El ministro del Interior anima al Congreso a impulsar la supresión del voto rogado

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho hoy que al Gobierno "le preocupa y le ocupa"la baja participación electoral de los residentes en el exterior desde la implantación en 2011 del voto rogado, pero para suprimirlo ha pedido una iniciativa conjunta de los grupos en el Congreso, en lugar de hacerlo el Ejecutivo.

Fernández Díaz ha respondido de esta forma, en la sesión de control, a la socialista Carmen Silva, que le ha reclamado la supresión de ese sistema para las próximas elecciones generales, para lo cual le ha propuesto que el Gobierno presente una iniciativa legislativa en quince días y tramitarla por vía de urgencia en lectura única, dado el "apoyo muy mayoritario"que tendría en la cámara.

El titular de Interior ha apelado a la "tradición muy consolidada"de que una reforma de este tipo, que afecta a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg), se realice a partir de una "iniciativa legislativa por vía de proposición de ley conjunta"de los grupos parlamentarios y por "amplio consenso".

"A ustedes ni les preocupa ni les ocupa. Ustedes quieren mantener el voto rogado, no lo quieren suprimir", le ha replicado la diputada del PSOE, que además le ha acusado de "engañar"a los españoles residentes en el extranjero, a los que representantes del PP como Alberto Núñez Feijoo y Alfredo Prada prometen en sus visitas que eliminarán el voto rogado.

La representante socialista ha admitido el "error"que cometió el Gobierno de Zapatero la pasada legislatura al implantar ese sistema y ha recordado que el PSOE lleva pidiendo que el de Rajoy lo enmiende desde principios de este mandato.

"Hay acuerdo, casi unanimidad de la cámara, sólo depende del Gobierno, no hay disculpas, es la hora de la verdad", le ha insistido Silva a Fernández Díaz.

Las dificultades que supone para los emigrantes el sistema de voto rogado han hecho que la participación en las elecciones de este colectivo baje del 31,88 % en 2008 al 4,95 % en 2011.

Tras subrayar que la cámara "se equivocó"al aprobar este sistema, el ministro ha vuelto a animar a sus miembros a plantear su reforma con una iniciativa conjunta -cuya tramitación duraría unos tres años- y ha reprochado a la socialista la "contradicción de que su grupo solicite (al Gobierno) que no tramite más leyes y ahora pida una por la vía de urgencia que afecta a la Loreg".