CiU y PNV se apean de la acción conjunta que buscaba el PSOE

CiU y PNV registrarán esta misma mañana una petición conjunta de comparecencia del presidente del Gobierno para que se discuta en la Diputación Permanente del próximo día 24. Los portavoces de los nacionalistas catalanes y vascos se desmarcan así de la estrategia conjunta de todo el arco parlamentario que buscaba el secretario general del PSOE con la ronda de contactos que mantuvo durante todo el día. Josep Antoni Duran Lleida, con quien Rubalcaba intentó sin éxito ponerse en contacto ya el domingo por la tarde, es de los que cree que el presidente del Gobierno tiene que dar la cara en el Congreso, pero no que haya que partírsela, de momento, por el «caso Bárcenas». «Por ahora el único presunto delincuente es el ex tesorero del PP», afirmó el portavoz de CiU en declaraciones a este periódico después de defender, eso sí, que si alguien prueba que el presidente ha cometido un delito, los nacionalistas catalanes serán los primeros en exigir responsabilidades.

Nacionalistas catalanes y vascos comparten que a Mariano Rajoy probablemente le han faltado reflejos y que su estrategia de dejar pasar el tiempo no es la más adecuada, si bien rechazan sumarse a una acción concertada de todos los partidos. Duran mantuvo ayer una breve conversación telefónica con Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien trasladó que no tenía muy claro que una estrategia concertada de toda la oposición fuera a dar algún resultado. Aun así, quedaron en volver a hablar durante el día de hoy, en el Pleno del Congreso que, excepcionalmente, se celebrará en la Plaza de la Marina Española. Será allí donde la oposición aproveche el debate sobre la «ley Wert» para cargar contra el presidente, pese a que éste no estará seguro en el Hemiciclo.

Hasta entonces, los socialistas siguen dando vueltas a la estrategia a seguir. Pero no lo tienen fácil porque hasta para convocar un Pleno extraordinario es preciso el voto favorable del PP. De ahí que la oposición no se plantee siquiera en estos momentos la moción de censura. No tanto porque esté avocada al fracaso, que también, sino porque aunque lo pidiera en este momento, la fecha la eligiría el partido del Gobierno, que podría fijarla después de las vacaciones de verano. ¿Alternativas? «Es verdad que no tenemos mayoría parlamentaria para expulsar al presidente del Gobierno, pero creo que sí tenemos fuerza moral entre todos los grupos políticos», afirmó la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, para quien Rajoy «ha perdido por completo la autoridad moral» por haberse financiado «ilegalmente» durante más de 20 años, y por ese motivo no puede seguir pidiendo «sacrificios» a los ciudadanos en el contexto de la crisis económica que vive España.

Rubalcaba habló también ayer con el coordinador general de IU, Cayo Lara; con la líder de UPyD, Rosa Díez, y con el portavoz del PNV, Aitor Esteban. Y todos coincidieron en la gravedad de la situación, si bien no concretaron el paso a seguir. Unos son partidarios de la moción de censura; otros, de la convocatoria anticipada de elecciones y otros, simplemente, de forzar una nueva convocatoria de la Diputación Permanente, anterior a la ya fijada el próximo 24. Cayo Lara tampoco ve clara la propuesta de Rubalcaba de promover una acción conjunta. Su apuesta es generar «presión en la calle» para forzar la renuncia de todo el Ejecutivo y nuevas elecciones.