El desafío independentista

Rivera: «Es hora de actuar con la Constitución en la mano, antes de que sea tarde»

El presidente de Ciudadanos se ha mostrado partidario de aplicar el artículo 155 de la Constitución cuanto antes

Rivera: «Es hora de actuar con la Constitución en la mano, antes de que sea tarde»
Rivera: «Es hora de actuar con la Constitución en la mano, antes de que sea tarde»larazon

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, apostó por aplicar en Cataluña el artículo 155 de la Constitución porque considera que «empieza a ser imprudente no actuar, porque si no tomamos las decisiones

a tiempo, será peor».

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, aprovechó su intervención ayer en LA RAZÓN para valorar la grave situación que está viviendo Cataluña tras el 1-O, y advirtió de que «la convivencia es el principal valor a proteger, es lo último que un país se puede permitir perder, y lo estamos perdiendo».

Rivera hubiera preferido hablar de la bajada del IRPF que ha pactado con el Gobierno, de la lucha contra la corrupción o la conciliación familiar, pero el momento que vive España obligaba a que «los españoles necesiten saber qué vamos a hacer los líderes políticos y cuál es el camino a seguir».

Rivera recordó que el «golpe a la democracia» de Puigdemont es algo que los nacionalistas llevan orquestando durante décadas «y ahora lo quieren ejecutar en días», un hecho que «obliga hoy a hablar de la Constitución y de España».

Aseguró que «Cataluña no es un problema para España» sino que «España tiene problemas» y lo que pasa en Cataluña es consecuencia de ello. Cuando una ideología, «caduca y peligrosa, como es el nacionalismo y el populismo se instala en la hegemonía de una sociedad, ésta se degrada». «Lo que sufrimos en mi tierra es el sarampión del nacionalismo y creo que hay vacunas para ello», pero advirtió de que para esta cura «hay que ser consciente de la enfermedad».

El líder de Cs destacó que no hay que creerse el mantra de que el Estado oprime, ni que no existe la misma calidad de vida en esta región «porque eso llevará a pensar que la solución pasa por darles más competencias» –como defienden algunos partidos–. Por ello, hizo hincapié en la importancia de no errar en el diagnóstico porque «nos equivocaremos en la solución». «Lo que hay es una ideología hegemónica que ha calado a través de la red clientelar de medios de comunicación, administraciones, etc». El supremacismo está ganando a la igualdad, la división a la unión, la imposición a la libertad». Se mostró convencido de que «tenemos la razón y podemos conseguir la victoria», pero «sin atajos», sino reconstruyendo los valores constitucionales. Criticó que en estos días se vea en Cataluña a los que pintan comercios y organizan turbas como los buenos. «La sedición es lo que vale ahora», mientras que «los que no señalamos a nadie ahora somos los malos de la película».

Para Rivera lo que está ocurriendo es la consecuencia de que «el Estado lleva años desaparecido de Cataluña» y se les ha abandonado en manos de la hegemonía nacionalista. Recordó que hace 11 años cuando nació su formación, intelectuales como Carreras o Boadella ya advirtieron lo que iba a ocurrir, «pero el Estado menospreció la fuerza del nacionalismo». Y éste no se combate con otro nacionalismo sino con patriotismo, «y patriotismo es querer a tu país» mientras «nacionalismo es odiar al de enfrente». «Muchos catalanes nos sentimos patriotas, no odiamos al resto. Eso es lo que tenemos que reconstruir en el futuro», aseguró.

El líder de los naranjas no quiere dejar a su hija un país donde se tracen líneas divisorias y para ello el futuro pasa «por no cometer errores del pasado» del nacionalismo y reconoció que el populismo es una ideología «difícil de batir», «pero sabemos sus debilidades». Por ello consideró que el Estado «tiene que volver a Cataluña, pero también hay que saber cómo volver: con un plan». Y el plan de Ciudadanos pasa por hacerlo «ganando en las urnas».

Rivera enumeró lo que considera debería ser la hoja de ruta a seguir que pasa por «ser conscientes de que la constitución está vigente» y pidió que se aplique ya el artículo 155 de la constitución. «Hay un artículo que dice que el Gobierno de España, con autorización del Senado, podría garantizar los derechos de los ciudadanos». ¿Eso está tan mal?, se pregunto. «Que me quieren quitar el pasaporte, mi identidad, donde vive mi familia y mi hija. ¿Vamos a renunciar a donde vive mi hija por no aplicar la constitución?»

También ironizó con las «matemáticas de la nación catalana» que dijo «deben ser distintas» porque «hay más votos que habitantes» cuando los nacionalistas contabilizaron que habían sacado el 91% de apoyos en su referéndum ilegal.

«El primer paso, sin complejos, es que haya elecciones autonómicas. ¿Y si no quieren elecciones? Pues se enterarán todos en Europa de que hay unos golpistas que no nos dejarían votar. A ver si tienen lo que tienen que tener para no dejarnos votar». «Tenemos la Constitución, somos un país democrático, que no nos coman la moral». Y el resultado que salga de esas elecciones, dijo, «solo podrá gobernar dentro de la ley». «Puigdemont no quiere elecciones porque su partido desaparece. «Volem votar, pero con garantías».

El segundo paso tras los comicios sería un Parlament donde se pueda dialogar, pero saber con quién y para qué. Porque en Cs «ni vamos a negociar con quien da el golpe» ni con quien no esté en el marco constitucional. «Diálogo con los demócratas, no con los que quieren romper la democracia» y para hablar de financiación autonómica, de reformar el Senado, de una reforma de la constitución...

El líder de Ciudadanos aseguró que «es momento de actuar con la constitución en la mano y no contra ella». Ciudadanos, afirmó, ha demostrado su lealtad a España, a la estabilidad política, también «en decenas de capitales de provincia» por lo que «creo que tenemos autoridad moral y legitimidad para pedir al Gobierno que actúe». Asimismo, advirtió al PSOE de que no cuente con ellos para reprobar a la vicepresidenta del Gobierno, y pidió que se aclare. Incidió en que aplicar el artículo 155 y luego disolver el parlament «es tomar el control, el dialogo y la iniciativa. Creo que está todo estudiado, no hay que estudiar más, sino ir al examen».

El presidente de los naranjas consideró que «la prudencia en política es fundamental. Me considero prudente» y al igual que el vino, reconoció que con los años ha ido aprendido cada vez más de los errores «pero creo que empieza a ser imprudente no actuar, porque, si no tomamos a tiempo las decisiones, será peor». En la vida, dijo, «no escogemos la mejor decisión, sino la menos mala. Tenemos que escoger decisiones complicadas, actuar, hacer campaña, volver al diálogo. Estoy dispuesto a dialogar y ceder pero dentro de la ley». Y lo prudente ahora es actuar, no pensar en escaños sino en España, porque quien piense en escaños, a lo mejor los pierde. A los que cuentan escaños les diría que cuenten valores».

El líder de Cs destacó que se metió en política «para defender la libertad de la mayoría de españoles, la igualdad, para hablar la lengua que me diera la gana, para mejorar mi país no para cargármelo, porque creía en este país».

Por ello, subrayó que el Gobierno «tiene todo el apoyo de Cs para actuar» porque «lo importante ahora es defender la igualdad y la libertad».

Ante la mala noticia de que los fundadores de Cs acertaron en el diagnóstico dijo que hay una buena noticia que «sabemos las debilidades del nacionalismo y muchos españoles sabemos distinguir entre héroes y villanos». «No puedo aceptar que Otegi sea el héroe y el Rey el villano, no es moralmente justo». Y para ello, subrayó que «tenemos que ponernos en marcha para que los héroes de Cataluña de estos días sean los que han defendido la libertad en silencio». Rivera reconoció que había recibido estos días llamadas de gente cercana llorando, y se mostró convencido de que «este partido se puede ganar». Estoy dispuesto a ayudar a poner las cosas del derecho y que la moral vuelva a levantarse».

Finalmente destacó que el mensaje del Rey «fue un acierto», «pero no le enchufemos a él las responsabilidades que tienen los políticos». «Se agota el tiempo», dijo. «Es el tiempo de pensar en España y en los españoles».