Elecciones 24-M

El PP da por hecho que Ciudadanos pactará antes con el PSOE que con ellos

Rivera mantiene su indefinición postelectoral y entiende que gana «poco» con el acuerdo con los populares

La sombra de Albert Rivera, ayer, durante un desayuno informativo en Madrid
La sombra de Albert Rivera, ayer, durante un desayuno informativo en Madridlarazon

Rivera mantiene su indefinición postelectoral y entiende que gana «poco» con el acuerdo con los populares

A menos ya de dos semanas de las elecciones autonómicas y municipales, la estrategia de los dos partidos «nuevos», Ciudadanos y Podemos, comparte un mismo principio, ocultar todo lo posible su política de pactos postelectorales para conseguir que la tarjeta de presentación de la «transversalidad» les permita coger el mayor número de votos de todo el espectro ideológico. Desde el PSOE, por contra, han reforzado el discurso que apunta a un frente de todos contra el PP, capitalizado por ellos, y que tiene como objetivo convertirse en referente del voto útil contra el partido de Rajoy.

Pese a ese esfuerzo por no marcar sus cartas, el futuro de las alianzas en las que participe Podemos está más definido que el de Ciudadanos, que ha conseguido que le quede mejor la etiqueta de partido transversal. Los socialistas confían, por las señales que perciben, en que los de Albert Rivera se unirán a ellos en el caso de que juntos sumen más que el PP. Los de Rajoy también creen que Ciudadanos, siempre que pueda, pactará antes con los socialistas que con ellos.

Ciudadanos entiende que gana «poco» pactando con el PP. Y lo harán, pero en sitios contados. En el caso de que no haya alternativa y de que la situación lleve al bloqueo. Esto podría pasar, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid. Es decir, en un contexto en el que la izquierda no sume, y Ciudadanos y PSOE sumen menos que el PP. En ese caso, es posible que Rivera acabe facilitando la investidura del PP. Pero si PSOE y Ciudadanos suman más que el PP, la impresión es que habrá pacto entre ellos. «Sin duda», sostienen en el núcleo de la estrategia electoral de Rajoy. Y en este escenario confían también en Ferraz. De hecho, los socialistas tentarán a Ciudadanos para desplazar al PP allí donde sea posible. Rivera ha construido su discurso electoral en el principio de que no entrará en un cambio de cromos, y que no venderá su apoyo por concejalías de urbanismo o similares. Pero en el PSOE creen que el partido de Rivera sí que aspira a tener alcaldes y presidentes, «a ejercer el poder de verdad». Y para el PSOE es más fácil votar a Ciudadanos siendo segundos o terceros, que al PP siendo primero. Hay precedentes. Por ejemplo, lo que pasó en Cantabria cuando el PSOE le dio el Gobierno al Partido Regionalista de Cantabria (PRC), de Miguel Ángel Revilla, para que no gobernara el PP.

En el PP se manejan con este futurible para el día después de las elecciones, pero siguen confiando en que la movilización sirva para captar voto indeciso. Ahora bien, en la dirección popular son mucho más optimistas que en el poder territorial sobre la posibilidad de cambiar las cifras que dan los sondeos. El último, el del Centro de Investigaciones Sociológicas, de abril, situaba al PP ligeramente por encima del PSOE, pero casi en empate técnico en el caso de que se celebraran generales. Y en el plano autonómico, predecía que los populares perdían casi todas sus mayorías absolutas, salvo la de Castilla y León.

En lo que va de campaña electoral, en el PP se observa más «activismo», más dedicación de la militancia, que estrategias nuevas. Y a diferencia de lo que sostienen en Madrid, los candidatos autonómicos y municipales están más en la percepción de que en mayo no va a tener mucho efecto el mensaje del riesgo que implica el cambio para la recuperación económica. Son más de la opinión de que quizás en las generales esta idea sí tenga una mayor incidencia, pero que en estos comicios se enfrentan a la amenaza de que los ciudadanos quieran dar un toque de atención a las siglas del PP sin que esta advertencia condicione en muchos casos el sentido de su voto. Frente a este análisis más pesimistas Rajoy volverá hoy a la campaña electoral dispuesto a multiplicar la resonancia de su mensaje de la mejoría económica. Hoy entra también en campaña el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien participará en un mitin con la candidata a la Presidencia de Aragón, Luisa Fernanda Rudi. Sus palabras serán miradas con lupa fuera del PP, pero casi más dentro del partido. Aznar no ha participado en ningún acto de su organización desde la Convención del PP de enero. Entonces normalizó las relaciones con la dirección de su partido, pero también les dio varios toques de atención.