Gobierno de España
El PP forzará a Sánchez a votar si castiga con cárcel la consulta ilegal
La proposición llegará a Pleno la próxima semana, dentro de la nueva ofensiva parlamentaria
La proposición llegará a Pleno la próxima semana, dentro de la nueva ofensiva parlamentaria.
La dirección del PP recibió ayer en su reunión de estrategia de los lunes las primeras informaciones confusas sobre el posible adelanto electoral de las generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No hay unanimidad dentro de la cúpula popular en cuanto a cómo puede evolucionar la Legislatura, y esto condiciona su estrategia de futuro, aunque la mayoría se inclinó por la hipótesis de que la amenaza de adelantar las generales a esta primavera «iba de farol», sin más valor, por tanto, «de momento», que el de hacer un último intento de presión al independentismo para que deje que los Presupuestos de 2019 continúen su tramitación y ganar tiempo para que siga rodando la Legislatura.
El PP queda a la espera de ver qué pasa con los Presupuestos y con la fecha de las generales, pero ya hoy comenzará a desarrollar su estrategia de trasladar al Parlamento el «espíritu de Colón», o dicho de otra manera, a multiplicar la presión sobre el presidente del Gobierno por Cataluña. Esto se dejará ver en la intervención de Pablo Casado en el debate de Presupuestos, donde ya ayer desde Génova anticipaban un discurso muy duro contra Sánchez, y muy centrado en el tema catalán y en el independentismo. La próxima semana llegará al Pleno del Congreso, para su debate, la iniciativa del PP relacionada con la tipificación en el Código Penal de la convocatoria de un referéndum ilegal. La portavoz del PP, Dolors Montserrat, presentó el pasado mes de septiembre una proposición de ley para modificar el Código Penal y convertir en delito castigado con penas de hasta cinco años la organización de un referéndum ilegal. La Junta de Portavoces tiene que ordenar el Pleno de la próxima semana, y PP y Ciudadanos tienen mayoría en la Mesa de la Cámara. Es seguro que hoy se incluirá para debate el próximo martes. Y esto obligará al PSOE a retratarse en una «delicada» votación para sus relaciones con Torra y los independentistas, en pleno desarrollo, además, del juicio del «procés».
Casado se ratificará hoy ante el Pleno del Congreso en todos los duros calificativos que viene dirigiendo a Sánchez y a su política en Cataluña. «Ni un paso atrás», sentencian en la cúpula popular, donde cierran paso al debate sobre si falló el contenido del manifiesto de la concentración del domingo o sobre si se cubrieron o no las expectativas. «Fue un acto organizado sobre la marcha, sin tiempo, y fue todo un éxito». La razón que ha hecho que el Gobierno congele la negociación con los independentistas ha sido, precisamente, el clamor social y el malestar dentro del PSOE por su aceptación de una mesa de partidos estatales, al margen del Congreso, y en la que, según han informado desde el lado catalán, el objetivo era negociar la consulta de autodeterminación.
En las próximas semanas el PP pretende redoblar la presión contra Sánchez en el Congreso, en el Senado y en los Parlamentos autonómicos. En la Cámara Alta, el PP puede tomar hoy la decisión de seguir adelante con la reprobación del presidente del Gobierno si en la reunión de la Mesa, órgano de gobierno de la Cámara, el Gobierno sigue sin comunicar una fecha para la comparecencia del jefe del Ejecutivo solicitada para que informe de su negociación con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. La decisión que adopte finalmente Sánchez sobre las elecciones tendrá efectos en la estrategia del principal partido de la oposición, aunque en ningún caso Génova variará su apuesta por que la política del Gobierno con los independentistas sea tema central de su discurso nacional electoral.
Da igual que esta semana los Presupuestos naufraguen en el Congreso en la decisiva votación del próximo miércoles y que el Gobierno busque envolverse en el mantra de que esto es consecuencia de su negativa a ceder. Sánchez estará hoy en el debate presupuestario en el que tendrá enfrente a PP y a Cs, y también a sus socios de moción.
En la reunión del Comité de Dirección del PP, a puerta cerrada, Casado mantuvo su palabra de no descartar la posibilidad de una moción de censura, aunque en estos momentos no esté ni mucho menos en la agenda del partido. Es un debate que puede, además, quedar superado por las circunstancias en función de lo que ocurra con los Presupuestos y con las elecciones generales. Al PP le interesa mantener la escenificación de que lidera acciones concertadas con Ciudadanos y Vox, pero tampoco ayer analizaron nuevas movilizaciones en la calle.
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