Interior
El desalojo de un edificio de la Guardia Civil en primera persona: "No sabemos dónde ir"
Casi un centenar de familias han tenido que abandonar los edificios del acuartelamiento de Toledo de la Guardia Civil por las deficiencias de las instalaciones
"No saben qué hacer. Los agentes y sus familias no paran de llorar". Así es la situación que se está viviendo por el desalojo de varios edificios del acuartelamiento de la Guardia Civil en Toledo. Casi un centenar de viviendas están dañadas y los ocupantes tienen que abandonar sus casas en medio de la "indignación" por unos problemas que se percibían desde hace tiempo.
Los afectados por esta situación son cerca de 90 familias que "tuvieron que salir corriendo de sus casas", según ha explicado a LA RAZÓN Secretario Jurídico de la Delegación de AUGC en Toledo, Daniel Timón. Los problemas en estas infraestructuras se veían desde hace lejos, en concreto desde el 31 de enero de 2023 cuando esta plataforma ya denunció el "claro riesgo de grave colapso" que había en el lugar.
Las "rajas en los muros" iban aumentando hasta que en octubre se comenzaron los trabajos para "apuntalar" las viviendas. "En noviembre cuando solicitamos explicaciones nos dijeron que la seguridad de las personas estaba garantizada", advierten desde AUGC.
Casi cuarenta días después las familias tuvieron que abandonar sus casas. Los mandos han ofrecido viviendas en otros cuarteles a los afectados. "Están ahora mismo vacías pero si vienen nuevos agentes con destino las tendrían que abandonar cuando sean necesarias", remarcan.
La "indignación" de los guardias civiles
Estos damnificados tienen 15 días para organizar las mudanzas. Todo ello mientras siguen trabajando. "Dónde vamos a ir", les preguntan sus hijos pequeños llorando sin saber el destino que les depara.
El próximo martes AUGC ha organizado una reunión con todos los afectados para saber cuáles serán sus próximos movimientos. La "indignación es total" entre las familias que tendrán que abandonar sus domicilios.
"La Guardia Civil en Toledo ocupa un inmueble que, a día de hoy, no cumple con los requisitos necesarios de prestación de servicio por lo que se ha decidido proceder a la construcción de unas nuevas instalaciones en el lugar donde se encuentran las actuales", explicó el Instituto Armado hace dos días en una nota de prensa.
También detallaron que, en los últimos tiempos, "debido a su deterioro, se han venido llevando a cabo actuaciones de diversa consideración tanto de los edificios de oficinas como de los pabellones en los que residen las familias". Los informes técnicos aconsejan proceder al desalojo de parte de las instalaciones, incluidas las viviendas.
"No pasa nada, la edificación es segura"
"Este desalojo se mantendrá durante el tiempo que duran las obras de demolición y de construcción de la nueva Zona/Comandancia, que dada la envergadura de la obra a realizar será al menos de 24 meses desde el inicio de las mismas", admiten. "Por otra parte, la Guardia Civil intentará, en función de la disponibilidad, el realojo de las familias residentes, en otros pabellones de puestos cercanos, así como de sufragar los gastos de mudanza que necesiten", concluyen.
Este problema se fue enquistando con el paso del tiempo. Según AUGC en 2023 la propia Guardia Civil reconoció "la existencia de un riesgo grave e inmediato para la seguridad de los residentes". Asimismo, critican que la respuesta "de los responsables ha sido, cuanto menos, alarmante".
En noviembre de 2024, AUGC Toledo volvió a insistir en la necesidad de una solución inmediata, recibiendo como única contestación por parte del Jefe de Zona que: “No pasa nada, la edificación es segura”. "Desde AUGC consideramos inadmisible esta gestión irresponsable que ha puesto en peligro durante meses a quienes velan por la seguridad de la ciudadanía", remarcan.