Tomás Gómez

¿A quién votar?

Podemos prácticamente ha desaparecido, Sumar es un fiasco y Ciudadanos pasó a mejor vida

Papeletas en un colegio electoral durante las elecciones autonómicas gallegas en 2019
Papeletas en un colegio electoral durante las últimas elecciones gallegas en 2019CabalarAgencia EFE

Este año hay tres procesos electorales, en Galicia, en Euskadi y al Parlamento Europeo. Los dos primeros son procesos locales y sacar una extrapolación de lo que ocurra a nivel nacional sería un error. Ni se vota a Feijóo, por lo que no es responsabilidad suya, ni mérito tampoco, si el PP obtiene o no mayoría absoluta, ni el PSOE fracasará si no es segunda fuerza política porque tampoco lo fue en las últimas elecciones en las que fue laminado por el BNG. En cuanto a las elecciones europeas, son las que más aproximan el pulso político de la sociedad a las urnas, a cambio, cuentan con el hándicap de que no suelen movilizar a muchos electores. La abstención la engrosan muchos descontentos y aquellos que solo van a votar cuando lo que está en juego es el Gobierno de España.

Cierto es que existen excepciones, como en las europeas de 2014, en las que Pablo Iglesias fue el beneficiario del descontento que acumulaba el PSOE. No es fácil que ocurra algo así en las elecciones generales. Salvados los coletazos del 15M y de la crisis financiera de 2008, Podemos prácticamente ha desaparecido, Sumar es un fiasco y Ciudadanos pasó a mejor vida.

Parece que vuelve el bipartidismo, pero no hay que precipitarse porque un porcentaje significativo de votantes socialistas han seguido votando a Pedro Sánchez. La razón monta a caballo entre el rechazo a que Vox entre en el Consejo de Ministros y, sobre todo, porque no encuentran una alternativa. Algunos veteranos militantes y dirigentes han hecho explícita su frustración pero ese es el drama de muchos votantes socialistas que se sienten huérfanos políticamente pero que siguen votando al PSOE por lo que fue a pesar de lo que es. La estrategia de polarización entre bloques que sigue a rajatabla Pedro Sánchez deja un espacio enorme para el centroizquierda, para aquellos que creen que es preferible que PP y PSOE se entiendan a que lo haga Feijóo con Vox y Sánchez con Puigdemont.