Política

Operación Púnica

Ana María Ramírez, la única mujer de la trama

La Razón
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Cuñada del hasta hace poco alcalde de Valdemoro, José Carlos Boza Lechuga, imputado en la «operación Púnica», y mano derecha de uno de los cabecillas de esta trama, David Marjaliza. Por méritos propios Ana María Ramírez Fernández se ha convertido en la única mujer con poder de maniobra en este entramado de corrupción.

Accionista y administradora en varias empresas del grupo de Marjaliza, Ramírez se encargaba de la gestión diaria de este complejo entramado empresarial y, por ende, de la ocultación de los beneficios. Según indica el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, la mano derecha de Marjaliza podría haber participado en el pago de comisiones a autoridades y funcionarios públicos y en la trama de facturas falsas con la finalidad de conseguir dinero en efectivo para el pago de cohechos. Por todo ello, el magistrado decretó prisión incondicional para ella.

Ana María Ramírez está casada con el hermano del ya exalcalde de Valdemoro, que ejerce como cabo de la Guardia Civil en el servicio de seguridad del Colegio de Guardias Jóvenes. Según publicó la prensa local, la pareja vive en un lujoso chalet muy próximo a la mansión propiedad de Francisco Granados en la localidad de Valdemoro. En ese chalet, Ramírez tiene domiciliadas doce sociedades propiedad de Marjaliza, aunque en su día el número de mercantiles domiciliadas allí era de 33.

También figura como apoderada de la mercantil «Anahid Gestión SL», desde 2010, de la que Marjaliza es administrador único y que aparece domiciliada en la vivienda familiar del constructor. Pero Ana María Ramírez no sólo está presente en sociedades relacionadas con la construcción o la venta de pisos, sino que consta como apoderada de la mercantil «Centro Médico Valdemoro Plaza», según publicó Estrella Digital.