Terrorismo

Al banquillo un acusado de difundir propaganda yihadista que almacenaba vídeos en contra de los matrimonios gays

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide para él cinco años de prisión por difundir propaganda islamista radical

Propaganda yihadista
Imágenes de propaganda yihadistalarazonArchivo

La Audiencia Nacional juzga mañana a un acusado -detenido en Almería en noviembre de 2023- de consumir y difundir de forma masiva propaganda yihadista, para quien pide cinco años de prisión por un delito de adoctrinamiento del terrorismo o, alternativamente, tres años de cárcel por enaltecimiento terrorista. En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Público relata cómo el acusado, A. E. C., pasó desde 2016, y de forma más acusada desde 2022, por un "intenso" proceso de autoadoctrinamiento yihadista a través de internet.

Entres otro material, en su teléfono los agentes hallaron 947 archivos de audio con 'anasheeds' llamando a la yihad global y exaltando el martirio, así como 399 vídeos, algunos de ellos criticando las banderas LGBTI y los matrimonios gays.

En ese proceso de radicalización -expone la Fiscalía- llegó a alcanzar "una total adhesión ideológica a los postulados de la organización terrorista Dáesh, adhesión que exteriorizaba de forma explícita, en sus redes sociales, que utilizaba no sólo para obtener material idóneo para formarse en el ideario yihadista sino también para exaltar el terrorismo islámico y a sus autores y para establecer contacto con terceros a quienes formar a su vez en este ideario".

Radicalización acelerada

Con ese objetivo, el acusado, que ha estado casi un año en prisión provisional, creaba "indiscriminada y continuamente" perfiles en Instagram, Facebook o TikTok, para así tratar "de multiplicar exponencialmente la difusión de contenido radical", informa Efe.

A finales de 2016 comenzó publicando en sus cuentas la imagen de una espada, en cuya empuñadura se podían leer las palabras en árabe "Mahoma es el mensajero de Dios" (que figuran también en la bandera del Estado Islámico), y que atravesaba un cráneo pintado con los colores y simbología de la bandera de Israel.

A partir de 2020 se dedicó a publicar en los perfiles que iba creando y abandonando contenido yihadista accesible a cualquier usuario, aunque en 2022 comienza a acelerarse el proceso de radicalización y deja de hacer públicos sus contenidos.

El acusado trató de este modo -señala la Fiscalía- de pasar desapercibido para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y pasó a una actividad cada vez más privada para interactuar con sus seguidores.

Poemas reclamando la reconquistra de Al Andalus

Así, llegó a formar parte de unos 14 grupos de WhatsApp, donde fue más activo que en otras redes sociales, ya que le permitían establecer conversaciones privadas con sujetos a quienes deseaba formar en el ideario islamista extremista.

Sin embargo, en agosto de 2022 se vio obligado a dejar WhatsApp al ser bloqueado por los administradores, una de cuyas normas es no formar parte de grupos de contenido violento y radical. Eso le llevó a crear perfiles de forma más rápida en otras redes para ganar cada vez más adeptos.

Finalmente, fue detenido el 20 de noviembre de 2023 y en el registro de su domicilio en la localidad de Pujaire (Almeria), los agentes intervinieron numerosos efectos informáticos con propaganda yihadista y cánticos o 'anasheeds' de los que se valen las organizaciones terroristas para hacer llamamientos a la yihad y al martirio.

En su teléfono se encontraron, por ejemplo, 555 conversaciones de chat, algunas de ellas con una mujer a la que trataba de formar en los postulados del Dáesh.

También almacenaba poemas de autores clásicos de los que se ha apropiado el ideario yihadista para reclamar la "reconquista" de Al Andalus, y Suras del Corán para justificar acciones violentas o la aplicación de la sharía frente a las democracias, a las que califican de "paganas".