos manchegos ya sabemos como son y no nos asusta eso, pero sí es cierto que este año se ha producido algo parecido a lo que pasó en 2017, que apenas ha llovido”, comenta Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Grupo Baco Dcoop y viticultor ante todo.

Esto supone que parte de la uva ha madurado antes o que incluso algunas hayan de ser desechadas debido al calor y la sequía. El fruto puede secarse también y no terminar el ciclo óptimo de maduración. Aunque en general, las perspectivas en torno a la calidad son muy buenas.

Castilla-La Mancha es la bodega de España y Europa, con unas cantidades difícilmente asimilables. En esta región se produce la mitad del vino de nuestro país y casi la quinta parte de Europa, un 17%. Los hay incluso quienes han llegado a hacer el cálculo extrapolando las variables al ámbito mundial y así resulta que esta comunidad autónoma es responsable de casi una décima parte de la producción de todo el vino en el planeta, algo más de un 7%.

Con estas cifras y volumen de actividad, la vendimia se convierte en todo un acontecimiento social, económico, productivo y cultural en la región. Dentro de Castilla-La Mancha, existen nueve denominaciones de origen, entre las que se incluyen algunas de las más importantes de España, como Valdepeñas o la Mancha. La primera, con una importancia histórica crucial y un peso industrial determinante y la segunda, la mayor extensión de viñedo que conforma una singularidad decisiva en el gran compás abierto que es la comarca de la Mancha.

La Denominación de Origen la Mancha ocupa ciento sesenta mil hectáreas y engloba doscientas cincuenta bodegas. Acogida a ellas viven dieciséis mil viticultores, sin duda, una realidad cultural, económica y social determinante para seguir entendiendo esta región y su simbiosis con el vino. No hay cultivo tan extenso ni que produzca tanto rédito como este, si bien el aceite, el ajo, el melón o la sandía, por ejemplo, también son exponentes de la industria agroalimentaria regional. Pero la viña es la viña y, probablemente, la más agradecida de todos.

“La previsión de este año es menor a la del anterior, pero es que el 2021 ya fue una reducción de otro veinte por ciento respecto a 2020″, señala Carlos David Bonilla, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha.

De ahí que, según el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, “estemos ante la vendimia más corta de los últimos veinte años, pues en total hablamos de una reducción en torno al treinta y tres por ciento en relación a 2020″.

Como todas las cosas en la vida, esto tiene sus cosas buenas y otras no tanto. Evidentemente, si hay menos vino, se venderá menos. Pero el precio, tanto de la uva como del vino, podría subir este año debido precisamente a su volumen menor.

La relación calidad precio de los vinos de la Mancha siempre ha sido uno de los grandes atractivos que han hecho valer los vitivinicultores de la región. El objetivo es conseguir una mejor comercialización, aunque en esto ya se han dado muchos pasos adelante dignos de mención.

La DO Mancha, por ejemplo, comenzó en los primeros ochenta con los trabajos de internacionalización que la han llevado a países de todo el mundo. “Nuestro trabajo – señala Ángel Ortega, gerente de esta denominación de origen- es más intenso sobre todo a finales de octubre o noviembre, cuando comenzamos las campañas de promoción y comercialización de todos nuestros vinos”.

Otras denominaciones de origen como Valdepeñas también han llegado muy lejos en el ámbito de la internacionalización. Sus dos colosos principales – Félix Solís y García Carrión, que desde hace algunos años litigan judicialmente entre ellos- tienen claro que todo el vino que producen deben llevarlo por el mayor número posible de mercados en el mundo.

Hasta mediados de octubre no se tendrán las cifras definitivas, pero todo hace indicar que estamos ante una vendimia muy corta. Sin embargo, la gradación y acidez parecen muy buenas y eso compensará sin duda. La vendimia es la fiesta del vino donde se juega el trabajo de todo un año.