Funeral de Adolfo Suárez
Cerca de 10.000 personas han pasado ya por la capilla ardiente de Suárez
Cerca de 10.000 personas han visitado ya, desde el mediodía, la capilla ardiente de Adolfo Suárez en el Congreso, según estimaciones de la Cámara Baja, ya que por el Salón de Pasos Perdidos, calculan, entran entre 25 y 30 personas por minuto.
La cola para entrar al Congreso se extiende varios kilómetros de forma serpenteada por los aledaños del Congreso, pues desde la Puerta de los Leones en la Carrera de San Jerónimo, sigue por el Paseo del Prado, y las calles de Los Madrazo, Cedaceros y Alcalá hasta la plaza de Cibeles, desde donde vuelve a subir por Alcalá. Por la tarde casi llegaba, en algunos momentos, a la Puerta del Sol.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha querido agradecer personalmente su esfuerzo a algunos de estos ciudadanos y ha salido del Palacio de Las Cortes para saludar a quienes estaban en esta inacabable fila. Así, esta tarde ha llegado a la altura del Museo Thyssen Bornemisza saludando a unos y otros y ha seguido caminando a lo largo de la cola para tratar de animar a quienes esperan horas para rendir su último homenaje al primer presidente de la democracia.
Entre quienes visitan la capilla ardiente hay muchos mayores que vivieron la Transición, pero también se ve a bastantes jóvenes que ni siquiera habían nacido cuando Adolfo Suárez fue presidente del Gobierno. E
Algunos ciudadanos se santiguan al pasar ante el féretro y otros lanzan besos con las manos al féretro de Suárez, mientras la familia del fallecido permanece sentada ante el ataúd del expresidente, que está rodeado por militares de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.
En el Salón de Pasos Perdidos, donde permanece instalada la capilla ardiente, se han ido colocando también las coronas de flores que han enviado numerosas instituciones del Estado, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), empresas y clubes de fútbol como el Real Madrid.
Entre las primeras personas que han podido visitar la capilla ardiente se ha visto a un grupo de religiosas con hábito y varias mujeres que al pasar ante el féretro han desplegado una bandera del CDS, el partido que fundó Suárez tras salir del Gobierno.
Algunas visitantes no han podido contener las lágrimas durante su paso ante el féretro.
Asimismo, en el Salón de Pasos Perdidos se encuentran representantes de las Mesas del Congreso y del Senado, que permanecen acompañando a los hijos, nietos y hermanos de Adolfo Suárez, que también reciben la visita de amigos y personalidades que se acercan a darles el pésame.
Entre ellos se ha visto, por ejemplo, al torero Juan Padilla o al exfiscal Ignacio Gordillo.
El féretro, flanqueado por soldados, tiene a sus pies dos almohadones con el Toisón de Oro, que el Rey concedió a Suárez, y el Collar de la Orden de Carlos III, otorgado hoy por el Gobierno y que constituye la condecoración civil de más relevancia y antigüedad en España después del Toisón.
Varios de los ciudadanos que han acudido a la Cámara Baja han explicado a Efe cómo su intención hoy es agradecer a Suárez "lo que ha hecho"y mostrarle después de muerto "el reconocimiento que no tuvo en vida".
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