Congreso
Moncloa salva el primer paso de los presupuestos, pero sus socios avisan: “Su crédito ha terminado”
El Congreso rechaza las enmiendas a la totalidad con 186 votos, pero los socios critican las cuentas por “insuficientes” y tildan de “parches” las medidas
La segunda jornada del debate de totalidad de enmiendas al proyecto de Presupuestos Generales del Estado queda marcada por el aviso contundente de los socios parlamentarios del Gobierno de que las cuentas presentadas, las últimas de la legislatura, no son “suficientes” ni tampoco los presupuestos que ellos aprobarían. El examen constante al Ejecutivo dejó sentirse otra vez en la Cámara Baja, pero bajo la seguridad que tenía Moncloa de que no iban a ser tumbadas por sus socios. Las enmiendas a la totalidad de Partido Popular, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, CUP, los dos ex diputados de UPN y Foro Asturias, han decaído, gracias al respaldo de ERC, Bildu y PNV, entre otros, quienes amagaron con presentar enmiendas a la totalidad hasta el último momento. Las cuentas públicas pasan su primer trámite parlamentario con 186 apoyos a favor y 159 en contra (3 abstenciones).
Enfilan así su consolidación las cuentas con mayor gasto social de la historia, a pesar de las valoraciones negativas que llegan de organismos públicos como la Airef que critican que estas cuentas nacen “viciadas” por sus “deficiencias” y por la “falta de realismo” en las cuentas públicas. Desde la oposición estas críticas fueron recogidas en sus intervenciones, acusando al Ejecutivo de no “atajar la recesión” y extender las “concesiones” a los republicanos y nacionalistas.
El aval de las cuentas, que no estaba en cuestión, llegó de la mano de ERC, que anunció que votaría en contra de las siete enmiendas a la totalidad presentadas en el Congreso, a pesar de tener “muchas razones fundamentales para votar a favor”. Trató de agitar al sentido de la responsabilidad, asegurando que a través de la negociación presupuestaria pondrá sus votos “al servicio de la ciudadanía”. En sus intervenciones, los republicanos quisieron desmarcarse de la política económica que desprenden los presupuestos. No son nuestros presupuestos porque continúan perpetuando un modelo de Estado que tampoco es el nuestro”, alegó el diputado Joan Margall. “Más que servir a la ciudadanía, se sirve de ella para mantener los presupuestos a los de siempre”, criticó, para después desmenuzar sus críticas por la inclusión del gasto en Defensa a través de créditos extraordinarios que no compiten en las cuentas, o la partida dedicada a la Monarquía.
Para ERC, las políticas económicas “son solo parches, no derechos”, al entender que con las cuentas “no se han atrevido a ir a la raíz de las desigualdades”. Sí ha reconocido algunas medidas que “van en la buena dirección”, aunque, “insuficientes”. Los republicanos valoran avances en la lucha contra la pobreza energética, pero reclaman “medidas estructurales” para limitar los precios de los alquileres, entre otras.
Así, para los republicanos, la negociación “no ha hecho más que empezar”. Un buen comienzo, de esta negociación, fue el anuncio del Ejecutivo de llevar la reforma del delito de sedición al Congreso de los Diputados, aunque desvinculándolo de la negociación parlamentaria. Un anuncio que la ministra de Hacienda hizo después de que ERC ya anunciara que salvaría las cuentas.
El balance para los republicanos sigue siendo agridulce y avisan, a pesar de permitir el avance de las cuentas. “Su crédito ya ha terminado”. Aún así, es poco probable que dejen caer más tarde las cuentas. Ellos mismos lo saben, porque su “no” a las cuentas no evitaría su aprobación. “No negociarlos, lo único que conseguirían sería que se prorrogaran los anteriores o se intentarán con una mayoría alternativa más hostil para Cataluña”, reconoció el diputado de ERC. “No negociar significa perder”, asimiló, para después sentenciar al Ejecutivo: “De aprobarse estos presupuestos serán los últimos. De estos dependen que sean o no los últimos de la izquierda en Moncloa, quien sabe si por muchos años”.
PNV y Bildu
En el PNV, Idoia Sagastizabal, ha advertido de que este apoyo a la tramitación de las cuentas es solo el “punto de partida” y queda un “trecho” para aprobarlas. En este sentido, la diputada vasca ha apelado tanto a la “agenda vasca” (transferencias de competencias, acomodo de los nuevos impuestos para que puedan ser asumidos por la Hacienda foral o mejora de la cogobernanza de los fondos europeos) como al diseño de los propios presupuestos, que considera que tiene deficiencias tanto por las previsiones de crecimiento económico como por las estimaciones de ingresos y gastos. Asimismo, también ha valorado correctamente los impuestos a energéticas y banca, pero ha advertido contra una “carrera alocada” por los impuestos por motivos electoralistas y “sin valorar el impacto económico” real de cada medida.
Oskar Matute (Bildu) también ha avisado al ejecutivo nacional que tendrá que hacer esfuerzos para conseguir el apoyo de los cinco diputados de su grupo. “No den por hecho nuestros votos”, ha alertado Matute, ya que, a su juicio, estas cuentas tienen “falta de ambición” para afrontar las desigualdades y ha hecho énfasis en la necesidad de alumbrar algunas leyes pendientes, como la de vivienda.
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