PSOE

Alfonso Guerra advierte a Pedro Sánchez: "La amnistía es la condena de la transición y de la democracia"

El exvicepresidente pide al presidente del Gobierno que no conceda la amnistía a Junts y le alerta que convertiría en "represores a los demócratas y en demócratas a los felones"

Unidad en las críticas y en el rumbo político del PSOE actual. El viejo socialismo se reunió ayer en el Ateneo de Madrid para arropar al exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra en la presentación de su libro, «La Rosa y las espinas». Una convocatoria que llega en medio de dos momentos políticos que han soliviantado a los socialistas más críticos con la dirección socialista: la expulsión de Nicolás Redondo del partido y la posibilidad de que el presidente del Gobierno conceda la amnistía a los líderes independentistas.

La expectación ante la foto conjunta de los expresidentes Alfonso Guerra y Felipe González era máxima y, sobre todo, sus reflexiones. Sin medias tintas, Guerra cargó contra el presidente del Gobierno por su negociación con el partido de Carles Puigdemont. «La amnistía significa la condena de la transición y de la democracia», sentenció ante un auditorio lleno. «Significa la condena del 90 por ciento de los españoles que votaron la Constitución» y que «manifiestan la vuelta a la política de acuerdos, de los partidos que creen en la Constitución», aseguró.

El socialista no dudó en ahondar en su descontento con el resultado que puede arrojar que el PSOE diga sí a la amnistía. «El indulto es el perdón, la amnistía es la desaparición de la responsabilidad por lo que hicieron. Que no delinquieron», clarificó. Así, pidió «como socialista» a Pedro Sánchez, que «no se de ese paso, que no se otorgue una amnistía que convertiría en represores a los demócratas y en demócratas a los felones que atentaron contra la democracia y que repiten cada día que volverán a hacerlo».

Guerra reflexionó que «un demócrata no puede aceptar» la amnistía y repitió que la pregunta no es «si cabe en la Constitución», sino que hay que preguntarse si «es justa» y si «conviene a la nación». En sus palabras es una «humillación». En un mensaje directo a Sánchez se defendió contra quienes dentro de su partido le llaman desleal. Aseguró que él no era «disidente» y que lo era quien «cambia de opinión», en referencia al presidente del Gobierno.

Pidió que los grandes partidos «hablen y lleguen a acuerdos», puesto que eso es lo que dejó de manifiesto el resultado de las elecciones generales, reflexionó. Lamentó que «las decisiones importantes dependen de un partido que representa el 1,6%», por Junts. Guerra recomendó a su partido «tomar distancia con los partidos que propugnan el separatismo».

El expresidente Felipe González confesó suscribir sus palabras e hizo también un análisis crítico sobre el rumbo del PSOE. «Uno puede defender las ideas que quiera, pero lo que no puede hacer es saltarse la legalidad y eso parece que no está claro», lamentó, para después criticar que el PSOE esté negociando «borrar el delito» de los líderes independentistas, porque, a su juicio, «queda como legítimo lo que hicieron». Pidió acuerdos entre el PSOE y el PP porque, advirtió, «sino no habrá ninguna reforma importante que se pueda llevar a cabo». Exigió a su partido «no dejarse chantajear por nada» y criticó que los que lo defienden sean «cuestionados» por no ayudar. Criticó también a la vicepresidenta Yolanda Díaz por dar «lecciones» a pesar de «no ganar las elecciones».

Al acto no acudió ningún dirigente de la dirección del PSOE. Sí el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García- Page, y el expresidente de Aragón, Javier Lambán. También el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el expresidente de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla; el expresidente de Asturias Javier Fernández o los exministros José Luis Corcuera, José Barrionuevo,, Fernando Ledesma o el exministro Javier Sáenz de Cosculluela. La cita también congregó a socialistas como Nicolás Redondo o Tomás Gómez. García-Page aseguró que la amnistía «carece de base moral» y exigió no formar Gobierno «a cualquier precio».