El policía agredido en Barcelona: «Nos hemos visto rodeados, eran 500 contra siete»

Policías y Guardias Civiles salieron el viernes por la tarde de Cádiz rumbo a Barcelona a la marcha que había organizado Jusapol por la equiparación con los salarios de los Mossos d`Esquadra y, de paso, lanzar un mensaje de apoyo a los compañeros que el 1-O participaron en la «operación Copérnico». Tuvieron acortar la marcha después de que los Mossos les avisaran de que no iban a poder controlar la seguridad. «Nos vimos obligados a terminar la manifestación dos horas antes de lo previsto y cuando nos dirigíamos a los autobuses, divididos en dos grupos, siete compañeros se quedaron rezagados y se vieron acorralados por los independentistas», destaca J. M., el portavoz de Jusapol en Cádiz. «He querido llegar a mis compañeros, pero los Mossos no nos dejaban y ellos tampoco conseguían llegar para impedir la agresión. Veíamos cómo les estaban pegando». «Asesinos, torturadores, fascistas, fuerza de ocupación» fueron los insultos que les proferían. «Te cortaría la cabeza, hijo de puta», le dijo un independentista al policía nacional de camiseta roja –que por cuestiones de seguridad y del servicio no puede dar el nombre– y que se había dispersado del grupo. Los siete agentes recibieron empujones y escupitajos y uno a quien identifican como S. G., miembro de Arran, le golpeó desde detrás en la nariz varias veces. «Tengo fractura ósea en la nariz, con valoración de la misma», aseguró a este periódico camino ya a Sevilla donde prestaba servicio esta noche. Tras la agresión, el 112 le atendió in situ, también al agresor que se dañó el puño de golpearle.

Este es el separatista, identificado como S. G., que golpeó al agente desde detrás en la nariz varias veces

Una vez en el autobús tuvieron que volver a parar en Casteldefels y llevarle a urgencias debido a que la hemorragia no se cortaba. «Nos estaban lanzan botellas de agua, no me di cuenta ni de los insultos que me decían, mi objetivo era solo seguir hacia adelante hasta alcanzar el autobús». «Me venían dando puñetazos y patadas cuando me quedaban 300 metros», destaca el policía agredido. «Pero no he sido el único, ha habido otros compañeros a los que han golpeado con palos». Entre tres o cuatro agentes más y una niña por crisis de ansiedad al ver cómo pegaban a su padre. El agente agredo llamó a su mujer para tranquilizarla. Dice que los policías y guardias civiles se juegan la vida por gente que no conocen y que era lógico que estuviera allí por defender el sueldo de su familia. «No puedo respirar por la nariz, me sigue goteando. No me lo esperaba». Jusapol denunciará la agresión. Destacan el buen hacer de Mossos y sanitarios.