Cumbre de la UE

El reparto de poder vuelve a bloquear la UE

Los líderes europeos se volverán a reunir el 30 de agosto

El primer ministro británico, David Cameron (i-d), el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro griego, Andonis Samarás, y el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, charlan al inicio de una cena informal en el marco de la cumbre extraordinaria
El primer ministro británico, David Cameron (i-d), el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro griego, Andonis Samarás, y el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, charlan al inicio de una cena informal en el marco de la cumbre extraordinarialarazon

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho han decidido aplazar hasta el 30 de agosto en una nueva cumbre extraordinaria el reparto de altos cargos de la UE -entre ellos la presidencia del Eurogrupo, para la que es favorito el ministro de Economía, Luis de Guindos.

En Europa vuelven a primar las diferencias. La Cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno que tuvo lugar ayer Bruselas concluyó sin nombres de consenso para los nuevos altos cargos, un día después de la elección de Jean-Claude Juncker como nuevo presidente de la Comisión Europea. Teníamos máxima expectación de poder oír el nombre de Luis de Guindos como nuevo presidente del Eurogrupo, pero tendrá que esperar. Será el próximo 30 de agosto cuando los Veintiocho Estados miembros vuelvan a reunirse para elegir al nuevo Alto Representante para la Política Exterior, un nuevo presidente del Consejo Europeo y el presidente del Eurogrupo. Como apuntaban la mayoría de los líderes europeos a su llegada al Consejo, era bastante complicado sacar a la luz los tres nombres.

La llegada de los líderes europeos a Bruselas fue calmando los ánimos e insistiendo en la dificultad que siempre existe para encontrar un acuerdo unánime. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reconoció que «en principio» no se iba a hablar sobre el Eurogrupo, considerando «más importante» el nombramiento del Alto Representante, cargo que tiene que pasar por el Pleno de la Eurocámara en septiembre. Después de su participación en la reunión del Partido Popular Europeo (PPE), Rajoy acudió a la cita en el Consejo con los deberes hechos. Conversaciones con Angela Merkel, Matteo Renzi o Fraçois Hollande le sirvieron para preparar una cumbre en la que España podría recibir una palmadita en la espalda si se confirma el nombramiento de De Guindos, aunque todo podría retrasarse hasta el otoño. El actual presidente del Eurogrupo, el socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem, sucedió a Jean-Claude Juncker en 2013 con el único voto en contra de España. Fue el propio De Guindos quien protestó de esta forma por considerar que España no estaba representada en los altos cargos económicos de la Unión Europea.

Para la elección del Alto Representante, la ministra de Asuntos Exteriores italiana, Federica Mogherini, se postula con fuerza para suceder a la británica Catherine Ashton. Aunque su actitud hacia Rusia ante la crisis ucraniana ha provocado que Polonia y los países bálticos, que la tildan de «condescendiente», no apuesten por la candidatura italiana. A este respecto, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaité, aseguró que no aceptará que el nuevo Alto Representante de la UE sea «pro Kremlin». Mientras, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, pidió respeto. «No se trata de pedir un cargo u otro. Se trata de pedir el respeto que esperan todos los países y, en particular, uno de los países fundadores como es el nuestro». Otras de las opciones para ocupar el cargo del Alto Representante serían la actual comisaria de Ayuda Humanitaria búlgara, la conservadora Kristalina Georgieva, y el ministro de Exteriores polaco, Rudoslaw Sikorski.

Para presidir el Consejo Europeo salió de la quiniela la primera ministra danesa y favorita, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt. Ella misma reconoció no ser candidata al cargo. «Hemos decidido que los veintiocho Estados miembros tienen que estar de acuerdo y, por eso, podría llevar un poco de tiempo encontrar una buena solución», dijo.

Los más nombrados para sustituir al ex primer ministro belga Herman Van Rompuy son el primer ministro irlandés, Enda Kenny, o el primer ministro de Polonia, Donald Tusk. También se barajan como posibles el primer ministro holandés, Mark Rutte, o el ex primer ministro de Estonia Andrus Ansip.

Por otro lado, se espera que el presidente designado de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, proponga a todos los líderes europeos que tengan en cuenta a las mujeres para formar parte de su equipo. Ya el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha advertido de que el PE no aceptará una Comisión sin suficiente presencia femenina.

Además del reparto de altos cargos, los líderes europeos también debatieron la situación de Ucrania y Oriente Medio. Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron ampliar las sanciones contra Rusia, suspendiendo la cooperación económica y financiera con Moscú, incluidos los préstamos del Banco Europeo de Inversiones, como represalia por seguir desestabilizando el este de Ucrania.

Los Veintiocho debatieron la situación en Gaza. Reiteraron la «preocupación» de la UE por la situación, elogiaron los esfuerzos de Egipto para lograr un alto el fuego y pidieron a todas las partes que cooperen para poner fin a la violencia y busquen una solución diplomática.