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Cataluña se declara sujeto político y jurídico soberano

El Parlament consuma el primer paso para ejercer la autodeterminación. La declaración de soberanía obtiene 85 votos a favor, 41 en contra y 2 abstenciones

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y los diputados de esta formación abandonan el hemiciclo tras la votación
La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y los diputados de esta formación abandonan el hemiciclo tras la votaciónlarazon

Jamás Cataluña llegó tan lejos como ayer, después de que el Parlament aprobara una declaración de soberanía que pone rumbo hacia la consulta de autodeterminación. Hasta en seis ocasiones, la Cámara catalana había reivindicado este derecho, pero nunca lo hizo de forma tan explícita, tan orientada a materializar la independencia catalana en el plazo de pocos años. Según los nacionalistas, fue un día «histórico» y, probablemente, lo fue porque nunca el desafío del catalanismo político alcanzó el listón marcado ayer. Sin embargo, muchos de los focos se dirigieron hacia el PSC, después de que cinco de sus diputados optaran por desobedecer la consigna de rechazar la resolución y no participar en la votación.

La crisis del PSC eclipsó el fracaso de la apuesta de Artur Mas por el derecho a decidir. La Declaración de Soberanía salió adelante con los votos a favor de CiU (50), ERC (21), ICV (13) y un diputado de la CUP. En total, 85 votos a favor, 41 en contra (15 del PSC, 17 del PP y 9 de Ciutadans) y dos abstenciones de dos diputados de la CUP. Aunque tanto CiU como ERC defendieron que el Parlament ha aprobado por amplia mayoría la declaración, con el apoyo del 66 por ciento de los diputados, el resultado no era el que Artur Mas había soñado.

En su discurso de investidura, el president de la Generalitat se comprometió a trabajar para lograr el máximo consenso en torno a la autodeterminación. «Aunque tengamos pesos electorales diferentes, todos estamos en el mismo barco», trasladó el pasado 21 de diciembre a los 107 diputados que suman CiU, ERC, ICV, la CUP y el PSC, los cinco partidos que recogen en su programa electoral el derecho a decidir. Pero tras una negociación partidista, Mas perdió la oportunidad de obtener el aval de una amplia mayoría en el Parlament a favor del derecho a decidir, que ahora le hubiera ayudado para defender en Madrid la convocatoria de una consulta sobre la independencia.

La obstinación de CiU y, sobre todo, de ERC por que en la declaración se proclamara al pueblo catalán como «sujeto político y jurídico soberano» impidió al PSC sumarse, aunque el texto incorporara que «el proceso del ejercicio del derecho a decidir será escrupulosamente democrático». El primer secretario del PSC, Pere Navarro, acusó a CiU y ERC de haber desvirtuado el proceso de la consulta al haber antepuesto la soberanía al derecho a decidir. Aunque se desmarcó del PP y Ciutadans apelando a la necesidad de ir hacia un estado federal, Navarro coincidió con Alicia Sánchez-Camacho y Albert Rivera en que el marco legal impide la celebración de una consulta de forma unilateral. Sánchez-Camacho y Rivera dieron la bienvenida al PSC al «bloque democrático». Ambos reprocharon a Mas que «este documento es ilegal», pero desde CiU, ERC e ICV defendieron que «no estamos delante de un problema jurídico, sino de voluntad política». Aunque los tres hablaran de un «día histórico», el desangelado apretón de manos entre Junqueras y Mas para felicitarse por haber puesto rumbo hacia la consulta soberanista restaba credibilidad a sus palabras.

La declaración de soberanía obtuvo 85 votos a favor, el Estatut logró 100. El 30 de septiembre de 2005, cuando se aprobó el Estatut, el Parlament vivió una jornada de euforia colectiva. Las malas caras, la tensión –el órdago de Mas ha abierto una crisis en CiU y en el PSC– y el debate agrio se impusieron a las palmadas en la espalda y los aplausos entusiastas que estallaron cuando se aprobó el Estatut. El PP, para expresar su desacuerdo, abandonó a toda prisa el hemiciclo, tras votar en contra del texto, antes de que la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, comunicara el resultado de la votación.

Poco después, Mas anunciaba que iniciará «pronto» los «contactos» con el Gobierno para hablar del contenido de la declaración. «Algunos serán públicos y otros privados, y servirán para construir y mantener abiertos los puentes de diálogo», aseguró.