El desafío independentista
El Rey «descubre» Tabarnia el día 25
La vuelta de Felipe VI a Barcelona tras el 1-O coincidirá con la manifestación por la unidad organizada por la plataforma.
La vuelta de Felipe VI a Barcelona tras el 1-O coincidirá con la manifestación por la unidad organizada por la plataforma.
Dos acontecimientos confluirán en Barcelona el próximo domingo 25 de febrero: la manifestación organizada por Tabarnia a favor de la unidad de España y el regreso del Rey a Cataluña tras el referéndum del 1 de octubre. Una llamativa coincidencia que se ha producido por mero azar, explican desde la plataforma, ya que niegan haber tenido constancia de que el Rey se desplazase allí el mismo día.
Este periódico ya avanzó antes de los comicios catalanes del pasado 21 de diciembre que Don Felipe no viajaría a la comunidad en periodo electoral y que se esperaba su vuelta para el acontecimiento tecnológico más importante de España y que pretende contribuir a relanzar la economía catalana: la 32ª edición del Mobile World Congress. Reunirá a 2.300 empresas –entre ellas, Google, Visa o Telefónica–, prevé proporcionar 13.000 empleos temporales, convocará a unos 200 países y a 170 delegaciones de Gobierno y aspira a generar 471 millones de euros. La 13ª edición que se celebra en Barcelona, ciudad que ha estado a punto de perder el «podio» debido a la coyuntura independentista, hasta el punto de hacer plantearse a los organizadores volver a apostar por la ciudad este año. Con una comunidad sin Gobierno, la presencia del Jefe del Estado es fundamental para respaldar este encuentro internacional. Tanto la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, como el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, son conscientes del impacto económico del acto, ya que recientemente lo presentaron de forma conjunta, y el presidente del Parlament no dudó en llevar a su propio terreno las palabras que se trasladaron desde la MWC de «dar oportunidades al país», pero a su vez exigir «estabilidad»: aseguró que para eso es necesario un nuevo Gobierno construido «bajo el respeto a los principios democráticos y al mandato de la ciudadanía».
En este escenario, Don Felipe volverá a la capital catalana tras aquel 26 de agosto, en que se sumó por primera vez desde su Reinado a una manifestación, organizada en repulsa a los atentados yihadistas acaecidos en Barcelona y en Cambrils. Un gesto de unión ante el terror que el sector secesionista no tuvo reparo en politizar, ya que tanto la CUP, como ANC y Òmnium manifestaron públicamente su rechazo a la presencia del Rey, lo que contó con el silencio de Colau y del entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Desde su Gobierno se llegó más lejos, pidiendo que la Casa del Rey retirase las imágenes de Don Felipe y Doña Letizia en hospitales visitando a niños enfermos víctimas de los atentados. La Corona, que no acostumbra a dar pábulo a ataques de este tipo, emitió un comunicado asegurando haber contado en todo momento con el consentimiento de las familias. La cosa había ido demasiado lejos.
Y el Monarca volverá con otra manifestación, aunque no participe en ella. Tabarnia, la plataforma con el dramaturgo Albert Boadella como «presidente en el exilio», y sus seguidores, se congregarán en las calles barcelonesas para defender «los derechos de los taberneses» y «quitar a esos monigotes para que vuelva el sentido común», en alusión a los políticos secesionistas. Felipe VI tiene prevista a su llegada la habitual cena previa a la organización, según informan fuentes empresariales asistentes, a la que también acuden autoridades. Aunque, hasta la fecha, no hay nada definitivo sobre el tablero por motivos evidentes de desorganización política.
Tabarnia es una plataforma que Boadella preside con la sátira por bandera, una forma de camuflar las graves consecuencias del soberanismo, como el «empobrecimiento de toda la comunidad», afirmó el actor catalán. La Corona, con la Constitución debajo del brazo, y Tabarnia, con el sentido del humor, abogarán por el mismo argumento el 25 con su presencia: la unidad de España y la recuperación económica. No obstante, sí se diferencian en la esencia: Tabarnia podría abogar, si les «obligan» –según afirmaron– por una nueva comunidad formada por una parte de Barcelona y Tarragona, e independiente del resto de la Cataluña secesionista, lo que para el Jefe del Estado es implanteable. Como ya dijera en el mensaje a la Nación tras el 1-O, es prioritario para la Corona «el orden constitucional», «el normal funcionamiento de las instituciones» y «la vigencia del Estado de Derecho».
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