Bildu ha destinado 18,3 millones en ayudas a la cooperación desde 2011

MADRID- Desde que Bildu accediera a las instituciones en mayo de 2011 –gobierna en la Diputación de Guipúzcoa y en más de un centenar de ayuntamientos del País Vasco y Navarra– ha otorgado 18,3 millones de euros en ayudas a proyectos de cooperación en países en vías de desarrollo, según se recoge en las distintas subvenciones de los boletines oficiales de las diputaciones.

Fue en el año 2012 cuando los abertzales gastaron más dinero para la «cooperación al desarrollo», destinando 5.107.234,82 euros a este cometido. Un año antes, a pesar de que las elecciones se celebraron el 22 de mayo y de que en los primeros meses del año todavía no «controlaban» las instituciones en las que posteriormente gobernarían, la cifra se queda muy cerca: 4.939.039,27 euros. En los últimos dos años, sin embargo, los recortes presupuestarios han obligado a que el dinero público a estas ayudas se haya reducido. En 2013, la cifra descendió hasta los 4.438.387,3 euros y en lo que va de 2014, Bildu ha destinado ya 3.891.076,85 euros, aunque, previsiblemente, el Ayuntamiento de San Sebastián acabará engordando esa cifra en los próximos meses puesto que aún falta por repartir una subvención que suele superar el medio millón de euros y que se otorga siempre a finales de año. En total, son 18.325.738,24 euros los destinados desde mayo de 2011 a proyectos de cooperación.

Sin ayudas a la cooperación en las localidades navarras y alavesas en las que gobierna Bildu, la mayoría de las subvenciones se concentran en la provincia de Guipúzcoa, donde el poder de los abertzales llega incluso a la Diputación. Azcoitia, Oñate, Zarauz, Mondragón, Rentería, Villabona, Arechavaleta o Vergara son algunos de los pueblos que han otorgado ayudas a la cooperación. También, por supuesto, San Sebastián, cuyo regidor es Juan Carlos Izaguirre y la Diputación de Guipúzcoa, que preside Martin Garitano. De hecho, esta última institución es la que copa el 73,1 por ciento de todas las ayudas a la cooperación, puesto que ha destinado 13.397.416 euros desde mayo de 2011. De estas cifras se excluyen las denominadas «ayudas de emergencia», también destinadas a la cooperación, pero que se otorgan de forma urgente y como consecuencia de alguna catástrofe natural que requiere de ayuda internacional inmediata. Sin embargo, sí se incluyen múltiples y variados proyectos de cooperación, como los 147.623,59 euros que recibe de la Diputación en 2014 Mugarik Gabe para el proyecto «mujeres organizadas para la defensa de sus derechos humanos en El Salvador»; los 150.000 euros que se embolsa la entidad «Mundu Bakean Euskadi» para el plan «construyendo Gobernabilidad Democrática en el norte de Quiché, Guatemala», o los 149.949,32 que recibe la asociación «Mugen Gainetik» con el objetivo de financiar el proyecto «mujeres empoderadas: transformando realidades de desigualdad y contribuyendo al desarrollo equitativo y sostenible de Suchitoto» en El Salvador.

Si ya es difícil en España controlar el destino de los fondos de subvenciones a la formación, al otro lado del Atlántico la supervisión de estas ayudas se antoja casi imposible. Así las cosas, dos de los países directamente aludidos por Cubillas en su misiva han recibido importantes fondos en estos casi cuatro años. El Salvador se ha beneficiado nada menos que de 1.470.447,83 euros en al menos 14 subvenciones distintas, mientras que Nicaragua se tiene que conformar con 302.954,45 euros en nueve ayudas diferentes. La más cuantiosa, de 123.517,04 euros, la recibió en 2013 a través de la Diputación de Guipúzcoa para financiar la «Educación con calidad para niñas y niños en riesgo de exclusión educativa y social de preescolares comunitarios».