Política

El día de la marmota

Pedro Sánchez
Pedro Sánchezlarazon

A estas alturas nadie piensa que no vayamos a tener nuevas elecciones en noviembre. Es motivo de preocupación que hayamos asumido este previsible escenario como normal, cuando no lo es. Basta comprobar que en las diez legislaturas precedentes no ha habido repetición electoral, y ahora habremos celebrado cuatro comicios en cuatro años. Repetir elecciones es algo que debe ser extraordinario y producirse solo en situaciones límite. La mera convocatoria tiene un coste económico directo, al que hay que añadir el gasto indirecto en términos de coste de oportunidad. La vida sigue su curso en el mundo, y la incerteza que la situación de interinidad provoca en el país aleja cualquier proyecto de inversión a medio y largo plazo, pues requiere de un horizonte de predictibilidad económica y política.

Miremos el caso de Italia, que frecuentemente se ha puesto como modelo de inestabilidad política y que este mes de agosto ha realizado un cambio histórico de gobierno sin elecciones anticipadas, como deseaba Salvini. Una última reflexión: si tras esta nueva convocatoria se repiten los resultados, ¿lo que al parecer, hoy no es posible ni conveniente, lo será en noviembre? No se sorprendan si mucha gente, ante este espectáculo, no quiera votar. Por respeto a los españoles, deberían terminar este teatro ya.

Habrá que esperar a que el Sr. Sánchez salga de su letargo: desde el 28A, nos tiene sumidos en el día de la marmota.