Política

ETA

El etarra jugador de rugby que asesinó a mi hermano

Agirresarobe no podía soportar que los compañeros del ertzaina asesinado le hubieran realizado un humilde homenaje con flores, coincidiendo con el cuarto aniversario del crimen

Gurutz Agirresarobe, en una imagen de archivo / Efe
Gurutz Agirresarobe, en una imagen de archivo / Efelarazon

Agirresarobe no podía soportar que los compañeros del ertzaina asesinado le hubieran realizado un humilde homenaje con flores, coincidiendo con el cuarto aniversario del crimen.

El 9 de marzo de 2001 fue asesinado el miembro de la policía autonómica Iñaki Totorika, en Hernani. Cuatro años más tarde fue detenido por la policía autonómica, en Astigarraga, un joven llamado Gurutz Agirresarobe, domiciliado en Hernani, jugador de rugby (uno de los taldes del «comando Basajaun» se llamaba precisamente «el equipo de rugby») porque de madrugada se encaró con una brutalidad inusual contra los miembros de la Ertzaina.

El atestado recoge que Agirresarobe no podía soportar que los compañeros del ertzaina asesinado le hubieran realizado un humilde homenaje con flores, coincidiendo con el cuarto aniversario del crimen, y que se volvió loco de furia al ver el coche de la Ertzaintza a unos dos kms. de donde ocurrió el asesinato.

Entre las frases literales que se recogen en el atestado está la de que «todos los putos españoles tenían que estar muertos. Cabrones. Marcharos de aquí. Ojalá os peguen un tiro». Y ya en el calabozo de la Ertzaintza en Hernani cantaba entre otras cosas, «Totorika, Totorika, más flores, más flores. Pun, pun Totorika. Totorika. Os van a matar como a Totorika. Mírate la nuca. Pin, pan, pun. Otro más».

El 6 de mayo de 2001 fue asesinado Manuel Giménez Abad en Zaragoza. El arma que le mató fue la misma que sirvió para asesinar el 8 de febrero de 2003 al sargento de la Policía Local de Andoain Joxeba Pagazaurtundúa. Nuestra familia vivía en Hernani, pero Joxeba en Andoain. Uno de los cómplices necesarios para el asesinato de Joxeba, Iñaki Igerategi, era natural de Andoain. Y este año fue recibido como un héroe en Andoain al salir de la cárcel y ahora el sindicato LAB realiza acciones públicas de protesta porque perdió la condición de funcionario.

Iñaki Igerategi, además de dar la información precisa para matar a Joxeba y a Iñaxio Uría, trabajaba en el aparato de extorsión de ETA bajo las órdenes de la que había sido Teniente de alcalde del Ayuntamiento de Andoain, Ainhoa Ozaeta. La política de HB se integró en ETA poco tiempo después del asesinato en Andoain de José Luis López de la Calle.

El 3 de agosto de 2010 fue detenido Gurutz Agirresarobe junto a la que era su pareja sentimental en 2003 y un amigo. La entonces alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, apoyó a los amigos y familia de los detenidos, y cedió las instalaciones municipales para la rueda de prensa en la que mostraban su preocupación por la detención. Nunca se acercó a la familia de Joxeba, como vecinos de Hernani, como vecinos que terminamos huyendo. Durante el juicio pudo probarse que Agirresarobe fue el asesino de Joxeba.

Quedan muchos asesinatos sin resolver, como por ejemplo el de Manuel Giménez Abad. Un amigo de Agirresarobe, de Hernani, que también jugaba al rugby, está implicado en otros asesinatos. Quedan muchos asesinos sueltos. Hay cientos de asesinatos cuyo autor material no ha sido llevado ante la justicia. Y hay miles de personas a las que no se puede probar la colaboración con ETA.

Con los papeles que Francia va a entregar a España tal vez sea posible la determinación de cuál era la composición del comando de Agirresarobe. Tal vez pueda dar justicia en el caso de Giménez Abad. Para superar el pasado hace falta esa verdad, pero además no quiero dejar de señalar que en el último círculo de la responsabilidad están los estrategas políticos que establecieron el modelo del odio durante décadas y que no han condenado su responsabilidad política e histórica. Fueron legalizados sin condenar el pasado y eso intoxica la política vasca y española. Otegi, entre ellos.