Gobierno

El PSOE utiliza la baza fiscal para desbloquear los Presupuestos con Podemos

Moncloa cree que lograrán «pronto» el acuerdo y atribuyen las advertencias de «bloqueo» de sus socios a «los tirones propios de la negociación»

Optimismo en el Gobierno. Pese a la escenificación de Unidas Podemos, que se afana en mantener la tensión públicamente, la parte socialista considera encarriladas las últimas cuentas públicas de la legislatura. Las advertencias de bloqueo por parte de los morados se reciben con resignación por la titular de Hacienda, que los encuadra en el «momento de la negociación» y mantiene su vocación de aprobarlos «en tiempo y forma». En Moncloa pivotan sobre una posición más posibilista y aseguran que «ambas formaciones saben la importancia de tener unos Presupuestos», sobre todo en un contexto de crisis como el actual, dado que a través de las cuentas se vehiculará una importante fuente de recursos. «Son los tirones propios de la negociación», señalan fuentes socialistas, que restan trascendencia a los últimos pronunciamientos de sus socios, apuntando a la lejanía de las posiciones. Existe, por tanto, el convencimiento en el PSOE de que se llegará a un entendimiento y será «pronto». La intención del Ejecutivo es llevar las cuentas al Congreso de los Diputados, «si todo sigue como hasta ahora», entre finales de septiembre y principios de octubre para que entren en vigor el 1 de enero.

Las citadas fuentes valoran positivamente que las pretensiones de sus socios se hayan orientado al plano fiscal, un terreno en el que se prevén anuncios en los próximos días para desencallar el «acuerdo», y no se hayan aferrado a cuestiones «imposibles» como el gasto en Defensa, sobre el que no era viable la negociación. No en vano, está previsto que esta semana el Gobierno presente un paquete de medidas fiscales que permitirá a los morados justificar su apoyo a las cuentas. Fuentes gubernamentales avanzan que se tratará de «subidas selectivas de impuestos» con «la misma vocación» de las anunciadas hasta ahora –gravamen a las energéticas, baca o grandes fortunas– para «un reparto justo de las cargas». No se prevé tocar el IVA de los productos básicos, como pidió Alberto Núñez Feijóo, ni se va a deflactar el IRPF, porque, aseguran en el Gobierno, «ese no es nuestro modelo». Sí se podría tocar el IVA de los productos de higiene femenina, que finalmente quedó fuera de la Ley del aborto. El paquete fiscal basculará entre los PGE, donde se encuadran aquellos impuestos que ya existen y cuyo retoque no será sustancial, y otras normas específicas, por ejemplo, para el gravamen a las grandes fortunas que es de nueva creación.

En rueda de prensa desde la sede de Ferraz, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero compartió la «dificultad de las negociaciones» con sus socios y la necesidad «de ser prudente». «No me van a encontrar subrayando las diferencias, sino resaltando lo que nos une», señaló, lanzando un dardo a las críticas de los morados. «Llegaremos a un acuerdo. No puede haber otro camino», destacó.

Estas palabras con las que Moncloa busca zanjar el constante ruido interno, no son recogidas en la sede morada, donde apuestan por visibilizar el conflicto hasta el último momento. En Podemos creen que con esta estrategia transmiten la imagen de ser los adalides de las transformaciones que logra el Gobierno, como si solo llegasen por su interacción. Solo así se explican las contradicciones entre los dirigentes de Podemos en estos días. Si bien la semana pasada, la líder morada Ione Belarra denunciaba que la negociación estaba «atascada», este domingo el secretario de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, garantizó que los Presupuestos saldrían adelante, en una entrevista en «El País». Ayer, se volvió a elevar la presión sobre el PSOE. Y para ello Podemos y la vicepresidenta Yolanda Díaz se alinearon. Exigieron condiciones de máximos. Los morados vinculan la ley de Vivienda, la de Seguridad Ciudadana y la ley de Familias a los Presupuestos. «Es inconcebible», dijo la portavoz Isa Serra, que la ley de Vivienda y mordaza no estén resueltas, quien denunció el «bloqueo» por parte del PSOE. Por su parte la vicepresidenta lamentó «mucha distancia» en fiscalidad, medidas de conciliación, plan de choque contra la inflación y medidas para la transición ecológica y política social. «Hay cuestiones que un Gobierno progresista, a estas alturas, no deberíamos discutir».

Así, los morados siguen monopolizando el debate, en el los últimos días de negociación, aunque, en privado, se reconocen avances. Para el socio minoritario estas cuentas son «fundamentales», dicen, por las transformaciones estructurales «pendientes» y, sobre todo, porque «son los Presupuestos del final de la legislatura». Un extremo que Podemos quiere aprovechar al máximo para demostrar su influencia, a las puertas del ciclo electoral, donde quieren rentabilizar los éxitos de su acción gubernamental.