Alberto Fabra, el hombre puesto por Génova mantiene la confianza del PP

El president de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, afrontará por primera vez unas elecciones autonómicas como cabeza de lista del PP, después de que la dirección nacional del partido, que lo aupó al cargo en julio de 2011, lo haya ratificado para aspirar a la presidencia del Ejecutivo autonómico.

A pesar de los rumores que han circulado los últimos meses sobre la pérdida de confianza del presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, la dirección nacional del PP ha ratificado a Fabra como su candidato en la Comunitat Valenciana para las elecciones del próximo 24 de mayo.

Fue precisamente ese mismo órgano de dirección el que hace más de tres años aupó al entonces alcalde de Castellón y diputado autonómico para sustituir a Francisco Camps, procesado por la conocida como “causa de los trajes” del caso Gürtel.

Este arquitecto técnico de 50 años, divorciado y con dos hijos, contó entonces con el beneplácito de la dirección del PP, que ya lo había designado coordinador general del PPCV tras la salida de Ricardo Costa de la secretaría regional, y que buscaba con su nombramiento limpiar la imagen de un partido manchado por la sospecha de la corrupción, especialmente con el caso Gürtel.

Fabra, quien también asumió la presidencia del PP valenciano, ha afrontado la etapa más complicada, tanto en el ámbito institucional como en el del partido, pues además de tener que lidiar con la crisis económica, ha visto como se multiplicaban los casos de corrupción que afectaban a miembros del Ejecutivo, del partido y del grupo parlamentario de Les Corts.

En el plano económico, puso en marcha una política de absoluta austeridad con medidas de ahorro en sanidad, educación, empresas públicas y personal interino de la Administración, aunque será recordado por haber tomado la decisión de cerrar Radiotelevisión Valenciana (RTVV) en noviembre de 2013.

También se vio obligado a establecer una “línea roja” contra la corrupción, según la cual, ningún imputado en casos de este tipo podrá ocupar cargos en el Gobierno valenciano o en el partido ni podrá ir en las próximas listas electorales.

A pesar de los esfuerzos de Fabra y su equipo de gobierno por mostrar firmeza contra la corrupción, la línea roja se ha desdibujado en determinado casos, como el de la alcaldesa de Novelda (Alicante), Milagrosa Martínez, quien se sentará en el banquillo el próximo 31 de marzo en el juicio por una de las piezas del caso Gürtel.

El president de la Generalitat y del PPCV ha repetido que actúa en aquellos casos que dependen directamente de él, y que no puede obligar a nadie a dejar su acta, pues es personal.

Los resultados de las elecciones europeas, donde el PP valenciano perdió casi 500.000 votos pese a seguir siendo la fuerza más votada, hicieron saltar las alarmas sobre los frutos de las políticas emprendidas por Fabra, quien atribuyó el resultado a la situación económica y a las “decisiones complicadas” que se habían tomado.

La dirección nacional del PP ha vuelto ahora a mostrarle a Fabra su confianza para liderar el proyecto del partido en la Comunitat con el objetivo de recuperar la confianza ciudadana y la reputación de la formación en uno de sus principales feudos.

Alberto Fabra continúa así una carrera política de más de 30 años, que se inició con su afiliación al PP en 1982, y que le ha llevado por diferentes cargos públicos (concejal, alcalde, diputado autonómico y president) y dentro del partido (coordinador general y presidente). Carla Aliño/EFE