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Daesh convierte Cataluña en su cuartel general
► La célula yihadista que perpetró el atentado con furgoneta de Barcelona está formada por al menos 13 terroristas con base operativa en la comunidad. ► Los Mossos abatieron a cinco atacantes en Cambrils cuando intentaban una nueva masacre y otros dos fallecieron en la explosión del piso de Alcanar
Llevaban meses preparando «uno o varios ataques» y planeaban atentar con un coche cargado de bombonas de butano en la Ciudad Condal. Las Fuerzas de Seguridad buscan a dos individuos que lograron escapar y la Policía francesa trata de localizar una furgoneta relacionada con los criminales.
El Estado Islámico (EI) ha decidido situar una de sus principales bases logísticas y operativas en Cataluña y, para ello, ha trabajado en los últimos tiempos en crear las correspondientes infraestructuras, según han informado a LA RAZON fuentes antiterroristas. La elección se debe a diversos factores, entre ellos las buenas comunicaciones con el resto de España (y por ende con África a través del Estrecho) y con Europa, de la comunidad catalana. Además, es el territorio español en el que viven el mayor número de musulmanes, con lo que ello supone de poder pasar inadvertidos. Las derrotas territoriales que sufre la banda yihadista en Siria e Irak han provocado, tal y como adelantó LA RAZÓN, que los cabecillas terroristas hayan diseñado un plan para enviar a Occidente y, en concreto a Europa, a «soldados del Califato» con amplia experiencia en el uso de todo tipo de armas y fabricación de explosivos. Nada que ver con los que volvían de Afganistán, ya que éstos saben incluso utilizar drones con fines terroristas.
El hecho de que los atentados de Barcelona y Cambrils hayan sido cometidos, al menos que se produzca alguna novedad en las identificaciones pendientes, por terroristas «locales», no significa, según las citadas fuentes, que el EI no tenga previsto situar en la nueva base de Cataluña a algunos de sus retornados, con instrucciones para cometer atentados, en especial los de origen marroquí. De hecho, varios de los implicados en los atentados son de esta nacionalidad: Said Aallaa, Mohamed Hychami, Omar Hychami, Moussa Oukabir, El Houssaine Abouyaaqoub (estos cinco, abatidos por los Mossos en Cambrils en la madrugada del viernes) y Younes Abouyaaqoub, huido. Según los investigadores, Oukabir sería el conductor de la furgoneta de La Rambla.
Uno de los peligros que contemplan los expertos españoles en combatir el terrorismo yihadista consiste en que una cifra indeterminada de los 2.000 marroquíes que combaten en el Estado Islámico (Marruecos sólo reconoce oficialmente 600-700) decidan asentarse en nuestro país, con lo que ello conlleva a aumentar el riesgo de atentados. Además, algunos de ellos hablan perfectamente nuestro idioma y conocen nuestras costumbres. Un dato de la importancia que el EI da a Cataluña como base operativa está en el hecho de que las células que mantenía operativas, y que tenían su centro de actuación en el piso de la localidad tarraconense de Alcanar, podría estar integrada al menos por 13 individuos.
Según las fuentes consultadas por este periódico, cuatro de ellos se encuentran arrestados; cinco han muerto en Cambrils y dos en el piso de Alcanar, este último mientras fabricaba una bomba; otro resultó herido en la misma vivienda, se le trasladó a un hospital como un lesionado más, ha sido dado de alta y está entre los arrestados por los Mossos, y hay dos huidos. Se especula incluso con que habría otros dos fugados más, cuya identidad se desconoce y entre los que podría estar el responsable de la base logística en Cataluña. De hecho, las Fuerzas de Seguridad francesas han recibido un aviso de la Policía española para intentar localizar una furgoneta vinculada a la célula.
Según el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, la célula llevaba meses preparando «uno o varios atentados» en Barcelona de «mayor alcance» que los finalmente perpetrados, si bien la deflagración de su casa de Alcanar lo evitó, al dejarles sin explosivos. Pero su intención, según los investigadores, era la de cometer otro ataque en Barcelona con un vehículo cargado con las bombonas de butano que manipulaba en el citado piso.
Toda una organización criminal, similar a las que el EI montó en su día en Francia y Bélgica, y que, como quedó demostrado, no son de «usar y tirar», sino que se tratan de mantener en el tiempo. Es de esperar que conforme se obtengan pruebas de ADN en los vehículos alquilados y en el piso utilizado como base operativa; se revisen los contactos que pudieran tener los detenidos, muertos y huidos, se pueda establecer un «mapa» lo más completo posible del entramado que los yihadistas han logrado montar en Cataluña. Una mayor vigilancia sobre las empresas de alquiler de vehículos, y no sólo en esta comunidad, sería conveniente, para evitar situaciones como las que se han producido y que han dado lugar a los atentados.
El yihadista, por su fanatismo, se considera infalible, actúa con el arrojo del que no teme la muerte y, por ello, puede cometer algunos fallos que deben ser aprovechados por las Fuerzas de Seguridad. Eso sí, en estrecha y sincera colaboración. A este respecto, a los referidos expertos les ha llamado la atención que un grupo tan numeroso, que parece haberse movido por la comunidad catalana sin mayores problemas, haya pasado inadvertido a la vigilancia de los Mossos d’ Esquadra, cuyos agentes son, en definitiva, los que están desplegados por el territorio de la comunidad. Por ello, entienden que la colaboración entre los distintos cuerpos de la Seguridad del Estado se hace más necesaria que nunca, al margen de la situación política por la que atraviesa la comunidad y los cambios internos realizados en el Cuerpo Policial autonómico, ya que el peligro que representa una base logística y operativa del EI requiere de todos los esfuerzos, tanto en medios humanos como materiales.
Las investigaciones sobre los yihadistas son siempre complejas ya que cada día toman mayores medidas de seguridad. Los nuevos manuales en la materia han sido distribuidos entre los «soldados», a los que se les ha encomendado infiltrarse en Europa para cometer atentados. Las pesquisas sobre las células que han cometido los atentados se deberían llevar de una forma conjunta, sin que nadie se guarde ningún detalle para apuntarse el éxito, ya que la complejidad del problema que hay que tratar de atajar no tiene precedentes en la lucha policial.
Con 15 años, ya soñaba con «matar a los infieles»
Moussa Oukabir, el supuesto autor del atropello en La Rambla de Barcelona, tenía claro que, en el hipotético caso de que fuese «Rey absoluto del mundo», lo primero que haría sería «matar a los infieles y solo dejar a musulmanes que sigan la religión». Así respondía hace dos años (cuando apenas tenía 15) en una red social en la que los usuarios hacen preguntas de todo tipo. Incluso afirmaba que si se enterase de que alguien le había mentido, le mataría «de noche con una pistola». Unos comentarios que muestran su radicalización desde muy pequeño. Así de violento era este joven de ahora 17 años, el menor de los cuatro principales sospechosos y quien supuestamente conducía la furgoneta por La Rambla. Nacido en Ripoll (Gerona), pero con nacionalidad marroquí, fue abatido por los agentes en la localidad tarraconense de Cambrils. Es hermano de Driss Oukabir, detenido el día del atentado, aunque entonces alegó que iba a denunciar el robo de su documentación. De los otros tres sospechosos, otros dos también fueron abatidos por la Policía en Cambrils: Said Aallaa, de 19 años y nacido en Naour (Marruecos). y Mohamed Hychami, de 24 años y también nacido en Marruecos. Únicamente Younes Abouyaaquoub, de 22 años de edad y nacido en la localidad marroquí de Mrirt, consiguió huir y se encuentra en paradero desconocido.
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