
El desafío independentista
El jefe de prensa de Mas llama nazis a los no independentistas
Piqué Fernández asegura que «los catalanes somos víctimas de los nazis»

Conocen el juego «piedra, papel y tijera». Seguro que sí. ¿Quién no ha jugado algo a este juego? ¿Y quién no se ha jugado algo? Desde canicas a aquellos cromos que nunca salían en las colecciones. Pues vuelve a estar de moda aunque eso sí, en la red. Lo ha puesto en el top-ten el jefe de prensa de Artur Mas, Piqué Fernández, a través de un tuit que incluye una foto. En esta red social el responsable de comunicación de la Generalitat equipara con los nazis a todos aquellos que rechacen el plan insurreccional de la Asamblea Nacional Catalana y se muestren contrarios a la independencia de Cataluña.
El tuit apareció pocos minutos después de que la ANC aprobara –el pasado sábado– su hoja de ruta que contempla la declaración unilateral de independencia y presentara su acto estrella: una gran manifestación en Barcelona que formará una gran V como símbolo de «vía, voluntad, votar y victoria». En un tuit, con diversos hashtags (etiquetas) relacionados con la ANC, el jefe de prensa del presidente catalán asoció, a través de una foto, la «V» de Victoria de Churchill con unas tijeras que ganan al papel, simbolizado por el saludo nazi de Hitler.
En el tuit «las tijeras ganan al papel», el histriónico responsable de la comunicación del presidente de todos los catalanes volvió a banalizar el nazismo. Coincidiendo con el viaje de Artur Mas a Israel, Joan María Piqué Fernández, desempolvó su incultura al lanzar otro tuit mientras el presidente catalán visitaba el Museo del Holocausto. «Los catalanes somos víctimas de los nazis. Otros fueron aliados y beneficiarios. No lo olvidemos». Así Piqué coló de rondón que la Guerra Civil fue una guerra de liberación de Cataluña, una guerra entre pueblos, y que el fascismo no existía en Cataluña. Podría leer a Martí de Riquer, líder del regimiento Montserrat de los Requetés. Le aclararía las cosas.
Éstas no son las únicas salidas de banco del jefe de prensa de Mas. En las elecciones de 2010 se paseaba entre los periodistas que escribían sus crónicas de la noche electoral o las retransmitían para radios y televisiones al grito de «Mas president» cual «hooligan» aplicado. Un «hooligan» que divide a medios entre catalanes y españoles negando el pan y la sal a los españoles que no pueden entrevistar a Mas desde tiempos inmemoriales. Su fanatismo llegó también al Parlament cuando sugirió a los periodistas de TV3 y 8TV –la televisión de «La Vanguardia»– que hicieran boicot a las televisiones españolas. Antes de llegar a la Generalitat, Piqué Fernández ya prometía. Escribió artículos con títulos obscenos como «Montilla y Geli enseñan a follar a los niños» criticando las clases de educación sexual en las aulas o protestó enérgicamente ante una televisión española que entrevistaba a Mas «porqué el plató es demasiado rojo». Eran otros tiempos. Todavía Mas daba entrevistas en Madrid.
Sin embargo, su pasión son las redes sociales. Cuando la plataforma «novullpagar» –no quiero pagar– estaba en pleno auge contra los peajes de las autopistas Piqué Fernández se tomó la justicia por su mano. Con la etiqueta «filldeputisme» –hijos de puta– arremetió contra los que protestaban. La etiqueta hacía referencia a un poema de Joan Sales. Su letra sin desperdicio «los agentes dobles, los provocadores, los personajes más sórdidos y turbios, los hijos de puta, en una palabra». El personaje sigue en su puesto. El Mas mesiánico está en otro mundo.
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