Terrorismo

Defensa alertará a Ceuta y Melilla por el «efecto contagio»

La existencia de sectores radicalizados hace temer atentados como los cometidos en París y Londres. En los cuatro últimos meses el jefe de Al Qaeda ha pedido que ambas ciudades sean «liberadas»

Militares de las Fuerzas Regulares operan desplegados en el interior de la doble valla del perímetro fronterizo de Ceuta, que separa España de Marruecos
Militares de las Fuerzas Regulares operan desplegados en el interior de la doble valla del perímetro fronterizo de Ceuta, que separa España de Marruecoslarazon

MADRID-El Ministerio de Defensa recomendará, dentro de las normas habituales de autoprotección, a los militares de Ceuta y Melilla que extremen las medidas de precaución, tras lo sucedido en los últimos días en Londres y París, donde elementos vinculados al terrorismo islamista han atacado a dos miembros de las Fuerzas Armadas de ambos países, uno de los cuales fue asesinado y el otro resultó herido de gravedad. Estas recomendaciones se extienden al resto del territorio nacional, lo que ocurre es que la última amenaza concreta de Al Qaeda se ha dirigido a las dos ciudades autónomas.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, se trata de una medida preventiva que se debe adoptar ante lo inesperado de este tipo de ataques y el hecho de que el máximo cabecilla de Al Qaeda Central (AQC), Ayman Al Zawahiri, hiciera un llamamiento, el pasado mes de abril, a la «liberación» de ambas ciudades, en manos, según el dirigente terrorista, de los «cruzados». El pasado mes de diciembre, ya lanzó una amenaza similar.

Medidas vigentes

Por otra parte, en medios próximos al Ministerio de Defensa consultados por este periódico, se recordó que sigue vigente en todo el territorio nacional la orden que se dio en la década de los ochenta, cuando los ataques de ETA contra las Fuerzas Armadas eran constantes, en el sentido de evitar circular por la calle de uniforme y que los automóviles llevaran placas de las habituales y no específicas de los ejércitos, con el fin de que los vehículos no fueran fácilmente identificables. Expertos antiterroristas consideran que lo ocurrido en Londres y París se enmarca dentro de la estrategia general de Al-Qaeda y mostraron su preocupación por el efecto de «imitación» de los atentados «individualizados», relativamente fáciles de cometer (salvo que la víctima vaya armada y tenga ocasión de evitarlo) por personas fanatizadas del yihadismo.

Hasta el momento, no se ha podido determinar que AQ, o alguna de sus «filiales», extendidas por occidente, hayan dado la orden a sus militantes de seguir esta estrategia (para los que sólo hace falta, además de la voluntad de matar, un cuchillo de cocina o instrumento similar), aunque tampoco se descarta que haya podido ocurrir. De hecho, se siguen distintas líneas de investigación.

A este respecto, se recuerda el manual que Al Qaeda de la Península Arábiga elaboró a mediados del año pasado para que se atacara a todos «aquellos que combaten el islam». El Reino Unido, al igual que Francia y España, se encuentran presentes en Afganistán y han participado en numerosas operaciones contra el terrorismo islamista, la última en Mali.

En el citado manual se hacía, precisamente, un llamamiento a los atentados cometidos por una o dos personas, como uno de los elementos más efectivos para fomentar el terror. En concreto, señalaban que lo importante era fomentar la «activación» de los musulmanes, dispuestos a cometer atentados, «que viven y están entre los enemigos, tanto si el enemigo es judío, católico o apóstata». Se trataba de captar individuos integrados en la sociedad occidental, a ser posible hijos o incluso nietos, de musulmanes que viven, perfectamente integrados, desde hace años en los paises en los que se van a perpetrar las acciones criminales.

En el manual, se decía que la «yihad individual (acciones criminales en solitario) es lo más indicado y ha empezado a dar resultados importantísimos. En conclusión, es una operación yihadista completa ya que la lleva a cabo una sola persona». Los autores del manual señalaban que «en caso de que el recolector de la información sea sólo una persona y él o ella sea el que está llevando a cabo la planificación de la operación, las posibilidades de ser descubierto son ínfimas. El que tiene en su poder la información y la controla es tan sólo una persona. Por eso, reunirá la información necesaria y preparará en solitario la operación y sólo él o ella será el obstáculo ante la ejecución de la misma».